AGENCIA
Washington.- La Corte Suprema de Estados Unidos decidió el viernes que las autoridades municipales pueden prohibir que personas sin hogar duerman al aire libre en áreas de la costa oeste donde falta espacio en albergues. Esta decisión representa un hito en la jurisprudencia sobre el manejo de la crisis de personas sin hogar en Estados Unidos.
En una decisión de 6 a 3, la Corte Suprema revocó un fallo previo de una corte de apelaciones con sede en San Francisco. El fallo anterior había determinado que prohibir dormir al aire libre equivalía a un castigo cruel e inusual, contraviniendo la Constitución de los Estados Unidos.
El caso es el más importante que se ha presentado ante la corte superior en décadas sobre el tema y se produce en un momento crítico, ya que un número creciente de personas en Estados Unidos no cuenta con un lugar permanente donde vivir.
Un grupo bipartidista de líderes argumentó que el fallo de la corte de apelaciones dificultaba la gestión de los campamentos al aire libre, que a menudo invaden las aceras y otros espacios públicos en nueve estados del oeste. Esto incluye a California, que alberga a un tercio de la población sin hogar del país. Según estos líderes, la decisión de la Corte Suprema les permitirá abordar de manera más efectiva la presencia de campamentos en áreas urbanas.
La decisión ha generado un amplio debate. Por un lado, quienes apoyan la medida argumentan que es necesaria para mantener el orden y la seguridad en los espacios públicos. Por otro lado, los defensores de los derechos de las personas sin hogar sostienen que la prohibición de dormir al aire libre criminaliza a quienes no tienen otra opción y no aborda las causas subyacentes de la falta de vivienda.
La decisión se produce en un contexto de creciente preocupación por la crisis de personas sin hogar en Estados Unidos. En muchas ciudades de la costa oeste, la falta de espacio en albergues y la creciente población sin hogar han llevado a la proliferación de campamentos en áreas públicas. Esta situación ha generado tensiones entre residentes, autoridades y defensores de los derechos de las personas sin hogar.
Con esta decisión, las autoridades locales tendrán más herramientas legales para desalojar los campamentos, aunque sigue siendo necesario abordar de manera integral la falta de vivienda y aumentar la disponibilidad de refugios y servicios de apoyo para las personas sin hogar.
