AGENCIA
Nacional.- En los últimos años, México ha sido estremecido por una serie de casos de feminicidas seriales que han sembrado el terror en diversas comunidades. Este fenómeno, que se ha cobrado la vida de numerosas mujeres, sigue siendo motivo de preocupación y análisis por parte de expertos en criminología y psicología.
El caso más reciente se registró el pasado 6 de marzo en Jalisco, donde un joven de apenas 20 años conmocionó al país al asesinar a tres mujeres en cuestión de minutos. Este episodio, aunque impactante, es solo uno más en una lista que sigue en aumento.
Expertos coinciden en que el entorno familiar y ciertas lesiones cerebrales podrían ser factores determinantes en la gestación de un feminicida serial. “Con esto no se nace, sino se hace”, afirman.
Entre los casos más notorios de feminicidas seriales en México se encuentran Andrés Mendoza, conocido como “El Monstruo” de Atizapán, quien se cree que pudo haber acabado con la vida de al menos 19 personas. Mendoza ganaba la confianza de sus víctimas y fue descubierto tras asesinar a la esposa de un policía, cuyo cuerpo mutilado fue encontrado en su domicilio.
Otros casos emblemáticos incluyen a César Librado, “El Coqueto”, Christian Omar Jacinto, Filiberto Hernández, Greek Román, Jorge Martínez, y Juan Carlos Hernández, conocido como “El Monstruo” de Ecatepec, quien confesó haber matado aproximadamente a 20 mujeres. En muchos de estos casos, los perpetradores exhiben un profundo desprecio hacia las mujeres y una falta total de empatía.
Además, se ha destacado la presencia de feminicidas seriales femeninos, como Juana Barraza Samperio, alias “La Mataviejitas”, quien asesinó a 48 adultas mayores entre 2005 y 2006.
El caso más reciente es el de Gabriel Alejandro García, quien mató a tres mujeres el 6 de marzo y presumió de sus acciones en redes sociales. Se describe como un sociópata, ajeno al remordimiento y fanático de los crímenes.
A pesar de la gravedad de esta situación, en México no se realizan estudios exhaustivos sobre los feminicidas seriales, lo que dificulta su identificación y captura. Expertos señalan la falta de perfiles criminales completos y la ausencia de investigaciones biológicas como una de las principales barreras para enfrentar esta problemática.
La psicóloga Blanca Ivonne Olvera Lezama advierte sobre la presencia de feminicidas seriales aún en libertad, debido a la falta de investigaciones profundas por parte de las autoridades. A menudo, los arrestos solo ocurren cuando cometen errores o se vanaglorian en redes sociales.
Por otro lado, el psicoanalista Froylán Avendaño destaca que estos criminales experimentan una adicción al homicidio, encontrando gratificación en cada nuevo asesinato. Carecen de empatía y sienten un profundo desprecio hacia sus víctimas, a las que ven como meros objetos.
En este contexto, la prevención de la violencia desde el hogar y la educación se erigen como pilares fundamentales. La ausencia de estructuras familiares sólidas y el entorno de violencia pueden contribuir al surgimiento de estas peligrosas personalidades.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades y la sociedad civil, los casos de feminicidas seriales siguen representando una grave amenaza para las mujeres en México. Es necesario un enfoque integral que aborde las raíces de esta violencia y promueva una cultura de respeto y equidad de género en todos los niveles de la sociedad.