López Obrador dice ser diferente, pero es igual a todos los políticos. Buscan el poder para vivir bien y trabajar poco.
En su gira por la zona Centro en estos últimos tres días ha demostrado ser un político huevón, que trabaja escasas ocho horas, contando la comida y traslados. ¡Además de impuntual!
Por ejemplo, ayer, hizo esperar a los escasos militantes que fueron a sus mítines durante más de media hora, simplemente porque salió tarde del hotel. Según su agenda, debía estar en La Perla a las 10:30 horas de la mañana y eran las 10:26 cuando apenas iba saliendo del hotel donde se hospedó, en Fortín.
El recorrido le llevó más de media hora… y mientras tanto a la gente la tuvo esperándolo… como si fuera virrey.
Lo mismo ocurrió en Ixhuatlancillo y en Río Blanco… lugares a donde llegó retrasado.
Su recorrido finalizó a las 6:45 de la tarde, cuando regresó al hotel.
¡Y eso que anda rogando el voto!
¡Quiere ser candidato y empieza a trabajar hasta las 11:00 de la mañana!
¡Y anda en campaña queriendo ganar la presidencia!
Si se convierte en presidente, si es que llega, será un mandatario huevón.