El veneno del caracol marino cónico (Conus nux) puede servir para desarrollar tratamientos contra la malaria severa y otras enfermedades, según un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad Atlántica de Florida (FAU) publicado en la revista Journal of Proteomics.
Los investigadores, que contaron con la colaboración de la Facultad de Ciencia Charles E. Schmidt de FAU y la División de Ciencias Químicas del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología, partieron de la idea de que los medicamentos antiadherentes pueden ser la clave para mejorar las tasas de supervivencia de una enfermedad que causa más de 400 mil muertes al año.
Según un comunicado de FAU sobre los resultados de este estudio, algunos tipos de paludismo como el Plasmodium falciparum pueden ser mortales incluso después del tratamiento con los fármacos actuales.