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El minutero

Superiberia

 

SE ACABÓ EL SUEÑO

La maldición del “ya merito” volvió a ceñirse  sobre la selección mexicana de futbol y ayer fueron eliminados por el equipo holandés en los octavos de la Copa del Mundo  en Brasil. Era la tendencia, dicen algunos, y así concluyó el sueño mundialista para México. Ahora, la opinión pública tiene que volver los ojos y ocuparse del tiradero que en la casa, especialmente de los zarpazos que están propinando los  facinerosos legisladores en la discusión de las leyes secundarias de las reformas en telecomunicaciones, energía  y política.

Es urgente que los mexicanos despierten del sueño y se ocupen de la pesadilla de tener a un gobierno de la República y a partidos políticos haciendo  tropelías en el recinto parlamentario. Hay una intención marcada para favorecer a los grandes consorcios financieros, nacionales y extranjeros, de entregar el patrimonio nacional ya sea el físico como el hidrocarburo del subsuelo o el abstracto como el radioespectro, rubro en el que se pretende beneficiar a los monopolios mediáticos, principalmente a Televisa, a espaldas de la nación.

 Lo anterior en el tema federal porque en el estatal las cosas van peor: la violencia y crimines ni siquiera hicieron pausa mundialista y a diario hay secuestros, asaltos, extorsiones, cobro de piso y ejecuciones -siendo la más espectacular en los últimos días la perpetradas contra más de 40 personas cuyos cuerpos se encontraron en fosas clandestinas del sur del estado- , a la vez que los operativos policiacos son un fracaso –prueba de ello son Córdoba y Coatzacoalcos donde llevan dos tres programas al hilo, los “blindajes”, los “mandos únicos” y “regiones seguras” sin que la inseguridad se amaine-. 

Insensibles e insolentes, los funcionarios estatales siguen repitiendo el “aquí no pasada nada” y buscando criminalizar a las víctimas –acusándolas de ser personas indecentes, como calificó el todavía secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez, a los muertos de las fosas clandestinas del sur veracruzano, entre los cuales había varios niños-. Hacen conferencias de prensa y dan declaraciones periodística dando cifras del descenso de la delincuencia pero el ciudadano de a pie percibe todo lo contrario. Es decir, sigue inmerso en la pesadilla y no en el sueño color de rosa de los despachantes de palacio de gobierno.

Por cierto, la noche del domingo le tocó al alcalde de Boca del Río, el panista Miguel Ángel Yunes Márquez ser el blanco de la delincuencia pues un grupo armando entró a su domicilio y maniató a los empleados con quienes le dejaron el recado que iban por él. Muy sospechoso el suceso que abona a la turbiedad del contexto estatal pues Yunes Márquez es hijo del enemigo público número uno de la fidelidad y el gobierno en turno, Miguel Ángel Yunes Linares, y muchos especulan  que el atentado fue un acoso realizado bajo pedido.

 Es el segundo en lo que va de este sexenio contra Yunes Márquez pues en febrero del 2012 cuando era delegado estatal del programa “Oportunidades” otro grupo de sicarios intentó secuestrarlo sobre la carretera Álamo-Castillo de Teayo, al norte del estado, y pese a que abrieron fuego con armas largas para detener la camioneta en la que viajaba el blindaje de la misma y la pericia del conductor  hicieron posible que escapara  del plagio.

 Pero regresando a la pesadilla veracruzana –aderezada con la falta de obra pública, la deuda pública multimillonaria y el quebranto financiero de las arcas estatales- y que se empata con la federal, amerita urgentemente que los mexicanos y veracruzanos dejen el sueño futbolero y atiendan lo que sucede en el país y en el estado. Los enemigos ya no son los jugadores de las selecciones extranjeras sino la riada de políticos deshonestos, vende-patrias e ineficientes que imperan por todos lados.

 

HERALDOS NEGROS

Otro sueño que ya se terminó tiene que ver con asuntos periodísticos. El pasado fin de semana, sorpresivamente los abogados del diputado local por el Partido Nueva Alianza (Panal) –pero en realidad del tricolor- Eduardo Sánchez Macías, llegaron a las instalaciones de El Heraldo de Veracruz, y cerraron las instalaciones, despidiendo a todos los trabajadores, entre ellos reporteros, fotógrafos y editores. Sin previo aviso, sin liquidación de ley, sin ni siquiera la mínima atención de ofrecer una explicación, todos fueron lanzados al desempleo.

Algunos dicen que recurrirán a los tribunales laborales y otros proponen bloquear calles y carreteras en demanda de su liquidación. Vaya contradicción, Sánchez Macías es secretario de la Comisión de Protección a Periodistas en el congreso local y miren: echó a la calle  a sus propios reporteros sin la indemnización que por ley les corresponde. ¿La comisión legislativa lo expulsará y le abrirá un proceso?. Júrenlo que no moverán un dedo aunque estén en un predicamento, no moral porque esa nunca la han tenido sino de formas, pues ya es mucho el desparpajo –por no decir desvergüenza- de este señor.

No es la primera vez que Sánchez Macías hace de las suyas contra los trabajadores de sus empresas periodísticas. Apenas en abril pasado, editores y diseñadores de otro de sus rotativos, El Heraldo de Coatzacoalcos, tuvieron que encarar al diputado local en una conferencia de prensa que realizaba junto con el dirigente nacional del Panal, Luis Castro, porque los despidieron sin el pago de su liquidación, igual que lo hicieron en Veracruz. Días antes, también Sánchez Macías despidió al reportero Pedro Jauregui, de ese mismo diario, por criticar en las redes sociales a la reina del carnaval de aquella ciudad. 

Lo sucedido con El Heraldo de Veracruz sería, paradójicamente, un heraldo negro –un mensaje de mal augurio- para los otros periódicos de la cadena de rotativos que súbitamente construyó el neopolítico emparentado con el suegro del gobernante en turno –el cual sería accionistas de las mismas empresas-, y  muchos sostienen que es cuestión de días o semanas  para que lo sucedido en el puerto se repita en Córdoba donde está el periódico de más reciente creación, inaugurado hace apenas el pasado 21 de marzo. Así que sobre aviso no hay engaño, como diría el filósofo de Ciudad Juárez.

Sin embargo, más allá de que el tema es un caso de abuso contra el gremio reporteril, también tiene trasfondo que lleva a suponer pleitos en el seno de la familia que gobierna la entidad y mesura el tamaño de la crisis financiera en la que se encuentra el gobierno estatal. La versión es que el gobierno estatal tiene un adeudo con la cadena de periódicos de Sánchez Macías por ¡¡200 millones de pesos!!. Así es, ¡¡200 millones de pesos!!, el presupuesto de más de veinte ayuntamientos pequeños en extrema necesidad, una cifra con la que se serviría para levantar veinte escuelas o pagar el salario de mil 500 profesores en todo un año.

No hubo pago de la deuda  y  el flujo recursos públicos quedó cortado dando como consecuencia que se deshiciera la espuma artificial con la que creció dicha cadena de diarios.  ¿Pleito de familia?. Se rumora de todo aunque otros simplemente señalan que el gobierno estatal está en bancarrota y no tiene ni para pagar los exorbitantes e insultantes negocios con los parientes.

  Por otro lado  pero en el mismo tema de los medios informativos,  en Veracruz se ha promocionado mucho en los últimos días la apertura de otro periódico en la capital del estado que se llamaría Eje Central, el cual  tendrá instalaciones en el lujoso fraccionamiento de Las Ánimas y sus supuestos dueños son empresarios-políticos de la región norte de la entidad que compraron una franquicia en el Distrito Federal. 

Empero, la leyenda urbana cuenta algo adicional pues uno de los socios mayoritarios sería un encumbrado funcionario estatal que fue alcalde de Tuxpan. No hace falta mencionar su nombre. Ya se verá si para este nuevo proyecto hay dinero para enfrentar las abultadas facturas que se cargarán al erario público.

 

NI A OCTAVOS

Incumplieron. Se rajaron. No llegaron ni a octavos de final, bueno ni siquiera patearon el balón para iniciar el partido. Uno decía que iba a desnudar ante la muchedumbre el complot de un PAN rojizo servil al PRI y el otro que le pondría un alto a su detractor.  Ni el primero exhibió los trapos sucios de Julen Rementería ni el segundo le puso un alto a las bravuconadas de Miguel Ángel Yunes Linares. Puro pleito de sombra y saliva pues nunca se realizó el debate que anunciaron para el viernes pasado sobre la propuesta de la gubernatura de dos años que impulsa Rementería del Puerto.

Los perjudicados con la cancelación del duelo verbal son veracruzanos que conocerían detalles sobre la iniciativa y sus intereses soterrados. En Veracruz no se debate, no se discute lo que promueven como leyes, no se informa al pueblo, ese es el mensaje que se deduce con la suspensión de debate  Yunes-Julen que le fallaron a la afición, la dejaron con el morbo encendido. Ahora salen con el argumento de que debatían al interior del partido para salvaguardar la unidad o sea  lavarán la ropa sucia en la casa para que nadie se entere de sus pecados. En resumen: no sirven ni para divertir al pueblo en un día que no hubo partidos mundialistas. .

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