Córdoba.- La contralora municipal Lilia Ramírez, está a la espera de saber si se mantiene en el puesto o se va, luego de que un Regidor filtró que ya no estaba trabajando, que había sido dada de baja.
Aparentemente, confirma la funcionaria, existe un mal entendido por una entrega-recepción de la oficina bajo su tutela; sin embargo, la alcaldesa Leticia López no le ha informado si se queda o se va, hasta el día de ayer miércoles, asegura que continuaba al frente de la Contraloría.
La Contralora se ha mantenido en el puesto desde enero de 2018 y está a la espera de tener una reunión con la Presidenta Municipal para definir su permanencia.
En su oficina, algunos de sus colaboradores dicen que si fue dada de baja, oficialmente en las próximas horas se definirá su permanencia.
Lo que es un hecho es que las elecciones internas del PAN traen de cabeza a la mayoría de ayuntamientos cuyas autoridades son panistas, como el caso de Córdoba, porque existen muchas presiones para que apoyen a José Mancha, como imposición de Miguel Ángel Yunes Linares, y se quede a toda costa, luego de que por hacer trampa en la pasada elección, fue anulado el proceso y actualmente no es el favorito para ganar.
