TRAICIÓN A LA PATRIA
José Yunes Zorrilla, Héctor Yunes Landa y Fernando Yunes Márquez, los senadores por Veracruz. A ellos, los tres Yunes, ningún veracruzano debe olvidar. Sus nombres deben grabarse con tinta indeleble en la memoria popular a partir de esta semana. Ellos son los representantes de los veracruzanos de la entidad en la cámara alta del Congreso de la Unión y votarán el proyecto de la llamada reforma energética con la cual entregarán el patrimonio de todos los mexicanos a los empresarios nacionales y extranjeros. La propuesta para cambiar las leyes que rigen el rubro energético pretende vender Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Así, ellos con su voto revertirán el espíritu de la nacionalización realizado hace 70 años por el entonces presidente Lázaro Cárdenas, desmantelarán los postulados de la Revolución Mexicana y cambiarán los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución mexicana para que la riqueza petrolera y eléctrica se la queden los hombres del dinero. O sea, la propiedad de la nación la entregarán a unos cuantos.
José Yunes Zorrilla, Héctor Yunes Landa y Fernando Yunes Márquez, son nombres que cada uno de los veracruzanos debe repetir de ahora en adelante si votan a favor de la reforma energética porque decidirán que desaparezca el subsidio al consumo de energía eléctrica y todos deban pagar más en los recibos al igual que el subsidio de la gasolina que se eliminará y con ello se disparará el precio de los productos y servicios básicos. Los tres Yunes traicionarán a los veracruzanos si votan a favor de la reforma energética porque con su sufragio condenarán a la pobreza a millones. La clase media se convertirá en clase pobre, los que hoy son pobres serán miserables y los que son miserables simplemente desaparecerán.
Al entregar el petróleo a los empresarios, el Estado Mexicano ya no tendrá los recursos para cubrir los esquemas de salud, educación, combate a la pobreza y obras de infraestructura social. Los fondos se escasearán y con ellos la política social de los tres niveles de Gobierno. Es mentira que vendrán inversiones con empleos y bonanza para todos. No llegaron cuando se privatizaron los bancos, los ferrocarriles, Teléfonos de México, los ingenios azucareros, los canales de televisión pública 13 y 11 ( Imevisión), las autopistas o las minas. Al contrario, se diezmó a los trabajadores sindicalizados, los nuevos dueños saquearon lo que pudieron y tuvo que ser necesario un rescate gubernamental en muchas de esas empresas como las autopistas y las factorías azucareras.
Los mexicanos no se beneficiaron con esas privatizaciones, no salieron de pobres y en contraparte con la venta de lo que era propiedad de todos los mexicanos surgieron los hombres más ricos del país e incluso del mundo como Carlos Slim quien compró Telmex, Ricardo Salinas que se hizo de los canales 7 y 13 para fundar Televisión Azteca o Germán Larrea propietario de las minas que acaparó el llamado Grupo México. Habrá que imaginar los multimillonarios que surgirán con la venta de Pemex y CFE o hasta dónde se engrosarán las cuentas de las transnacionales extranjeras.
De Pemex depende el 40 por ciento del presupuesto nacional, es decir, 4 de cada seis pesos que tiene el Gobierno provienen de la venta del hidrocarburo. ¿Qué pasará ahora que los empresarios sean dueños de petróleo? Como ya se dijo líneas arriba, habrá mucho menos dinero para los rubros sociales y con el paso del tiempo se dejará de pagar becas, construir hospitales, cubrir pensiones jubilatorias, construir escuelas, introducir servicios básicos en zonas marginadas, levantar puentes, caminos y otro tipo de infraestructura social. Todo lo que sale del petróleo ya no será posible sostenerlo porque ahora el petróleo será de otros, de unos cuantos vivales.
Por eso se insiste, todos los veracruzanos deben estar muy atentos al voto de José Yunes Zorrilla, Héctor Yunes Landa y Fernando Yunes Márquez en el Senado aunque se anticipa que cometerán traición a los electores y a la patria. Si votan a favor ninguno de ellos tiene derecho ni siquiera a aspirar a ser Gobernador de Veracruz. Los tres han expresado de cierta forma sus aspiraciones a una candidatura en el 2016 pero si apoyan el despojo a la patria los veracruzanos deben repudiarlos pues si hoy venden la riqueza del subsuelo después venderán lo que sea. El que traiciona una vez, lo hace siempre, no se debe olvidar.
AL BASURERO
También es tiempo de que cada veracruzano atienda la recomendación de aquella canción de la sudamericana Mercedes Sosa: “Solo le pido a Dios que lo injusto no me sea indiferente…si un traidor puede más que unos cuantos, esos cuantos no lo olviden fácilmente”. Entonces, nadie los debe olvidar. Todos los días cuando la vida se vuelva más pesada, cuando no alcance para comprar lo básico para comer, cuando se pague la gasolina para el automóvil, el boleto de pasaje o el recibo de luz, los veracruzanos deben recordar los nombres de José Yunes Zorrilla, Héctor Yunes Landa y Fernando Yunes Márquez.
La terca memoria también debe retener los nombres de aquellos legisladores que traicionen a los veracruzanos desde la Cámara de Diputados a dónde llegará la minuta de la reforma energética después de que se vote en el senado. Ahí, los nombres de los treinta legisladores originarios de la entidad no deben olvidarse para repudiarlos si votan a favor. La tarea de tener una excelente memoria es urgente en especial para los habitantes de la zona Centro que deberán estar al pendiente del voto de los diputados cordobeses Leticia y Tomás López Landero –aunque este último tenga el escapulario de ser diputado por Zongolica- y Juan Bueno Torio, del orizabeño Juan del Bosque Márquez y del huatusqueño Víctor Serralde Martínez –o como en realidad se llame este señor multifacético-.
Ellos se merecen el repudio si avalan la tarascada y ninguno tendrá derecho a aspirar a otro cargo de elección popular, los cordobeses, orizabeños, zongoliqueños y huatusqueños deberán castigarlos y mandarlos al basurero de la historia al igual que a los que hoy ocupan las tres curules senatoriales. Y adicional a la actuación personal de cada legislador, habrá que castigar la complicidad de sus partidos, el PRI y el PAN que se confabularon para vender el patrimonio nacional y pretenden consumar el atraco con el respaldo de sus partidos satélites, el PVEM y PANAL así como el ala vendida del PRD. Esos institutos políticos también se merecen ser arrojados al cesto de la basura.
SE FUE A ROMA
Hay un escándalo en las redes sociales debido al viaje que el gobernante en turno realiza desde el jueves pasado a Roma, Italia, el cual emprendió casi de manera fortuita y a escondidas. La noticia del periplo con su familia –y según la especie, 62 invitados entre ellos la vocera estatal María Gina Domínguez, el secretario de Turismo, Harry Grappa y algunos empresarios zalameros- fue filtrada a la prensa a finales de la semana pasada y ante el revuelo mediático la Coordinación de Comunicación Social tuvo que informar –a medias- sobre el viaje que se dijo fue “personal” y hasta el fin de semana pasado “no había agenda” del mismo.
Sin embargo, días antes se había divulgado por filtraciones oficiales que el gobernante en turno iría a Italia porque su administración donó al Vaticano un “Nacimiento” –figuras del altar navideño- elaborado por artesanos totonacas y posiblemente sostendría un breve encuentro con el Papa Francisco. En las redes sociales se llegó a especular que el mandatario y su esposa aprovecharían para bautizar a su tercer hijo en la Basilica de San Pedro y por eso se llevó a todos los invitados al viaje -¿pagados con el erario?-. En fin, hay muchas especulaciones y pocas explicaciones.
Lo cierto es que el gobernante se fue a hurtadillas y lo hizo cuando la entidad está hirviendo por la ola delictiva en Córdoba y en la conurbación Veracruz-Boca del Río –en esta última con la llamada “Banda de Machete” que lleva cuatro restaurantes reconocidos donde roban a la clientela a plena luz del día y con machetes en mano-, las manifestaciones de los maestros y las que se avecinan con la aprobación de la reforma energética, cuando todavía no termina la glosa de su tercer informe en el congreso local y a unos cuantos días de cerrar la cuenta pública del 2013 y que se renueven los 212 ayuntamientos.
Poco le importó todo lo anterior y prefirió dejar la administración con piloto automático encendido para irse a pasear por la Ciudad Eterna. Lo malo son dos cosas: una, que esté o no en Veracruz las cosas siguen igual –como si no hubiera gobernante- y la segunda –y peor- es que seguramente se cumplirá aquella frase que reza “el que burro se fue a Roma, burro retorna”, utilizada con mucha frecuencia para referirse a aquellos que por naturaleza son poco inteligentes –para decirlo con un término educado – y aunque viajen por lugares cosmopolitas, repletos de cultura y belleza, regresan como se fueron: sin mejorar.