Zongolica.- El Gobierno del Estado no cumple con promesas que hizo para mejorar la infraestructura de Zongolica.
El municipio serrano de Zongolica, que se ubica a una altura de mil 200 metros sobre el nivel del mar, está catalogado como uno de los más pobres en el estado y la zona Centro de Veracruz, debido a que por años ha sido dejado a un lado tanto por alcaldes, como gobernadores y presidentes, quienes no han hecho lo necesario por apoyar realmente a los habitantes.
Por ese y muchos otros motivos, todavía carecen de la infraestructura necesaria para poder alcanzar un crecimiento que los lleve de ser un pueblo a un municipio urbanizado, en el que sus habitantes puedan gozar de los avances tecnológicos que ya se utilizan en ciudades como Orizaba y algunos otros pertenecientes a la región de las altas montañas.
Asimismo, tampoco existen bancos en los cuales los zongoliqueños puedan guardar su dinero, mismo que obtienen de la venta de productos del campo y artesanías hechas en madera, las cuales expenden en la ciudad de las “Aguas Alegres” y otros municipios circunvecinos, a los que se trasladan con la finalidad de obtener algún ingreso económico.
A pesar de que es una localidad en donde gozan de múltiples recursos naturales, como la diversidad de especies tanto de flora como de fauna, y que es considerado como un lugar eco turístico debido a que en sus montañas se pueden practicar diferentes deportes extremos, quienes han llegado a la silla presidencial del Ayuntamiento no han hecho lo necesario para darle la difusión, ni la proyección que realmente necesita para darse a conocer en otras partes del país.
Hace apenas unos años, llegaron empresas constructoras a esa zona, las cuales se dieron a la tarea de construir la unidad habitacional conocida como Indeco, con el fin de que los lugareños tengan un mejor lugar en donde vivir, y un patrimonio que heredar a sus descendientes.
Lamentablemente, en temporada de lluvias dicho complejo habitacional siempre se inunda, ya que las alcantarillas están tapadas con hojarasca que cae de algunos árboles y basura que los mismos habitantes tiran, problema que aún no han podido resolver ni los encargados de limpia publica del Ayuntamiento, ni Protección Civil Municipal, y que pone en una situación incómoda a quienes allí viven.
Esa es sólo una de tantas anomalías que sufren los habitantes de ese municipio, ya que también han sido víctimas de abusos en cuanto a sus derechos humanos se refiere, pero ni aun cuando han denunciado los atropellos que padecen, las autoridades han hecho lo necesario para que la justicia llegue.
Tanto el Gobierno del Estado, como el federal, deben voltear hacia la gente que allí habita, ya que su actual presidente municipal, Ricardo Macuixtle, al igual que algunos de sus antecesores no les hace caso, y es de vital importancia que lleven a cabo las acciones que su localidad necesita para evitar inundaciones tanto en la unidad ya mencionada como en las demás calles que la conforman, y ayudar a la gente de las comunidades que más lo necesita.