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El presidente se reunirá con la oposición

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ESTADOS UNIDOS.- Cuando sólo quedan nueve días para el histórico viaje que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, va a hacer a Cuba, la Casa Blanca ha querido lanzar un mensaje claro a los ciudadanos de la isla y al exilio, concentrado principalmente en el Estado de Florida. El Gobierno de Estados Unidos no va a interferir en los asuntos domésticos de Cuba y el cambio político en este país debe venir de la mano de los cubanos. La idea la lanzó ayer Ben Rhodes, viceasesor de la Casa Blanca en Seguridad Nacional, en un encuentro con jóvenes cubanoamericanos en Miami. “Los cubanos tienen que cambiar Cuba”, afirmó.

Rhodes es uno de los arquitectos de la reanudación de las relaciones diplomáticas entre ambos países, una tarea que le encomendó Obama y que cumplió con discreción y eficacia durante meses. El Gobierno de EU está cuidando todos los detalles de la visita y sabe que la comunidad cubana de Miami está muy atenta a todos los pasos que se están dando. A su favor cuenta con el hecho de que las nuevas generaciones de cubanos son partidarias de la política de apertura hacia Cuba que ha emprendido Obama y que el número de los que se oponen a cualquier concesión al régimen de Raúl Castro tienen cada vez menos peso entre los exiliados.

Rhodes subrayó que estaba abierto a cualquier sugerencia para el viaje oficial de Obama.

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