En una imagen que ha dado la vuelta al mundo, el Papa Francisco sorprendió a todos al colocarse un gorro autóctono decorado con plumas tradicionales durante su reciente visita a Vanimo, Papúa Nueva Guinea. Este gesto simbólico, captado en medio de su gira de 12 días por el sudeste asiático y Oceanía, refleja su compromiso con las culturas locales y su deseo de conectar con las comunidades indígenas.
El Pontífice, de 87 años, no llegó con las manos vacías. Viajando en un avión de carga C-130 proporcionado por la Real Fuerza Aérea Australiana, Francisco llevó consigo cientos de kilos de suministros médicos, ropa, juguetes y otros artículos esenciales para los habitantes de esta remota zona, que carece de servicios básicos como agua corriente y electricidad. Su visita no solo trajo ayuda humanitaria, sino también un mensaje de esperanza y solidaridad.
La comunidad local recibió al Papa con una cálida bienvenida, y en un gesto de cercanía, Francisco se vistió con el tocado tradicional de plumas. Este momento, viral en redes sociales, mostró una vez más el enfoque del Papa hacia la inclusión y su voluntad de abrazar las diversas culturas del mundo. Además de la ayuda material, el líder de la Iglesia Católica continúa llevando esperanza a las áreas más necesitadas del planeta, demostrando que su mensaje de compasión no conoce fronteras.
Un viaje histórico y un Papa comprometido con los más vulnerables.