Córdoba.- Desde que Mauricio Delfín dejó de servirse con “la cuchara grande” del Ayuntamiento, medidas como la subida de precios en los medicamentos de sus farmacias tampoco han servido para salvarle de una caída en picado.
La mejor prueba de ello es el cierre de la sucursal matriz de las Farmacias de Dios, ubicada sobre avenida 1 calles 5 y 7, antes de finalizar el primer semestre del año.
La decisión se masca desde hace dos semanas, cuando Delfín recortó personal del área de servicio a domicilio reduciéndolo en un 50% y dejando a sólo cinco repartidores. El personal de atención también ha sido despedido y, sólo en algunos casos, reubicados.
De la Redacción
El Buen Tono