Por: Andrés Timoteo / columnista
En una jornada electoral que rompió el récord de abstención ciudadana -con una participación de poco menos del 75 por ciento de los electores convocados a las urnas, la más alta desde los comicios presidenciales de 1969- los franceses eligieron en una segunda vuelta a su octavo presidente de la V República, es decir del régimen presidencial que comenzó el 4 de octubre de 1958 con la promulgación de la Constitución vigente.
Con casi el doble de votos, un 65.5 por ciento, Emmanuel Macron del partido En Marche! (¡En Marcha! o ¡Adelante!) se impuso sobre Marine Le Pen del ultraderechista y pro-nazi Front National (Frente Nacional) que sólo recibió el 34.5 por ciento de los sufragios. Es una elección histórica, pues de la segunda ronda de votación -la primera fue el 23 de abril- quedaron fuera los partidos tradicionales Le Républicains (Los Republicanos, LR) y el Parti Socialiste (Partido Socialista, PS) que se habían turnado el poder desde hace sesenta años.
Los electores franceses rompieron el bipartidismo hartos de los Gobiernos emanados de ellos, y optaron por nuevas propuestas. La ganadora tiene, asimismo, particularidades inéditas, como ya se ha citado, pues En Marche! apenas tiene un año de haber sido creado por el mismo Macron –en abril del 2016- y en su primera elección presidencial se hizo de la victoria. Ayer, también los galos dieron una lección al mundo, al frenar el arribo de la ultraderecha intolerante al Palacio del Elíseo.
Se demostró que Francia no es el espejo de Estados Unidos y pese a que muchos anticipaban que con la polémica elección de Donald Trump en el 2016 se abría una “ola” derechista en el resto del mundo, impulsando el triunfo de Marine Le Pen y el Front National, no fue así. El populismo de ultraderecha, el discurso-antisistema y los llamados encendidos al nacionalismo y el odio a los migrantes no funcionaron.
También se conjuró el pronóstico de una secesión de la Unión Europea –el famoso Franxit, la versión local del Brexit-, el abandono del euro como moneda transnacional y las políticas xenófobas que anticipaba el cierre de las fronteras a los migrantes y la expulsión de miles que son musulmanes, en el entendido que el islamismo es sinónimo de terrorismo.
Anoche mismo, en su primer discurso como presidente electo, Macron anunció que se dedicará a retejer los nexos entre Europa y los ciudadanos franceses.
Anticipó al mismo tiempo medidas para la “moralización de la vida pública” con el fin de atenuar la cólera y la división entre los ciudadanos por los desastrosos resultados de los últimos gobiernos de derecha e izquierda. Y es que la Administración del socialista François Hollande, deja al pueblo francés enojado con la clase política. De hecho, Hollande tiene un rechazo histórico, pues apenas el 25 por ciento de los ciudadanos respaldan los resultados de su Administración.
Hollande es el gobernante más impopular desde Napoleón III -a la fecha no existe ni un monumento ni una calle o plaza a nombre del emperador en la Ciudad Luz-. El actual presidente galo es el gran derrotado de esta contienda comicial por tres razones: No pudo reelegirse, no pudo colocar a su sucesor en la figura del primer ministro Manuel Valls y mandó a su partido (Parti Socialiste) al quinto lugar en la primera vuelta de las votaciones.
Otro mito que se rompió en estas elecciones es que, al menos en Francia, no funcionó la propaganda de guerra. François Hollande, a pesar de haberse erigido como jefe de la milicia contra el terrorismo –después de los atentados del 13 de noviembre del 2015-, no pudo siquiera lograr postularse a la reelección por el tremendo rechazo popular.
En resumen, las elecciones francesas son históricas porque se rompió el bipartidismo, se eligió a un candidato emergente y que ganó por un partido joven, ajeno a los tradicionales, se demostró que el triunfo de Trump en Estados Unidos no repercutió en Francia, donde el populismo intolerante y el aparente discurso anti-sistema, no engatusó a los electores. Anoche había fiesta en las calles parisinas, no tanto por el triunfo de Macron sino por la derrota de Marine Le Pen.
Para la anécdota se acota que con 39 años de edad, Emmanuel Macron, antiguo ministro de Economía y ligado a empresas bancarias, será el gobernante francés más joven desde Napoleón Bonaparte, proclamado emperador a los 35 años. La primera dama de Francia será Brigitte Trogneux, quien le dobla la edad a Macron pues tiene 64 años. Ella fue su maestra en el liceo. Se casaron en el 2007, no tienen hijos, pero Trogneux es madre de tres mujeres producto de su primer matrimonio y es abuela de varios nietos.
El próximo fin de semana, sábado 13 o domingo 14, Emmanuel Macron rendirá protesta en el Palacio del Elíseo, pues a diferencia de otros países, entre ellos México, el lapso de tiempo entre la elección y la asunción presidencial es muy corto. Es prácticamente inexistente la judicialización de los comicios: el más votado, gana y el perdedor reconoce su derrota en el contexto de una elección limpia, directa y sin fraude, lo que sin duda es otra enseñanza para los otros regímenes republicanos del mundo.
EVA, LA MÁS BUSCADA
En Veracruz, inicia este lunes la segunda semana de campaña electoral para la renovación de las 212 Presidencias municipales. A pesar de que es una elección de proximidad, dado que un Presidente municipal es representante popular que, teóricamente, está más cerca de los ciudadanos, el proselitismo está “apagado”, no despierta mucho entusiasmo mayor entre el electorado como en años anteriores.
No obstante, está vigente el pronóstico de una derrota histórica del priismo y un triunfo del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en muchos municipios. Morena es un fenómeno emergente que en su primera elección municipal disputará municipio a municipio con la alianza formada por los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD).
Otra peculiaridad es que Veracruz es la plataforma de ataques rumbo al 2018, especialmente contra Morena y su fundador, Andrés Manuel López Obrador, y así lo ha demostrado el paseo de personalidades de la clase partidista. Ayer estuvo en el Puerto, la exprimera dama Margarita Zavala, también aspirante a la candidatura presidencial, quien ocupó su estancia para atacar a ambos por el caso de la diputada con licencia Eva Cadena Sandoval, sorprendida en varios videos recibiendo dinero para el tabasqueño y por aprobar leyes a modo en el Congreso Local.
Cinco días antes, el 2 de mayo, el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, también estuvo en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río y aprovechó para acusar que “en Veracruz está la cuna de la corrupción de Morena”. La intención es frenar a López Obrador, quien es puntero en la carrera presidencial, usando el video-escándalo. Se espera que esta semana se mantenga la polémica o incluso se eleve, pues hay quienes aseguran que saldrá otra nueva videograbación.
Y en este contexto, Eva Cadena, de quien se dice ya emprendió la fuga y no se sabe de su paradero, es la más buscada por todos: la quiere encarcelar la Fiscalía Especializada de Atención de Delitos Electorales (Fepade), también la Fiscalía General del Estado y hasta las mismas bancadas y dirigencias de Morena, que tras desconocerla ya presentaron sendas denuncias penales en su contra y están exigiendo su desafuero.
La señora Cadena es una presa apetitosa para todos, pues ella conoce la identidad de los personajes que le entregaron dinero como supuestas contribuciones para la campaña de Morena. Ella es la clave para confirmar que Morena y López Obrador efectivamente recibían dinero a trasmano. Su detención es de alta prioridad para el Gobierno Federal, sin duda, porque será un arma con la que le harían buen daño al tabasqueño con miras
al 2018.
Por lo pronto, el jueves 11 de mayo, López Obrador inicia una gira de cuatro días por el Norte y Centro de Veracruz. Se espera que en ella haga un posicionamiento sobre el caso de Eva Cadena, ya que después de los dos videos que difundió en las redes sociales cuando surgió el primer video, y en los que acusaba a la “mafia del poder” de haberle puesto “un cuatro” a la diputada, el Peje ha guardado silencio en el caso.
También se verá el comportamiento de los militantes de Morena, que en muchos lugares siguen enojados por la imposición de candidatos a las Presidencias y Regidurías. No hay que olvidar que en la última gira que realizó en Veracruz fue abucheado en algunos lugares, entre ellos Las Choapas –el 8 de abril- donde respaldó la imposición de la misma Eva Cadena y en Coscomatepec, donde fue despedido a tomatazos el pasado 10 de marzo. Según el itinerario, el domingo 14 de mayo, López Obrador realizará mítines en Zongolica, Orizaba y Córdoba.
LAS FICHOTAS
En este contexto electoral de Veracruz, causa estupor las postulaciones que el Partido Movimiento Ciudadano (PMC) -del cordobés Dante Delgado Rannauro- ha hecho con personajes desacreditados por sus nexos con la fidelidad. Uno de ellos es el exsecretario de Salud en el sexenio pasado, Pablo Anaya Rivera, quien es candidato en Poza Rica, pese a que es corresponsable en el saqueo del erario, sobre todo del presupuesto sanitario. Es decir, Anaya participó y facilitó el robo del dinero que debió ser ocupado en salvar vidas.
Cerca de ahí, en Martínez de la Torre, otro impresentable, Eduardo Sánchez Macías, también realiza campaña electoral bajo las siglas del PMC. El señor fue un Diputado Local improductivo y siempre votante de las iniciativas del exgobernador Javier Duarte, y además es pariente de la esposa y el suegro del cordobés, Karime Macías Tubilla y Antonio Macías Yaseguey. En este caso, el parentesco sí cuenta como agravio porque hizo negocios en familia, al amparo del poder estatal.
Eduardo Sánchez comparte sociedad con Macías Yazeguey en varios periódicos abiertos durante el sexenio duartista y a los cuales se entregaron decenas de millones de pesos. Los negocios periodísticos de Sánchez Macías –algunas tan fugaces que sólo duraron meses como el caso de El Heraldo de Córdoba- fueron usados de la misma forma que las famosas “empresas fantasma” para desviar cientos de millones de pesos.
El tercer caso que ilustra a las “fichotas” que el PMC decidió abanderar es Hilario Villegas Sosa, abanderado en Tlacotalpan, donde ya ha sido alcalde en dos ocasiones, en las cuales dejó vacías las arcas municipales. Villegas Sosa no sólo se enriqueció con la expoliación del dinero municipal sino que tiene otros negocios menos decentes en la región y sería socio y prestanombres del innombrable en la región sotaventina.
En Tlacotalpan lo conocen como “el caballerango de la fidelidad”, pues es quien administra los ranchos del impresentable exgobernante donde se crían caballos pura sangre. Esos tres casos echan por tierra y hasta hacen parecer cínicas las palabras que el dirigente estatal del Movimiento Ciudadano, Armando Méndez de la Luz, acaba de pronunciar: “no voten por los verdugos”, dice socarronamente cuando su partido postula a esos mismos verdugos de la población. ¿No es hilarante?