Huatusco.- Al menos 500 personas de diversas comunidades emigran a la Ciudad de México para emplearse en el ramo de la construcción. Los alarifes pernoctan en la obra, con el objetivo de ahorrar unos pesos para el gasto semanal que envían a su familia.
José Antonio Herrera Cozar tiene 31 años viajando a la Capital del país, donde se desempeña como albañil y puede ganar hasta 3 mil pesos a la semana como encargado de obra. Tiene seis hijos, a los cuales ha sacado adelante junto a la madre de estos, con el trabajo en la construcción.
En la zona de Huatusco y los municipios aledaños, la oferta laboral es limitada. “La primera opción es el campo, pero los sueldos son muy bajos. Otra opción es laborar como atizador en el trapiche, donde se puede ganar alrededor de mil pesos a la semana, trabajando un promedio de 16 horas: la entrada es a las 03:00 horas y salida es a las 18:00 horas”, relató Armando Huerta Espejo, de 40 años y oriundo de Sochiapa. Armando partió a México para trabajar como ayudante con un sueldo semanal de mil 300 pesos a la semana o, en ocasiones, un poco más.
Hace 20 años, sólo salía un camión de Huatusco. Ahora, hay siete sitios donde los domingos y los lunes hay personas que parten en busca de una oportunidad laboral hacía la Ciudad de México.
Los domingos salen hasta 10 camiones de la cabecera municipal. El costo del boleto en estos casos ronda los 200 pesos, 60 por ciento menos de lo normal.
Anteriormente, no se iban mujeres, pero el fenómeno va en aumento: jóvenes y señoras se trasladan a la Capital para incorporarse en labores de limpieza en las grandes obras.
En la temporada de café, la afluencia de personas que se va a México disminuye, pues los trabajadores buscan ocuparse en el corte del grano, con lo que obtienen en la temporada viven una época de estabilidad económica que puede durar, por lo menos, de tres a cuatro meses durante el tiempo de corte.
