Una investigación independiente en el Reino Unido ha sacado a la luz años de “fallos de procedimiento sistémicos” en un hospital público que permitieron a un electricista, David Fuller, abusar sexualmente de más de 100 mujeres y niñas durante 15 años. Fuller, condenado por asesinato en 2021, violó los cuerpos sin vida en la morgue del hospital donde trabajaba, cometiendo actos de necrofilia.
La policía descubrió su escalofriante secreto durante una investigación por su participación en un caso de doble asesinato. En su hogar, encontraron 818,051 imágenes y 504 vídeos documentando sus abusos en la morgue del hospital.
Fuller, previamente condenado por golpear y estrangular a dos mujeres, Wendy Knell y Caroline Pierce, en 1987, pudo cometer estos horribles actos durante años sin levantar sospechas. No fue arrestado hasta diciembre de 2020, cuando análisis de pruebas de ADN llevaron a su identificación.
La investigación señala “fallos de gestión, regulación y falta de curiosidad” que permitieron a Fuller delinquir sin ser detectado. Los responsables del hospital deben reflexionar sobre su responsabilidad en estas deficiencias, según Jonathan Michael, a cargo de la investigación.
La pesquisa destaca oportunidades perdidas para cuestionar las prácticas laborales de Fuller, incluyendo trabajar horas extras rutinarias y realizar tareas no requeridas en la morgue. “Entró en la morgue 444 veces en un solo año y esto pasó inadvertido y no se revisó”, señaló Michael. Un oscuro capítulo que plantea serias preguntas sobre la gestión y supervisión en el sistema de salud del Reino Unido.