Por: Catón / columnista
La inédita, insólita e impúdica irrupción de la maestra –es un decir- Gordillo en los comicios del Estado de México es una muestra más del cochinero a que da origen el sucio fregado de la política, cuyos participantes no miran medios con tal de lograr fines.
A ver si con esto no se mancha el impoluto plumaje de López Obrador, ayer enemigo mortal de la cacica del SNTE, hoy mudo pero aquiescente receptor de los votos que a su Delfina ofrece la matrona.
La morganática unión de AMLO con la Gordillo debe estar preocupando mucho al PRI, que tiembla ante la posibilidad de perder su más fuerte bastión y su más rica fuente de recursos. Esperemos el resultado de esa indecente alianza entre la corrupción rampante y la honestidad valiente. (Es otro decir)… Floribel, joven esposa, estaba en la sala de partos del hospital, pues iba a dar a luz precisamente en la fecha en que cumplía nueve meses de casada.
Con ella estaban su marido y su ginecólogo, el doctor Wetnose. Llegó la hora del alumbramiento, y Floribel trajo al mundo felizmente un par de gemelitos. “Esperemos un poco, doctor –le sugirió el muchacho al médico-. Si las cosas son como hace nueve meses, dentro de media hora llegará otra tanda de dos”… FIN.