Los orígenes de este pan tradicional viene de la saturnalia romana. Una festividad en honor al dios Saturno la cual se celebraba del 17 al 23 de diciembre y coincidía con el solsticio de invierno. El cristianismo intentó revocar estas celebraciones consideradas paganas añadiendo a este delicioso postre a la Navidad. Como dato curioso, fueron los mismos romanos quienes iniciaron la costumbre de esconder un haba dentro del pan.
En el año 354 comenzó a festejarse el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre. Poco después, la epifanía empezó a conmemorarse el 6 de enero, día en el que los cristianos occidentales celebran la Adoración de los Reyes Magos (los europeos ortodoxos del este suelen celebrar el bautismo del niño Jesús).