Una mala noticia recibieron esta semana los grupos radicales que se trepan a las protestas sociales -sean éstas de maestros, electricistas o estudiantes- para cometer actos vandálicos, asaltar comercios, agredir a policías antimotines.
La Asamblea Legislativa endureció las penas por delitos cometidos en las manifestaciones.
En adelante, quienes participen en delitos como robo y daños a propiedad ajena no alcanzarán fianza. La pena para los que lesionen a elementos de corporaciones policiacas y les provoquen heridas, que tarden más de 15 días en sanar, serán sancionados hasta con siete años de prisión.
El tema irrita a voceros de anarcos, panchos villas, atencos. Esos que jamás dicen nada cuando se agrede a civiles o policías antimotines, que destruyen o asaltan comercios, pero que se tiran al piso cuando descalabran a un anarco.
Esos que consideran que los derechos humanos son patrimonio exclusivo de los radicales cuyo único objetivo es desestabilizar el sistema.
Las quejas de que se “criminaliza la protesta” ya están a la orden del día.
• Hablamos con Raúl Plascencia del endurecimiento de las penas por delitos en manifestaciones. Nos sorprendió la franqueza del ombudsman nacional al abordar el tema. Su lenguaje es para poner los pelos de punta a los políticamente correctos. Se lo van a comer vivo.
El hombre aplaudió a los asambleístas que aprobaron las citadas modificaciones al Código Penal que dan marcha atrás a la complacencia que ese órgano legislativo tuvo con los vándalos del 1 de diciembre de 2012, al suavizar las penas que hoy vuelven a endurecer.
Argumentó:
“El derecho a la manifestación de las ideas tiene límites. En Alemania, en Inglaterra, en Italia, en España se ha legislado con toda claridad cuando una manifestación se transforma en ilícita. Se ha previsto que no es válido manifestarse armado con petardos, explosivos, piedras, palos y dañar a edificios o personas.
“En nuestro país se nos olvidó regularlo en la ley. En la Constitución sólo está el enunciado de que cualquier persona está en su derecho de manifestarse de manera pacífica, siempre y cuando no afecte derechos de terceros o, en su caso, no cometa delitos.
“Me parece que es muy importante que la ALDF haya agravado este tipo de delitos, que en sí mismos son graves. Que un grupo de manifestantes destruya un inmueble, es grave, que trate de quemar con gasolina a un policía, es grave. No hay duda alguna de que en cualquier democracia moderna esto se sanciona.”
—¿Está consciente de que lo que dice es políticamente incorrecto?—, preguntamos.
— “Lo sé. Entiendo que a algunos no les gustará. Pero tenemos que ajustarnos siempre al tema del ejercicio responsable de los derechos. El papel nuestro es ese. No podemos convalidar ni avalar comportamientos ilícitos ni contrarios a los derechos humanos.
“Por eso les dejo muy en claro. El estándar mundial en materia de derechos humanos lo plantea así. Esto no es contrario a los derechos de las personas. Por el contrario, es la mejor garantía para que cada quien conozca hasta dónde puede ejercer un derecho y cuándo lo está sobrepasando.”
Plascencia es el invitado del programa Arsenal que pasa esta noche a las 19:00 horas por Excélsior Televisión (Canal 127 de Sky y Cablevisión). El ombudsman habla también de su pleito con la UNAM, de las policías comunitarias, del sistema penitenciario y los derechos humanos en general.
• Se destrabaron ya los nombramientos de embajadores y cónsules “atorados” en el Senado, tenemos el calendario de las comparecencias que se llevarán a cabo de lunes 25 a miércoles 27 de noviembre. Roberta Lajous, España; Ulises Canchola, Irán; Carlos Isauro Félix, Malasia; Armando Gonzalo Álvarez, Australia, y Juan José Gómez, Bélgica, les tocará presentarse ante las Comisiones Unidas de Relaciones Exteriores y Relaciones Exteriores América del Norte, el próximo lunes.
Al día siguiente tocará el turno de Juan Andrés Ordóñez, Marruecos; Jorge Lomónaco, Organismos Internacionales; Carlos Pujalte, Paraguay; José Luis Alvarado, Haití; Luis Manuel López, Santa Lucía, y Leandro Arellano, Venezuela.
El miércoles van Fernando Castro Trenti, Argentina; Fernando Baeza, Costa Rica; Arnulfo Valdivia, Colombia, y Diego Antonio Gómez, Reino Unido.
• Rubén Moreira anda muy contento con la visita que Lía Limón hizo a Coahuila, pero más por los elogios que la subsecretaria de Derechos Humanos de la Segob le dedicó al Programa de Protección de Derechos Humanos en esa entidad, que ha sido duramente castigada por la desaparición de personas o la discriminación de grupos en situación de vulnerabilidad. Para hacerle frente a esos retos, el gobernador de Coahuila creó la Subprocuraduría de Investigación y Búsqueda de Personas no Localizadas.
La otrora panista destacó que Coahuila es el primer estado de la actual administración federal en contar con un Programa de Derechos Humanos y segundo, en la historia del país, en cumplir con este compromiso.
Lía le reconoció también a Moreira haber integrado el tema de los derechos humanos en la Conago.
• Se lo dijo Alan Riding, otrora corresponsal de The New York Times en México, al periodista Ariel González:
“El intelectual y el escritor —aquí agregaríamos a los periodistas— mantienen su importancia y prestigio siempre y cuando conserven su independencia y libertad de pensamiento. Eso se pierde cuando empiezan a hacer compromisos ideológicos, lo que implica una pérdida de independencia, o cuando empieza a dejarse cooptar de manera que está perdiendo su libertad.”
Absolutamente de acuerdo.
• Moraleja de la semana (cortesía de Isaac Asimov, escritor estadunidense). La violencia es el último recurso del incompetente.