AGENCIA
Nacional.- El robo al transporte de carga y mercancías en México ha alcanzado niveles sin precedentes, convirtiéndose en uno de los principales desafíos de seguridad en el país. Según Rubén Almonte, director general de Skyangel, el robo a mercancías ha aumentado un 380 por ciento (%) en los últimos seis años, destacando que este delito ha escalado a niveles que, comparados con otros países de la región, colocan a México en las “ligas mayores” del crimen organizado.
En 2018, el robo de entre 12 y 15 camiones por hora era común en las carreteras mexicanas, incluyendo autopistas y caminos federales y municipales. Sin embargo, para 2024, las cifras han aumentado drásticamente, con el robo de entre 35 y 40 camiones con mercancías por hora. Esta situación, que ha afectado gravemente a la industria del transporte y manufactura en el país, muestra un panorama alarmante en el que el crimen organizado ha intensificado sus operaciones, con grupos armados de entre 12 y 16 personas, que realizan asaltos sofisticados y bien coordinados.
Almonte, quien tiene experiencia operando en México, Estados Unidos y Centroamérica, comparó el robo de mercancías en México con lo ocurrido en países de la región como Honduras y El Salvador, donde los asaltantes solían ser comuneros o campesinos armados con machetes. En contraste, en México, los asaltantes están mucho mejor organizados, armados y operan con una violencia inusitada.
A pesar de que el gobierno ha informado una disminución en los robos durante la pandemia de Covid-19, debido a la suspensión de actividades industriales en el país, el panorama actual sigue siendo crítico. Para los empresarios e inversionistas, el robo de camiones y mercancías sigue siendo una amenaza constante que pone en riesgo el dinamismo de la industria en el país.
El crecimiento de la inversión extranjera y la manufactura sigue siendo un pilar importante para la economía mexicana, con más de 35 mil camiones cruzando diariamente la frontera con Estados Unidos. Sin embargo, este panorama de crecimiento se ve empañado por los elevados niveles de violencia y el impacto que el crimen organizado sigue teniendo sobre la seguridad en las carreteras.
Empresas como BMW y Ford continúan con sus inversiones en el país, destacando la expansión de la planta de BMW en San Luis Potosí con mil millones de dólares y la ampliación de la producción de vehículos eléctricos de Ford en el Estado de México. A pesar de estos avances, la inseguridad en las carreteras sigue siendo un obstáculo importante para las empresas y la economía mexicana en su conjunto.
El aumento en el robo de camiones no solo amenaza la seguridad del transporte, sino que también impacta la imagen y la competitividad de México como un destino de inversión confiable, según los expertos. La falta de control sobre el crimen organizado y la creciente violencia en las carreteras han generado un cambio de paradigma en los inversionistas, quienes ahora enfrentan serios desafíos en un entorno de inseguridad cada vez más alarmante.
