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El minutero

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LOS DOS MENSAJES

 

Dos mensajes pueden deducirse de la visita que el viernes pasado realizó a la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda y Crédito Pública – el hombre que maneja los dineros del país-. Una tiene que ver con asuntos financieros y la otra con políticos, y ninguna de las dos son buenas noticias para el gobierno estatal  aun cuando en las notas de prensa dictadas por palacio de gobierno se diga que al gobernante en turno le dio un  “espaldarazo”, como se le llama en política el refrendar la confianza, y que Veracruz está en el centro de las decisiones federales.

En realidad la administración estatal fue exhibida para mal por Videgaray que es el hombre más cercano al presidente Enrique Peña Nieto y que ejercer un poder efectivo sobre la agenda del país. El viernes pasado, antes de participar en la plenaria de la reunión de senadores priístas realizada en Boca del Río,  el titular de la SHCP dijo en  una entrevista que Veracruz es uno de los estados que ha tenido una buena participación de recursos federales – “participación” se refiere a la entrega de dinero de la federación- y agregó que a  la entidad se han enviado más de mil 100 millones de pesos. 

Con esa declaración Videgaray paró de tajo las versiones que esgrime el gobierno veracruzano a todos los alcaldes  que demandan la entrega de recursos federales y a los proveedores con los que tiene deudas pendientes. A ellos  les dice que la federación recortó los montos enviados o hay retraso en los mismos por eso  “rasura” los dineros que llegan a los municipios y no paga a los empresarios con los que tiene deudas. La misma excusa usa para no pagar becas a estudiantes,  retrasar el pago de pensiones a jubilados y cancelar inversiones en obra pública.

La cantaleta de que no hay dinero porque el gobierno federal lo manda recortado o a destiempo se le cayó a los funcionarios de la Secretaría de Finanzas y Planeación y ahora tendrán que explicar a los proveedores y alcaldes porqué los engañaron durante meses. Se sabe que Videgaray estaba enterado de esa situación pues varios alcaldes e incluso empresarios movieron sus contactos  en el altiplano para acusar a los funcionarios estatales y ahora, con esa declaración dejó mal parado a la administración de Javier Duarte de Ochoa.

En el tema político, la  visita de Luis Videgaray exhibió que el virtual candidato del gobierno federal para las elecciones del 2016 en Veracruz es el senador José Yunes Zorrilla, quien acompañó en todo momento al funcionario federal. Es más, antes de la plenaria de los senadores, ambos se fueron a desayunar a una tradicional Café de la Parroquia. Aunque el gobernante, Duarte de Ochoa estuvo presente, los compañeros periodistas que allí estaban afirman que fue prácticamente un “convidado de piedra”, es decir, lo llamaron por mera cortesía pero Videgaray solo cruzaba las palabras necesarias con él. Ni camaradería ni proximidad que dejara ver una buena relación.

Los reflectores y su atención fueron para Yunes Zorrilla. En su  mesa solo fueron aceptados otros dos personajes: el secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade y el dirigente del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Jorge Emilio González Martínez. ¿Qué significa la exhibición pública de las bienquerencia hacia Yunes Zorrilla?. Que el segundo hombre más poderoso de la nación lo apadrina y lo sostendrá con miras a la renovación de la gubernatura veracruzana.

De ahí que en esa mesa tampoco fueron admitidos otros funcionarios estatales que pretenden ser impulsados localmente para el 2016, pese a las maniobras de Duarte de Ochoa por sentarlos en la misma tertulia.  Ese fue el segundo mensaje que Videgaray dejó a quien gobierna la entidad: la voluntad del altiplano recae en el peroteño Yunes Zorrilla.  Claro, la relación entre Yunes y Videgaray ni es nueva ni se basa en truculencias políticas. Ellos son viejos amigos, ambos se conocieron cuando cursaban estudios universitarios en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) donde también se hicieron amigos del senador panista, Ernesto Cordero Arroyo. 

Tampoco es un secreto que José Yunes Zorrilla no es el candidato de Duarte ni de su antecesor, el innombrable, que sigue moviendo los hilos de la política estatal.  El peroteño no se formó a la sombra del innombrable, no pertenece a su grupo ni tampoco le debe favores ni es su cómplice.  Por eso no lo quieren de candidato y por eso impulsan a otros personajes a nivel local aunque estos no tengan otro mérito que haberle cargado la maleta al exgobernador. Empero, los bien enterados afirman que será en la Ciudad de México donde decidan al futuro abanderado priísta en Veracruz y no a nivel estatal por más escaramuzas y pataleos que hagan.

 

PROTOCOLO AZUL

 

En la otra cancha, la azul, ayer domingo se realizaron los comicios internos para renovar la dirigencia estatal del Partido Acción Nacional (PAN) aunque en realidad solo fue un proceso protocolario para formalizar la distribución de la estructura que se decidió en la Ciudad de México. El presidente del Comité Directivo Estatal es el exdiputado local Jesús Mancha Alarcón, un personaje cercano a Miguel Ángel Yunes Linares mientras que el secretario general, Domingo Bahena Corbalá, exalcalde de Jaltipán, al sur del estado, y diputado local con licencia.

Bahena Corbalá es paisano del  casi exdirigente estatal, Enrique Cambranis Torres y por supuesto, es el representante de los intereses de la corriente conocida como La Muralla Azul donde convergen los grupos de Alejandro Vázquez Cuevas, Juan Bueno Torio y Julen Rementería. Así, ayer terminó la renovación de la estructura estatal, trámite  que faltaba para comenzar los trabajos para los comicios federales del 2015 que renovarán las 21 diputaciones veracruzanas. Algunos dicen que de la misma manera en que se repartieron el consejo político y la dirigencia estatales los dos grupos antagonistas al interior del panismo se repartirán  la colocación de abanderados.

No obstante lo anterior no es una garantía pues todo dependerá de dos factores: la popularidad medida en encuestas y el visto bueno del dirigente nacional Gustavo Madero.  No hay que olvidar que la corriente de La Muralla Azul trabajó en contra de Madero en la pasada elección interna para renovar el Comité Ejecutivo Nacional. De la misma forma, e la selección de candidatos intervendrán  intereses de cada grupo y por supuesto, la mano del gobierno estatal y del tricolor a través de algunos amurallados muy cercanos al poder.  Ante esto último, la aparente unidad panista tendrá en breve su primera prueba de resistencia. 

Aún así, muchos coinciden en que el cargo ha resultado contraproducente porque se convirtió en una barrera para quienes buscan al alcalde o solucionar determinados asuntos, y se convirtió en una funcionaria impopular. En Córdoba también se menciona el nombre del diputado local y excalde Hugo Fernández por el mismo grupo de amurallados aunque Fernández Bernal se vería muy mal al dejar votada la curul estatal para saltar a otro cargo. Por otra parte, en el grupo de yunistas todavía no hay nombres precisos  pero sin duda que tratarán de impulsar a alguien ajeno a los amurallados y cuentan con los mecanismos para imponer candidato.

El diputado federal, Víctor Serralde –o como se llame en realidad ese señor- controla el comité municipal a través de un títere llamado Iván Espinosa Hermida y así tiene acceso al padrón de militantes  y por supuesto,  los recursos en efectivo para disparar cañonazos como ha acostumbrado toda su corta vida política. Serralde es el que cuida los intereses del grupo yunista en la zona centro y tratarán de cerrarle el paso a Bueno Torio para impulsar a uno de sus afines.  En fin, Córdoba será uno de los distritos en que tendrá que darse una intervención del altiplano porque la candidatura panista está muy cotizada,  cualquiera a quien pongan de abanderado es casi seguro de que a San Lázaro.

 

UN TEHUACAN SIN GAS

 

Esto porque el PRI está literalmente en la lona, las encuestas que se han levantado hasta el momento no se dan posibilidades de triunfo y muchos pronostican que aunque manden camionadas de  billetes para comprar el voto será muy difícil que recuperen la diputación federal.  Un síntoma de la decadencia del tricolor cordobés es la imposición de Sergio De la Llave Migoni a la dirigencia municipal. El acto de su inscripción como “candidato de unidad” –que en realidad es una orden de palacio de gobierno- fue tan pírrico como representativo de lo que será su desempeño como líder partidista.

Sin mayor trabajo político ni mucho conocimiento de las bases militantes, el exdirector de Espacios Educativos del gobierno estatal  tiene la misma fuera  política que una botella de agua mineral destapada hace quince días: no representa a los priístas de base, no tiene discurso y ni siquiera conoce los seccionales, las colonias ni mucho menos las comunidades.  Si le preguntan por  Acayotla, Palotal o Matlaquiáhuitl, seguramente responderá que se localizan en la sierra de Zongolica o  en la selva Amazonas.

También será interesante conocer lo que De la Llave dirá a los habitantes de las colonias populares y de las comunidades que lo buscaron cuando era encargado de Espacios Educativos de la SEV para pedirle mejoras en escuelas o la dotación de aulas para que sus hijos pudieran estudiar. A ellos les dio el portazo pues siendo funcionario estatal no recibía a la gente ni aunque  fueran sus paisanos ni aunque militaran en el tricolor. Hoy los lugareños lo  tendrán “a tiro de pájaro”, como dicen en el pueblo, para recordarle sus desplantes e indiferencia, y por supuesto, cuando les pida votar por el PRI estarán en su derecho de devolverle las groserías que les hizo. ¿No creen?.

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