Orizaba.- El edificio de la Facultad de Ciencias Químicas de esta ciudad es uno de los planteles escolares que se encuentran en pésimas condiciones.
Además de los trabajos que un reciente grupo de egresados realiza en pro de dicha escuela, las carencias a las que se enfrenta la comunidad estudiantil son severas.
Es evidente al realizar recorrido por las instalaciones la falta de mantenimiento que requiere el edificio, ya que no tan sólo son paredes enmohecidas y bancas viejas para los alumnos, sino macetas con banquillos destruidos, cristales rotos e instalaciones eléctricas escasas.
Es en los salones a donde catedráticos y alumnos deben llevar consigo o pedir prestados multicontactos para llevar a cabo sus presentaciones con la tecnología necesaria en pleno curso.
Y es que a pesar de que los ciclos escolares pasan las deficiencias son cada vez más notables en el plantel ante los avances tecnológicos que se requieren para desarrollar las labores educativas cotidianas.
Cabe mencionar que tras los señalamientos de las autoridades educativas respecto del adeudo que enfrenta el Gobierno del Estado para con esta casa de estudios el tiempo ha pasado, la facultad pronto celebrará su 60 aniversario y el edificio cada vez se nota más deteriorado.
Los futuros profesionistas que cursan sus carreras de lunes a viernes e incluso en fin de semana gracias a la permanencia del Sistema de Enseñanza Abierto, deben ingeniárselas para solucionar sus necesidades y adaptarse con lo que pueden hacer para el uso del lugar.