in

El neoliberalismo

Superiberia

 

Considerándolo más, un sistema ideológicamente cimentado en las libertades e intereses económicos, que una forma de gobierno o filosofía política; el neoliberalismo o liberalismo tecnocrático, teóricamente enarbolado en los pensamientos del economista inglés John Maynard Keynes, a finales de los setentas y ochentas; en México, adoptado a partir del gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), presidente que declaró en moratoria de pagos al país y permitió la intervención en la economía nacional del Fondo Monetario Internacional, abriendo un proceso de ajuste macroeconómico, y acrecentado exponencialmente en los sexenios de Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa; distinguiéndose por su intervención e influencia en la forma de administrar el gobierno, tanto en lo político, como en lo social; siguiendo y privilegiando directrices macroeconómicas en criterios sostenidos por organismos intergubernamentales como la Organización Mundial de Comercio, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Organización de Estados Americanos, Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe, Tratado de Libre Comercio de América del Norte, ahora rebautizado como Acuerdos Preferenciales de Comercio (APC), convergiendo en ello, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que históricamente han servido para constreñir a los países en vías de desarrollo, hoy también llamados como economías emergentes, a realizar amplios cambios en las estructuras de sus economías en favor de los grupos de poder económico, como políticas de ajuste estructural y traído resultados profundamente nocivos para las clases más desprotegidas, en los países afectados;

Ahora bien, el neoliberalismo fundamenta su teoría económicamente, en el libre mercado, muchas veces anárquico y voraz, y, no en el ser humano como tal, así como que el Estado, no intervenga o lo haga en la mínima expresión en la economía nacional, dejando en su mayoría el control de la economía en manos del capital privado; condicionado al adelgazamiento de los aparatos burocráticos en la naciones que lo practican; ejemplo de éstos tipos de gobierno son los Estados Unidos de América del Norte e Inglaterra, llamados países del primer mundos o economías desarrolladas, en los que se permite a las corporaciones e inversionistas, operar autónomamente para maximizar sus ganancias, por medio de políticas de comercio libre, de desregulación, privatización de servicios, baja inflación y el movimiento libre de capital como cultura de desarrollo, teniendo un aparato burocrático que no supera el tres por ciento de su población productiva, países que han llegado a tener permanentemente una influencia decisiva sobre la estructuración de la economía global.

Como antecedentes de esta tendencia, México, en el año de 1982, tenía 1155 empresas estatales, en actividades de petróleo, petroquímica básica, minería, electricidad, telefonía, comunicaciones, ferrocarriles, transportación aérea, química, automotores, acero, azúcar, bienes de consumo duradero, banca, comercio, etcétera; caídas en la desgracia de la desmedida burocratización como un sistema de conservación del poder político y económico, prostituyéndose en sus fines y creándose estructuras amorfas y exageradas en sus elementos, perdiéndose por completo los conceptos de productividad, eficiencia, calidad, competitividad y profesionalismo, paradigmas indiscutibles de ello, son las concesiones de Telmex, de los Ferrocarriles Nacionales de México, la Minería, que siguiendo estos conceptos han dado origen a fortunas inmensas;  

La firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en el 1994, dejo en la banca rota a los productores mexicanos del sector agropecuario nacional y en materia agroalimentaria, al no estar en condiciones de competir con precios de mercancías generadas en campos tecnificados como los de USA y Canadá, y con subsidios directos a los bienes que los generan, teniendo como consecuencia una migración constante y el abandono del agro y el crecimiento de personas en pobreza alimentaria, según estadísticas incluso gubernamentales, entre 1993 y 1999, las importaciones de maíz crecieron 3 mil por ciento, al pasar de 152 mil toneladas a 5.4 millones de toneladas; los cultivos de frijol, soya y trigo en México, han caído representativamente, por políticas ineficientes, motivos por los que México carece de soberanía alimentaria, importando el 42% de los alimentos que se consumen en el país a finales del gobierno de Vicente Fox Quesada y llegando al 60% al término del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, la adopción en México, del modelo neoliberal, significó en estos sexenios la devastación de la economía nacional en la materia, y el retroceso en cascada del nivel de vida, derivándose de ello la mayoría de los problemas que aquejan a nuestro México, incluidos la inseguridad y el crecimiento de la economía criminal expresada en el crecimiento del narcotráfico y sus consecuencias, actividad ilícita que incluso han llegado a impedir el libre tránsito de productos agrícolas y personas o el establecimiento de cuotas, por las carreteras nacionales, lo que se convierte en un acto verdaderamente temerario, con micro agro productores en pobreza extrema y en la total indefensión.

Los salarios mínimos, perdieron el poder adquisitivo a extremos alarmantes, y continúa con una clara tendencia a la baja, el desempleo, la pérdida de condiciones de trabajo dignas, son el resultado de la política neoliberal, que desprotegió en los dos sexenios anteriores la fuerza de trabajo, en favor de los grupos de poder económico, la competencia y la reducción de costos, esto representa un gran conflicto para la clase trabajadora ya que depende del salario como medio de vida; 

En México, no podemos tener un gobierno rico y obeso en su estructura con casi el diez por ciento, de la población productiva, integrada a la burocracia y la inmensa mayoría de los gobernados en condiciones de pobreza y muchos con hambre; adoptando políticas clientelares en base a programas sociales utilizados por los partidos políticos y grupos de poder, principalmente en los estados, que por incapacidad, ineficiencia e inexperiencia, omiten prever sus consecuencias; negarse a focaliza el problema de las condiciones de viabilidad para la subsistencia, han erosionada de tal forma a la sociedad en todos sus niveles, que en amplias regiones del País se ha perdido la presencia del estado de derecho y el nacimiento de la anarquía; el desafío planteado al Gobierno Federal, para superar estos rezagos, y alcázar una estadía de desarrollo y una garantía a un mínimo vital de subsistencia a los ciudadanos, como un derecho fundamental, es sencillamente descomunal, con la inserción en una economía global sin ataduras, teniendo que atenderse con sentido común, con modalidades de acción distintas a las que predomina en criterios económicos académicos, con políticas sencillas de establecer, el adelgazamiento obligado del aparato burocrático, la integración al sistema de gobierno de políticas de productividad, eficiencia, calidad, competitividad y profesionalismo, hacia fuera y hacia dentro del gobierno, en un ejercicio primero de reconocimiento de los acontecimiento que han generado el problema y después de convergencia para plantear los objetivos hacia el progreso y no con visión voluntarista, con intachable transparencia y rendición de cuentas; 

Se deben construir formas económicas alternativas, basadas en el desarrollo humano y subordinado a los derechos fundamentales del hombre, con acceso a la justicia para todos y todas, la democracia, y la sustentabilidad medioambiental, pues los impacto en economías diversas, son diferentes e implican atender esta condición para la aplicación del libre mercado interno y entre las naciones, según su grado de desarrollo y no por decreto o capricho, reconsiderando el papel que juega el Estado en la economía, con un rol humanista, instaurando políticas públicas que permita un desarrollo del País de manera incluyente, enfocadas a crear y mejorar las oportunidades, la libertad, salud, empleo, educación, seguridad y que invierta en el progreso, instaurando estrategias de protección de recursos nacionales, que pueden ser utilizados para las necesidades propias del País, y que no tengan como destino el mayor enriquecimiento de unos cuentos, inmersos en los grupos de poder político, económico y criminal.

¡¡Saludos…!!

CANAL OFICIAL

Cena en honor a Abel Arenas

Bella y distinguida soberana