AGENCIA
EdoMex.- Leonardo Sandoval Cázares, un joven de 23 años, fue visto por última vez el 12 de mayo de 2022 durante la fiesta patronal de San Miguel Ajusco, en la alcaldía Tlalpan. Dos años después, su madre, Rosalinda Cázares, recibió la devastadora noticia de que el cuerpo de su hijo había estado en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Xalatlaco, Estado de México, desde dos semanas después de su desaparición.
Rosalinda inició una intensa búsqueda tras perder contacto con su hijo esa noche. Junto con un colectivo de familiares de personas desaparecidas, recorrió la zona boscosa del Ajusco, así como los estados de Morelos, Puebla y Jalisco, sin imaginar que el cuerpo de Leonardo estaba bajo resguardo en el Estado de México.
Fue hasta este año cuando la Fiscalía contactó a Rosalinda para informarle que un cadáver con las características de Leonardo estaba en el Semefo de Xalatlaco. Sin embargo, el cuerpo se encontraba incompleto, lo que ha llevado a la madre a exigir nuevas búsquedas en la zona donde fue hallado.
Hasta ahora, se desconocen las causas de la muerte de Leonardo y las circunstancias de cómo su cuerpo llegó al Estado de México. Rosalinda relató que Leonardo había acudido a la fiesta acompañado por sus hermanas, quienes lo vieron por última vez alrededor de las 20:00 horas. Después de esa hora, el joven dejó de responder llamadas y su rastro se perdió.
Pese a que los restos de Leonardo ya fueron identificados, estos no han sido entregados a su familia y permanecen bajo custodia del Semefo. Rosalinda exige que las autoridades esclarezcan lo sucedido y realicen nuevas investigaciones.
“Lo único que quiero es saber qué le pasó a mi hijo, por qué su cuerpo está incompleto y por qué tuvieron que pasar dos años para que lo encontraran”, expresó la madre, visiblemente afectada por la incertidumbre que aún rodea la desaparición y muerte de Leonardo.
El caso de Leonardo pone nuevamente sobre la mesa las deficiencias en los procesos de búsqueda e identificación de personas desaparecidas en México. Organizaciones de derechos humanos han señalado la urgencia de reforzar los mecanismos de coordinación entre estados y de garantizar una pronta respuesta para las familias que enfrentan la desaparición de un ser querido.
La familia de Leonardo espera que este caso no quede impune y que se esclarezcan las circunstancias de su muerte, así como el paradero de las partes faltantes de su cuerpo. Mientras tanto, Rosalinda sigue buscando justicia por su hijo.
