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El Peje, el diputado y el cura deslenguado

Superiberia

David Penchyna comió antier con Manuel Bartlett. El tema en la plural mesa de dos era la reforma energética. El senador priista llevaba una misión imposible. Convencer al hoy político petista de las bondades de la polémica iniciativa que propone reformar el consagrado artículo 27 de la Constitución, para abrir más áreas de Pemex a la inversión privada.

Nos acercamos a la mesa cuando ya estaban en el postre. ¿Lo convenció?, preguntamos a Bartlett. “No tocamos el tema”, evadió el experimentado político.

Sabíamos que ese había sido el tema. Penchyna es el presidente de la Comisión de Energía del Senado. Charlamos con el priista antes de que el político poblano llegara al restaurante Capital Grill, transformado ya en “la capital de los grillos”.

Antes de sentarse con Bartlett, el senador Penchyna nos contó que vio el video de López Obrador que circula en internet.

Le llamó la atención la parte en la que “El Peje” dice que no habrá recursos para la educación y la salud si se “privatiza” el petróleo.

“¡Es un mentiroso…!”, acusó.

Luego suavizó el tono. “No lo subestimo. Se vale disentir. Pero eso no es un debate. El asunto es que hable con la verdad. No con argumentos que le sirvan a su causa”.

“El PRI no está hablando de privatizar, sino de abrir áreas de esa industria al capital privado con audacia, sin perder la rectoría del Estado”, aseveró.

Antes de despedirnos de los dos comensales, el priista soltó en broma: “Vamos a aprobar (la reforma energética) en una tarde tequilera”. El senador del PT corrigió de inmediato. “La que voy a presentar yo…”

Bartlett, por cierto, se autonombró miembro de la Comisión de Energía del Senado. Quitó a Marco Antonio Blásquez, senador obradorista, y se puso él. La energética es la madre de todas las reformas. Por eso lo buscó Penchyna.

En el antes le preguntamos al priista: ¿Y si no lo convences? Respondió: “Haré mi esfuerzo por pagar la cuenta…”

Y seguramente lo hizo.

Las cosas van de mal en peor entre los senadores maderistas y corderistas. No hay comunicación directa en la bancada del PAN. “Lo estamos haciendo a través de las columnas”, lamentó Roberto Gil Zuarth.

Peor aún, observó el corderista, el “mediador” del conflicto,Luis Felipe Bravo Mena, ya dijo que el PAN está lleno de “tribus salvajes”.

Así cómo…

Ayer hubo una reunión convocada por Jorge Luis Preciado, coordinador de esa bancada en el Senado. El objetivo era explicar la propuesta de reforma energética que presentó el CEN del PAN. Fracasó. Asistieron sólo nueve de los 38 integrantes del grupo parlamentario.

Entre ellos hubo dos corderistas: Rosa Adriana Díaz y Fernando Herrera. Sólo siete maderistas respondieron al llamado del coordinador. Ni Corral ni Ruffo ni Marcela Torres acudieron al encuentro.

Ni siquiera la presencia del calderonista Jordy Herrera, ex secretario de Energía, sirvió de imán. Tres cuartas partes de la bancada ignoraron el llamado.

A Preciado, para acabarla de amolar, le batearon el amparo contra los estatutos que aprobaron la mayoría de los senadores del PAN. El nuevo reglamento le quita el manejo discrecional de los recursos.

Mala tarde para él, dirían los taurinos.

Se pasó de tueste el diputado obradorista Manuel Huerta Ladrón de Guevara con la senadora del PRI Cristina Díaz.

Cristina dio lectura a un exhorto a la PGR para que coadyuve a la Comisión de la Verdad en las investigaciones sobre la llamada Guerra Sucia de los setenta. El texto fue supuestamente modificado por Rodrigo Osuna, secretario técnico de la Primera Comisión de la Permanente, que sesionaba en ese momento.

El cambio provocó que el indignado petista comentara, sin el menor recato: “Yo no sé qué tenga que ver el secretario técnico con la senadora…”

Cristina se molestó. Le exigió respeto. “Me ofende”, le dijo. Ladrón de Guevara la ignoró. “Estoy en el uso de la palabra”, repuso.

Los priistas se alebrestaron. Se querían comer vivo al petista. La senadora abandonó momentáneamente el salón. “Ya sabemos que es un sonso…”, nos dijo.

“Esa señora es muy gritona”, comentó, en corto, el diputado obradorista. “La he visto en televisión, no le gusta que le digan las cosas. Al que le faltan al respeto es al diputado promovente”, añadió Ladrón de Guevara.

El exhorto fue presentado por el perredista Trinidad Morales.

Nos acercamos a la senadora del PAN Pilar Ortega, presidenta de la Primera Comisión, para preguntarle su opinión sobre el incidente. “Es un dolor de cabeza ese diputado…” , nos dijo.

■ El obispo de Aguascalientes, José María de la Torre Martín, no tiene pelos en la lengua. Calificó de “bueyes, gusanos, perversos y huevones” a los diputados de la legislatura local que no aprobaron la ley antiaborto.

Las lindezas del curita ya hicieron ruido a nivel federal. El diputado del PRD Víctor Raymundo Nájera Medina, coordinador de Laicidad, Derechos Humanos e Igualdad de ese grupo parlamentario en San Lázaro, casi excomulga al prelado. Le exige que se disculpe públicamente por sus ofensas.

El legislador no paró allí. Le devolvió las lindezas al religioso. “La pederastia en el clero ha sido un delito que no se ha castigado en su justa dimensión. Esos sí son gusanos perversos. Se aprovechan de una situación para violar niñas y niños”, dijo.

El obispo seguramente lo va a mandar al diablo.

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