AGENCIA
Guerrero.- Al menos seis miembros de la Policía Ciudadana (PC) de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg), la segunda organización de seguridad civil más grande en Guerrero, fueron asesinados este lunes en un ataque armado, según informan medios locales.
La Fiscalía General del Estado (FGE) emitió un comunicado confirmando que ha iniciado una investigación sobre los hechos, aunque no precisó la cifra exacta de muertos.
El ataque ocurrió alrededor de las 08:00 horas locales en la carretera estatal que conecta las regiones Centro y Costa Chica de Guerrero. Los miembros de la Upoeg realizaban recorridos de vigilancia cuando fueron emboscados por un grupo de hombres armados que huyeron tras el ataque.
Fotos difundidas en redes sociales muestran una camioneta tipo ‘pick-up’ volcada en el lugar del conductor, con varios cuerpos y rastros de sangre en la zona. El vehículo presentaba múltiples impactos de bala en el toldo y el cofre.
La cifra de muertos es aún imprecisa. Mientras que medios locales informaron inicialmente de seis asesinados, versiones no oficiales sugieren que la cifra podría haber aumentado a ocho, debido al fallecimiento de dos heridos.
La FGE detalló en su comunicado que agentes de la Policía Investigadora Ministerial (PIM) y de Servicios Periciales llegaron al lugar del ataque, donde localizaron una camioneta con impactos de bala e indicios de una agresión. Sin embargo, la institución afirmó que “hasta el momento en el lugar no se han localizado personas heridas o sin vida”.
Este trágico suceso se produce en un contexto de violencia creciente en la región. En octubre de 2023, un grupo armado asesinó a Bruno Plácido Valerio, líder y fundador de la Upoeg, en Chilpancingo. Los miembros de la Upoeg atribuyen este ataque y el asesinato de Plácido Valerio al grupo criminal Los Ardillos, que tiene influencia en la zona Centro y busca establecerse en Costa Chica.
El mismo día del ataque, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, Gabriel Zamudio López, presentó su renuncia “por cuestiones de salud”, en medio de una crisis de violencia en Guerrero, tras apenas cuatro meses en el cargo.
Guerrero sigue siendo uno de los estados más pobres y violentos de México, enfrentando desafíos significativos en términos de seguridad y desarrollo.
