El Papa Francisco manifestó hoy su “preocupación” por la detención de sacerdotes católicos en Nicaragua bajo el gobierno del presidente Daniel Ortega. Desde la ventana del Palacio Apostólico, después del rezo del primer Ángelus del año, el Papa pidió que se busque siempre el camino del diálogo para superar los problemas en el país centroamericano.
“Sigo con preocupación todo lo que está ocurriendo en Nicaragua, donde obispos y sacerdotes han sido privados de la libertad. Les traslado a ellos, a su familia y a toda la Iglesia del país mi cercanía en la oración”, expresó el Papa a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
Francisco instó a “la oración insistente” de los fieles y “de todo el pueblo de Dios” y añadió: “Mientras, espero que se busque siempre el camino del diálogo para superar las dificultades. Rezamos hoy por Nicaragua”.
La relación entre el Gobierno de Daniel Ortega y la Iglesia católica en Nicaragua ha estado marcada por tensiones, incluyendo la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas y la suspensión de relaciones diplomáticas.
Desde el 20 de diciembre, la Policía de Nicaragua ha detenido a un obispo, 13 sacerdotes y dos seminaristas, según denuncias de defensores de derechos humanos y dirigentes opositores en el exilio. El Gobierno nicaragüense no ha confirmado ni negado estas detenciones.
Esta situación se suma a la condena en febrero del obispo Rolando Álvarez a 26 años y 4 meses de prisión por el delito de traición a la patria. Ortega también ordenó en agosto la disolución de la Compañía de Jesús y la expropiación de su patrimonio en el país.
Nicaragua vive una crisis desde abril de 2018, que se intensificó tras las elecciones de noviembre de 2021, donde Ortega fue reelegido para un quinto mandato en medio de críticas y denuncias de falta de transparencia.
