El Papa Francisco se ha visto obligado a cancelar sus actividades programadas para el lunes por la mañana debido a unos síntomas gripales persistentes pero leves, según informó la oficina de prensa del Vaticano en un comunicado.
La decisión, tomada como medida de precaución, no se debe a la presencia de fiebre en el Pontífice.
El domingo, el Papa se encontraba lo suficientemente bien como para ofrecer su plegaria semanal del Angelus desde la ventana del Vaticano hacia la plaza de San Pedro. Sin embargo, el día anterior había cancelado una audiencia pública por síntomas similares a una gripe suave.
Aunque el calendario del Vaticano no mostraba audiencias públicas del Papa para el lunes por la mañana, se especula que podría haber tenido otros compromisos privados.
El pontífice de 87 años también se vio obligado a cancelar una audiencia programada con diáconos romanos el sábado pasado, como precaución por una “condición leve de síntomas de gripe”, según indicó su oficina de prensa en otro breve comunicado.
En los últimos meses, el Papa ha cancelado algunas actividades y un viaje internacional debido a su frágil salud.
