Ciudad Juárez.- Desde hace meses esta ciudad fronteriza ha recuperado la tranquilidad. El secreto no está en la estrategia implementada por las policías federal, estatal y municipal.
Tampoco, en la presencia masiva de miembros del Ejército y de la Marina.
La clave está en el acuerdo al que llegaron a fines del año pasado dirigentes del Cártel de Sinaloa con los capos del narco local, para acabar con los enfrentamientos que ensangrentaron las calles de la que llegó a considerarse la ciudad más peligrosa del mundo.
A cambio, Ciudad Juárez y su vecina El Paso, en Texas, se han convertido en un limpio corredor para las anfetaminas que, procedentes de Michoacán, inundan el mercado de Estados Unidos.
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