A propósito del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, Angélica Rivera lanzó su último mensaje oficial como Primera Dama en octubre de 2018. la entonces presidenta del Consejo Ciudadano Consultivo del Desarrollo Integral de la Familia (DIF), una institución de asistencia social que tiene la encomienda de velar por el bienestar de mujeres, niños y grupos vulnerables, envió un comunicado a los medios donde hacía un llamado a detener las muertes por esa enfermedad a través del diagnóstico oportuno.
Aunque su incidencia es similar en México y Estados Unidos, la tasa de mortalidad es el doble en nuestro país, debido a que muchos casos se descubren en etapas avanzadas de la enfermedad, uno de los retos en cobertura y diagnóstico que no se lograron subsanar durante el sexenio de Peña Nieto (2012-2018).
Documentos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la revisión del gasto del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGSR) revelan que el entorno se agravó conforme pasaron los años del gobierno de Peña Nieto.
La auditoría de desempeño 2017, realizada al programa de Prevención y Control del Cáncer de la Mujer, del CNEGSR, describe cómo la atención de la epidemia estuvo lejos de alcanzar las metas: la mortalidad de la enfermedad aumentó cada año 4.7%, al pasar de 16.3 defunciones por cada 100 mil mujeres de 25 años y más, en 2013, a 18.7 muertes en 2016.