Calcahualco.- Las intensas lluvias provocadas por el frente frío número uno que desde el fin de semana azotó a la región, ocasionaron que gran parte de un cerro se desgajara y cayera sobre una casa construida de madera y enterrara a una familia.
Con música de viento, lágrimas y dolor, despidieron a la madre y a sus cinco hijos que fallecieron al ser sepultados por un alud la madrugada del pasado jueves, donde únicamente se salvó el padre de la familia.
En este pueblo, donde aún usan el reboso, mujeres con trenzas largas, llevando un ramo de flores, caminaban y rezaban; mientras que la banda de viento daba curso a la música que acompaña en los momentos de un cortejo.
Los hombres, con el sombrero en la mano, esperaban turno para ayudar en el traslado de los cinco cuerpos. Adelante iba el ataúd de Rosalinda Martínez Nativitas y de ahí la seguía Victoria, los cuerpos de Omar, Ana y Julio, el más pequeño, de apenas seis meses.
Los compañeros de escuela de Victoria y Omar miraban con tristeza los cuerpos de quien jamás volverán a ver y mucho menos jugar en esas horas de recreo.
Después de la misa de cuerpo presente partieron hacia el camposanto, para echar la última flor y puño de tierra a esta familia que perdió la vida por este fenómeno meteorológico; del que alguna vez ya les habían avisado del peligro, pero ante la falta de recursos para comprar un terreno seguro, perdieron la vida.