Córdoba.- En busca de un mejor futuro se ven pasar a bordo del tren, mejor conocido como La Bestia, cientos de indocumentados que buscan cruzar el país para llegar a Estados Unidos, obtener trabajo y así lograr una mejor calidad de vida.
Personas como Luis, Alfredo, Joel y Rafael, por mencionar algunos, viajaron desde Honduras para realizar su travesía hacia el país del Norte, conseguir un trabajo y poder mandar los anhelados dólares a sus familiares.
El camino es largo y con sólo la ropa que llevan puesta, más una chamarra, panes fríos y galones con agua, es suficiente para poder sobrellevar el hambre en el camino hacia el “sueño americano”.
“Todo cambio para mejorar requiere de un sacrificio y éste sólo es por el tiempo que dure el viaje y podamos llegar a Estados Unidos, para poder trabajar y mantener a nuestras familias”, expuso Luis.
Ciudades como Honduras, que se encuentran en desigualdad de oportunidades para laborar y mantener a una familia, son unas de las razones por las que Alfredo emprendió el viaje a tierras lejanas, para poder mantener a su esposa y sus dos pequeños hijos de dos y seis años.
“La renta, los bajos salarios y lo caro que se encuentra la comida, son las razones que tuve para tomar esta decisión de ir a buscar un mejor trabajo y mejor pago”, expuso.
A diferencia de Luis y Alfredo, Joel platicó que él se dirige a Estados Unidos para quedarse allá, pues desde los 15 años se quedó huérfano de padres, sin contar con el apoyo de sus hermanos, ya que tampoco los tuvo. Por eso esperó a cumplir la mayoría de edad para decidirse ir y comenzar una nueva vida.
“A mí nada me ata, me cansé de vivir al día y no contar cuando menos con dinero extra para el día siguiente, me voy para Estados Unidos con mucha fe, creo que tendré mejores oportunidades de trabajo, salario y hasta conseguir una casa”, expresó.
Rafael, un padre y esposo, que desde muy joven se convirtió en padre de familia, decidió salir de su hogar para poder encontrar una mejor oportunidad para su familia, ya que si es posible, se las puede llevar hacia el Norte.
“Mi intención es poder llegar hasta la Unión Americana, trabajar lo más que se pueda, ahorrar, arreglar mis papeles, tener una casa y una vez establecido, traer a mi esposa e hija conmigo, dejar atras las carencias que tenemos y comenzar una nueva vida”, dijo Rafael. Cuatro historias de hombres diferentes, pero que los une el mismo deseo, el conseguir un mejor trabajo en Estados Unidos y dejar atrás, las carencias y necesidades que los han venido entristeciendo desde años.
El viaje es largo, frío y peligroso, pero la fuerza de voluntad y las ganas de seguir, es lo que a estos señores les llena de energías para continuar su travesía en busca de mejores condiciones de vida.