Roma.- Cuando el papa Francisco llegue mañana lunes a Brasil, se encontrará con un catolicismo diezmado en América Latina debido a los escándalos de pederastia, a las posturas conservadoras de la Iglesia frente a temas como los matrimonios gay, la fecundación in vitro y la participación de la mujer en el sacerdocio, así como al alejamiento entre la feligresía y sus pastores.