El cuerpo sin vida del químico José Martín Salazar fue descubierto en la Cueva de los Murciélagos, ubicada en la barranca de Huentitán, en el estado de Jalisco. Este trágico hallazgo ha conmocionado a la comunidad y ha llevado a familiares y amigos a exigir justicia por su homicidio.
Salazar, quien tenía 34 años, había desaparecido el 20 de septiembre mientras se dirigía a su trabajo en la clínica 51 del IMSS en Guadalajara, donde laboraba como químico farmacobiólogo desde hace tres años. Su familia había denunciado su ausencia, generando preocupación entre quienes lo conocían.
Las autoridades han iniciado una carpeta de investigación para esclarecer las circunstancias de su muerte. Hasta el momento, no se han revelado detalles sobre las causas que llevaron a su fallecimiento ni sobre posibles sospechosos.
La comunidad científica y sus seres queridos están de luto, recordando a Salazar como un profesional dedicado y querido. “Exigimos que se haga justicia y que se encuentren a los responsables de este crimen,” declararon sus amigos en una vigilia organizada en su honor.
La muerte de José Martín Salazar resalta la creciente preocupación por la seguridad en Jalisco, un estado que ha enfrentado un aumento en la violencia en los últimos años. La familia espera respuestas y que se tomen medidas para prevenir que tragedias como esta vuelvan a ocurrir.