AGENCIA
CDMX.- A pesar de la reducción presupuestal y de apoyos legislativos, los 11 senadores que integran la Mesa Directiva del Senado tienen ingresos y prerrogativas mensuales cercanas al millón de pesos, incluido José Narro Céspedes, vicepresidente de la Cámara alta, quien critica que no se aplique la austeridad plena en la institución.
Además de los 119 mil pesos que recibe cualquier senador como dieta, 130 mil para asesores, 206 mil por subvenciones vía grupos parlamentarios y 132 mil pesos por subvenciones en especie, la presidenta y vicepresidentes del Senado reciben 340 mil pesos extra para solventar gastos relacionados con su cargo en la Mesa, incluidos más asesores, lo que suma un total de 927 mil pesos.
En tanto, los ingresos y prerrogativas de los secretarios de la Mesa ascienden a 787 mil pesos al mes.
La distribución de la bolsa mensual que reciben los 128 senadores para la contratación de asesores, así como los recursos extra que se les entregan a los integrantes de la Mesa Directiva, depende de cada legislador, por lo que cada uno de ellos decide si contrata a más de uno.
De acuerdo con la información pública del Senado, que puede consultarse en la Plataforma Nacional de Transparencia y en la página web del propio Senado, a pesar que en 2022 trabaja con un presupuesto 17% menor en términos reales al que se tenía en 2018, en materia de apoyos económicos a los senadores se registró un recorte importante, pero no se
anularon.
Las reglas del Senado establecen que la administración central entrega las subvenciones a los grupos parlamentarios en los criterios de 206 mil pesos mensuales fijos y 132 mil pesos para apoyos en especie, pero son los grupos parlamentarios los que deciden su
administración.
En tanto, los 130 mil pesos que entrega como bolsa mensual a cada uno de los 128 senadores para contratar a sus asesores, son los propios senadores los que deciden cómo lo distribuyen; es decir, si con ese dinero contratan a uno, dos o varios
asesores.
Lo mismo ocurre con los 200 mil pesos que entrega a la presidencia y vicepresidencia del Senado; cada uno de ellos decide cómo lo distribuye; igual sucede con los 130 mil pesos de asesores para cada uno de los secretarios de la Mesa.
Desde septiembre de 2018, por disposición del senador Ricardo Monreal, los apoyos económicos y en especie a los senadores, así como su dieta, se redujeron, pues hasta agoto de ese año, en la LXIII Legislatura la bolsa para asesores para cada uno de los 128 senadores era de 150 mil pesos y para los asesores en órganos de Gobierno de 250 mil, además de que los gastos inherentes al cargo eran de 150 mil para presidencia y vicepresidencias y de 80 mil para secretarías.
Por medio de su cuenta en Twitter, el vicepresidente del Senado, José Narro Céspedes, publicó el 29 de julio una crítica a la forma en que el Senado usa el presupuesto.
“Hablemos con claridad, honestidad y verdad: el Senado no se apegó a la austeridad. Se hizo de manera aparente. El presupuesto de la Cámara ha aumentado a pesar de los recortes a senadores y no se regresan recursos a la tesorería de la federación ¡Austeridad verdadera ya!”, difundió.
En respuesta, Ricardo Monreal Ávila invitó al vicepresidente del Senado, José Narro Céspedes, a presentar las pruebas de sus afirmaciones sobre el uso del presupuesto del Senado, para que sus señalamientos no se queden en un ámbito mediático, pues el manejo del dinero es pulcro y revisado constantemente por la Auditoría Superior de la Federación.
Monreal Ávila dijo que renunció a las prerrogativas que entrega el Senado desde enero de este año, por lo que él solo recibe su dieta mensual de 119 mil pesos; es decir, no cuenta con el apoyo para asesores como legislador ni recibe gastos inherentes a su cargo como presidente de la Junta; “ni hago viajes pagados por el Senado”.