AGENCIA
Afganistán.- El gobierno talibán de Afganistán ha anunciado este domingo que cerrará todas las organizaciones no gubernamentales (ONG), tanto nacionales como extranjeras, que empleen mujeres. Esta medida llega dos años después de que las autoridades talibanes ordenaran suspender el empleo de mujeres afganas en las ONG, justificando la decisión con el argumento de que no cumplían adecuadamente con el uso del hiyab islámico.
A través de una carta publicada en X, el Ministerio de Economía de Afganistán advirtió que aquellas organizaciones que no cumplieran con la nueva normativa perderían su licencia para operar en el país. En su mensaje, el ministerio subrayó que era responsable de registrar, coordinar y supervisar todas las actividades de las organizaciones y reiteró que las mujeres no podrían trabajar en instituciones que no estuvieran bajo el control del Talibán. El incumplimiento de esta orden, según el ministerio, resultaría en la cancelación de las actividades y la revocación de las licencias.
Esta nueva restricción se suma a una serie de medidas del Talibán para limitar la autonomía de las mujeres en Afganistán, incluyendo la prohibición de que trabajen en muchos sectores y su exclusión de la educación más allá del sexto grado. Además, las mujeres han sido excluidas de muchos espacios públicos y enfrentan fuertes restricciones en su libertad de movimiento y participación en la vida social.
A nivel internacional, las restricciones del Talibán han afectado el trabajo humanitario en Afganistán. A principios de diciembre de 2024, el Consejo de Seguridad de la ONU denunció que cada vez más trabajadoras humanitarias afganas enfrentan obstáculos para llevar a cabo sus labores. Tom Fletcher, alto funcionario de la ONU, también señaló que el número de ONG que reportaron detenciones de su personal, tanto masculino como femenino, por parte de la policía de moral del Talibán, ha aumentado en los últimos meses. Sin embargo, el Talibán ha negado cualquier acusación de interferir con la labor de las agencias de ayuda.
Además de estas medidas, el líder del Talibán, Hibatullah Akhundzada, ha emitido un decreto que prohíbe las ventanas de los edificios que den hacia lugares donde las mujeres puedan estar o sentarse. El decreto, que afecta tanto a los edificios nuevos como a los existentes, ordena que las ventanas que den hacia patios o cocinas sean oscuras mediante la instalación de paredes, cercas o pantallas. El gobierno ha indicado que los municipios y otras autoridades serán responsables de supervisar la construcción de nuevos edificios para asegurar el cumplimiento de estas restricciones.
La prohibición de emplear mujeres y las nuevas reglas sobre las ventanas reflejan la creciente implementación de políticas restrictivas en Afganistán bajo el régimen talibán, mientras la comunidad internacional observa con creciente preocupación las condiciones que enfrentan las mujeres afganas y el impacto en las operaciones humanitarias.
