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EL PECADO DE MONSEÑOR

Superiberia

Lo prometido es deuda. En la columna del pasado 3 de julio se informó la revista Proceso  publicó los nombres de varios obispos católicos que protegieron a curas violadores de niños y por lo tanto, esos obispos tendrían que ser presentados ante el tribunal especial del Vaticano para juzgar casos de pederastia que fue instituido por el Papa Francisco.  En la lista de religiosos que encubrieron casos de pedofilia aparece el exobispo de Orizaba, Marcelino Hernández Rodríguez, actual titular de la Diócesis de Colima, aunque no se dieron detalles del caso por el cual se le acusa.

 

 Pues bien, el señalamiento contra Hernández Rodríguez se basa la protección que dio al sacerdote Daniel Rodríguez Portilla quien en septiembre del 2010 fue denunciado ante la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE) –hoy Fiscalía del Estado- por haber violado a una jovencita de 14 años del poblado Comalapa del municipio de Zongolica. Tras el ataque sexual, la adolescente resultó embarazada por lo que sus padres decidieron recurrir a las autoridades judiciales ante la cerrazón del gobierno eclesiástico.

 

 Se sabe que los progenitores de la víctima acudieron en primer lugar a la Diócesis de Orizaba para denunciar al sacerdote Rodríguez Portilla pero en la oficina del obispo Hernández les dieron un portazo en las narices. Fue hasta finales de ese mes de septiembre cuando el caso ya había sido ventilado en la prensa por la denuncia penal abierta que desde la curia diocesana se anunció el retiro temporal del sacerdote Daniel Rodríguez de la parroquia a su cargo y la restricción impuesta para celebrar la eucaristía.

 

 Sin embargo, la Diócesis de Orizaba nunca  lo entregó a las autoridades ministeriales, al contrario, lo escondieron y lo protegieron. Es más, se ha dicho que hubo maniobras desde el obispado para que el proceso judicial se sesgara, cambiando el delito de pedofilia –abuso sexual de niños- a estupro, es decir, la seducción de una doncella para que acepte tener relaciones sexuales. De esta forma, el obispo Marcelino Hernández se sacudió el estima de un cura pederasta por el de un cura seductor de mujeres.  Un año después, la procuraduría veracruzana exoneró al religioso y hoy aunque está retirado del sacerdocio, tiene una vida tranquila en la misma región orizabeña.

 

 Daniel Rodríguez Portilla nunca pisó la cárcel, nunca respondió por la pederastia cometida contra la adolescente y lo peor, no fue la única víctima a la que atacó pues hubo otras niñas que también sufrieron el acoso sexual del cura aunque no hubo denuncias penales pues sus familiares cedieron ante el temor.  Es sabido que en comunidades rurales y sobre todo indígenas, la figura del párroco es de autoridad indiscutible y estos señores con sotana se convierten en tiranuelos que atemorizan y reprimen en el nombre de Dios.

 

 Por esoel caso de pederastia en la Diócesis de Orizaba quedó impune de la misma manera que sigue sin castigo quedó el caso  del sacerdote Rafael Muñiz López, extitular de la parroquia San Pedro Apóstol de Jalapa, quien se hacía llamar “Lobo Siberiano” en una red de pedófilos y distribuidores de pornografía infantil, y que fue protegido por el arzobispo Hipólito Reyes Larios.

 

 El Lobo Siberiano sigue prófugo desde el 2010 mientras que el exsacerdote violador de Comalapa ,hoy tiene una vida tranquila gracias al manto protector de monseñor Hernández Rodríguez.  Pese a ello –y ahora sí: gracias a Dios-  existe la terca memoria y hay quienes no olvidan ese delito. Por lo tanto, Marcelino  Hernández Rodríguez está en la lista de los obispos encubridores de sacerdotes pederasta y en su momento será denunciado ante el tribunal especial de la Santa Sede para que se le juzgue por sus pecados.

 

LA NEGACIÓN

 

En temas políticos, el llamado “padre del sicoanálisis”, Sigmund Freud sostiene que la negación tiene un efecto contrario a lo que intenta dar a entender la persona que la utiliza. Es decir, cuando afanosamente se intenta negar algo, inconscientemente se está confirmando que ese algo es cierto. Hay una aceptación intelectual de eso que se niega, señalaba el médico austriaco cuyos estudios siguen hasta la fecha como parámetros en el análisis de la mente.

 

 Y claro, esto también aplica en política aunque el pueblo mexicano sin conocer las teorías de Freud sabe desde hace tiempo que cuando un político dice que “Si” en realidad es “No” y cuando un gobernante asegura que “todo va bien”,  es todo lo contrario. La experiencia popular dicta que los discursos de los políticos hay que entenderlos al revés. Pues hace unos días el exsecretario de Gobierno, Gerardo Buganza lanzó su segundo video – ahora  ya es su etapa de precandidato “independiente” al gobierno estatal- aunque  no lo dedica a proponer, a convocar o a analizar la situación de la entidad sino  a negar todo lo que se ha dicho sobre su persona, especialmente sus nexos con la fidelidad y el priísmo.

 

 Es una videograbación bastante chafa, hablando de cuestiones técnicas, pero muy indicativa por la frase central: “No  soy el candidato de ningún otro interés que no sea el de los veracruzanos”, dice el cordobés, pero,  aplicando el análisis freudiano, en realidad si es el candidato de intereses ajenos a los veracruzanos: los del impresentable exgobernante y los de su sucesor, Javier Duarte.  También el difundir una videograbación exclusivamente para negar lo innegable tiene su lectura desde el contexto del marketing político: la falta de credibilidad en sus dichos y su persona caló hondo.

 

 La famosa “candidatura independiente” y su intento de parecerse a El Bronco de Nuevo León están por irse al retrete. En la prensa y en las redes sociales no causo el furor que esperaba el impresentable, solo algunos cuantos han encomiando tal proyecto pero con cautela. Entonces, la falsa independencia no cuajará, la mentira se les cae ya que no están engañando a la opinión pública.

 

LA MISMA GATA

 

El miércoles pasado el congreso estatal sesionó en la ciudad de Minatitlán, al sur de la entidad, y desde ahí se enviaron  señales nefastas para todos los veracruzanos. Una de ellas es que se dio entrada a la solicitud de los ayuntamientos de Veracruz y Medellín de Bravo para que se apruebe la desaparición del Sistema de Agua y Saneamiento (SAS) que administra el agua potable de ambos municipios y se autorice la concesión del servicio a las transnacionales Odebrecht, de capital brasileño y la española Aguas de Barcelona por los próximos 35 años.

 

 Se espera que la mayoría priísta de la legislatura apruebe tal solicitud en una próxima sesión y así  se concrete  la privatización del agua en la conurbación más poblada de la entidad,  donde las tarifas por el consumo de l liquido podrían elevarse hasta en un 300 por ciento como ya ocurrió en otras ciudades de América Latina – entre ellas Saltillo, Coahuila, en México- donde Aguas de Barcelona ha obtenido concesiones para manejar los sistemas de agua potable.  Pero el peligro no solo es para los porteños y los medellinenses sino para todos los veracruzanos en general porque la privatización del agua potable en esos municipios conurbados es solo el primer paso.

 

 En la  misma sesión legislativa se aprobó la iniciativa priísta para modificar la Ley de Asociaciones Público-Privada para el estado de Veracruz con el objetivo es facilitar la privatización de servicios públicos, principalmente el agua, en los otros 210 municipios. Según la justificación de esa reforma, se pretende otorgar al sector público y al privado la seguridad jurídica necesaria para la realización de asociaciones público-privadas, o sea, mixtas como la que operará en la conurbación Veracruz-Medellín de Bravo que ahora se llamará Grupo Metropolitano de Agua y Saneamiento (MAS) manejado por las extranjeras Odebrecht y Aguas de Barcelona.

 

 Entonces, la reforma a dicha ley tiene dedicatoria y en breve se iniciarán proceso de privatización de los otros sistemas municipales de agua. No es casual, por ejemplo, que al Hidrosistema de Córdoba lo hayan saqueado en los últimos años y ahora tenga insuficiencia financiera y múltiples problemas tanto en la calidad del servicio como en las prestaciones para su platilla laboral. Le están aplicando la misma receta que al SAS de Veracruz que desde la fidelidad lo exprimieron robándose el presupuesto, lo endeudaron y lo hicieron inoperante para justificar su privatización.

 

 Hidrosistema de Córdoba fue en un tiempo un modelo del  manejo eficiente del sistema de agua pero como es un negocio apetitoso, los corruptos iniciaron el proceso para hincarle el diente.  El organismo cordobés es uno de los siguientes en la lista de privatización del agua junto con las comisiones  municipales de agua de Jalapa y Coatzacoalcos. Lo voraces están imparables y van por esos esquemas mientras que el pueblo sigue dormido. Triste destino de los veracruzanos que no defienden ni el agua que les van a quitar.

 

 Y hablando de privatizaciones, el alcalde panista de Córdoba, Tomás Ríos Bernal está que brinca de contento porque el negocio va cuajando: privatizará la vía pública con la instalación de parquímetros y se llevará al baile a todos los automovilistas. Claro, habrá quien alegue que el dinero que arroje esos aparatos será administrado por el ayuntamiento y no una empresa privada pero al final de cuentas el resultado es el mismo: no habrá ningún beneficio para la ciudadanía.

 

 Las monedas que se depositen en los parquímetros terminarán pagando las camionetas de lujo de Ríos Bernal o las vacaciones insolentes de su yerno, el regidor Iván Hermida Espinosa –que se pasea por el extranjero como si en realidad trabajara y se lo mereciera-. En fin, son la misma gata, nada más que revolcada.

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