Xalapa.- La falta de visión política del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares pone en riesgo las participaciones federales que el Estado recibiría en el próximo mes de agosto. Dado que el Congreso no aprobó la reestructuración de la deuda, estas podrían ser retenidas por la SHCP para cubrir el pago a los acreedores.
Parece que no consideró que la detención del exgobernador Flavino Ríos Alvarado, de extracción priista, tres días antes de la votación, provocaría reacciones en la bancada del PRI y sus aliados en el Congreso del Estado. No era el momento oportuno para detener a Flavino, cuando en puerta tenían la votación para aprobar la iniciativa más importante para el éxito o el fracaso de su Gobierno: la reestructuración de la deuda pública estatal, indispensable, para contar con los recursos necesarios para hacer lo mínimo indispensable en el año y nueve meses que restan de gestión y para cubrir los más urgentes compromisos y evitar cualquier estallido social. Ahora, varios sectores, entre ellos el Sindicato de Trabajadores del Sector Salud, temen que el Gobierno del Estado deje de pagar sus salarios, debido a la fallida reestructuración de la deuda de la entidad.
En un mensaje a los veracruzanos Yunes Linares advirtió que existe el peligro de que los bancos aceleren el cobro de capital y suban los intereses, debido a que la calificación crediticia de Veracruz está hoy en “B-”, cuando Duarte se había comprometido a entregarla en “A”, 10 niveles arriba.
Lamentó la actitud de los diputados del PRI, del Verde y de MORENA que, dijo, no están respondiendo a su obligación de preguntar a los ciudadanos qué es lo que desean, si oponerse a la restructuración o asegurar los recursos del Estado, de los que cada día que pasa se están pagando 25 millones de pesos, por lo que al no haber reestructuración, los pagos se aceleran y los intereses suben. Veracruz paga una tasa de interés del 9.5 por ciento.