Con nuevos documentales como The Game Changers en Netflix, cada vez más personas se sienten inspiradas a probar una dieta a base de plantas. Dado que el veganismo goza de una mayor popularidad, no es sorprendente que surjan nuevos productos para satisfacer a esa clientela cada vez más numerosa: desde los artículos de moda hasta ropa de cama, sin materiales derivados de animales.
Aquí hay un hecho divertido: la mayoría de los condones no son veganos. Los condones son probados en animales porque son un dispositivo médico en la mayoría de los países, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), así que las organizaciones gubernamentales requieren pruebas estrictas. Muchas compañías han probado los condones en animales como conejos o caballos para obtener el certificado correspondiente.
Aquí es donde entran los condones veganos Eve: no tienen componentes animales y no son probados en animales.
“Se insertan fragmentos de condones en conejos para una prueba de irritación vaginal. Los conejos se sacrifican y se extraen sus úteros para determinar la utilidad de los condones para las personas”, contó a VICE, Gina Park, cofundadora de la empresa social Instinctus con sede en Corea del Sur.