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EL MINUTERO

Superiberia

 

NINGUNEADOS

En política la forma es fondo y lo que se ve, es, dijo alguna vez el tuxpeño Jesús Reyes Heroles, uno de los últimos ideólogos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y si se toma tal premisa, el pasado fin de semana quedó demostrado el divorcio entre la llamada clase política veracruzana con la dirigencia nacional del tricolor y peor aún, con la Presidencia de la República  que encabeza el copetón Enrique Peña Nieto, pues en Los Pinos donde se toman las decisiones electorales.

Lo anterior porque el tricolor difundió su lista de candidatos a las diputaciones federales de representación proporcional, también llamados plurinominales,  aquellos que se convertirán en legisladores sin ser votados en las urnas sino que llegarán como parte de una cuota partidista que supuestamente se estableció para equilibrar la presencia de las fuerzas políticas en el Congreso de la Unión.  

En  dicho listado están prácticamente excluidos los veracruzanos pues apenas nueve de ellos fueron acomodados entre los 40 candidatos por la Tercera Circunscripción del país donde está incluida la entidad –los otros estados son  Campeche, Tabasco, Oaxaca, Quintana Roo, Chiapas y Yucatán-.

Más elocuente es que los “fidelistas” y “duartistas” fueron ninguneados por el altiplano  pues solo dos de ellos,  Corintia Cruz Obregón, exregidora de Jalapa y secretaria general del PRI estatal así como  la lideresa del Sindicado del Cobaev, Erika Ayala Ríos, fueron ubicadas en los lugares 14 y 18, respectivamente.

O sea, teóricamente no entrarían en la próxima legislatura federal porque las estadísticas históricas muestran que los únicos seguros en cada lista son los cinco primeros lugares y en casos extraordinarios las curules alcanzarían las posiciones diez o doce, no más.

Sin embargo, no todo está perdido al menos para una de esas candidatas alejadas de los primeros lugares, Corintia Cruz, porque si hay un descalabro brutal en la votación del tricolor para el próximo 7 de junio podría llegar a la curul. 

Actualmente los pronósticos para el PRI son catastróficos por rechazo popular hacia la administración de Peña Nieto, los escándalos por los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa y las mansiones de la pareja presidencial. 

Entonces podría repetirse el fenómeno ocurrido en el año 2000, cuando ganó la presidencia Vicente Fox, el tricolor se descalabró y en la Tercera Circunscripción entraron 17 diputados priístas por
la vía plurinominal.

Así que la señora Cruz Obregó debe hacer dos cosas: ir el próximo primer viernes de marzo con los brujos de Catemaco para que le den un amuleto de la buena suerte o trabajar en contra de su partido para que se desplome y logre llegar a San Lázaro, y esto último no le costará mucho pues ya el tricolor está bastante desprestigiado y tiene el rechazo de casi todo el país, y obvio, de muchísimos veracruzanos.

Los dos únicos veracruzanos que tienen asegurado su ingreso a la cámara baja por la vía plurinominal son Carlos Federico Quinto Guillén, exsubsecretario de Marina y originario de San Andrés Tuxtla, quien ocupa la posición número 5 y el presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), Oswaldo Cházaro Montalvo que ocupa el lugar 7.  

En tanto, los otros veracruzanos en la lista de plurinominales por  la Tercer Circunscripción son verdaderos desconocidos: Lilia Christefield Lugo, Sandro Francisco Gómez Valdez, Omar  Gómez García, Aldo Alberto Lara Ponce y María Elena Córdova Molina.

Algo peculiar es que hay otro veracruzano que podría alcanzar una diputación plurinominal pero no va representando a Veracruz ni mucho menos a la clase priísta local con la cual no tiene trato. Es Tomás Roberto Montoya Díaz,  hijo del exdiputado tuxtleco Tomás Montoya Pereyra y de la senadora regiomontana, Cristina Díaz. Este candidato ha sido diputado local en Nuevo León y secretario de Desarrollo Social en el municipio de Guadalupe, no tiene su residencia en Veracruz por eso fue incluido en la lista correspondiente a la Segunda Circunscripción electoral del país.

 

EL APESTADO

 Y lo que son las paradojas o parajodas, como diría la imitadora Pilar Boliver  el único fidelista que fue tomado en cuenta para ingresar sin mayor problema a la próxima legislatura federal por la vía de representación proporcional es el exsenador sinaloense Enrique Jackson Ramírez que lleva diez años cobrando como asesor del gobierno estatal –seis años con la fidelidad y cuatro en el actual sexenio- a razón de un millón de pesos mensuales. Es decir, se ha embolsado 120 millones de pesos del dinero de
los veracruzanos.

Jackson Ramírez está en la tercera posición de la Segunda Circunscripción electoral y será diputado federal antes de
finalizar el año.

Lo que también merecer una lectura puntual –y para muchos fanfarrias al aire- es que marginaron una vez más al exgobernador de Veracruz, aquel que no debe ser nombrado, quien por más que ha querido congratularse con su partido y con el copetón Peña Nieto, sigue en calidad de apestado entre los mismos priístas. 

El  innombrable filtró a la prensa en días pasados que iba en las primeras posiciones del listado plurinominal pues es el único que le haría frente al panista Miguel Ángel Yunes Linares que fue colocado en la posición número 5 de la Tercera Circunscripción por Acción Nacional.  Ni con ese argumento le hicieron caso.

El exgobernante seguirá escondido en las alcantarillas porque no lo quiere el PRI, no solo porque lo detesta Peña Nieto sino porque le acarrea mala fama.  

Y no es para menos, su nombre aparece en todos los lodazales y zahúrdas que se conocen: está catalogado por la revista estadounidense Forbes entre los diez personajes más corruptos de México, su nombre ha sido mencionado en investigaciones del crimen organizado como beneficiario de dinero sucio, se ha conocido que tiene propiedades millonarias en Estados Unidos a nombre de sus hijos y acá en Veracruz se robó todo lo que pudo, dejó una deuda de 80 mil millones de pesos, heredó una riada de políticos mano-larga y le abrió la puerta a la delincuencia organizada.

Aún cuando su propio partido lo repudia, este mismo personaje ahora desliza la especie que irá en el listado de candidatos plurinominales del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) que se dará a conocer en breve. No hay que olvidar que ahí mismo ha tratado de conseguirle cobijo a uno de sus hijos para que sea incluido por el estado de Chiapas. 

Ya se verá si el PVEM se aventura a cargar ese cadáver político insepulto y pestilente. Por lo pronto, como dijo Reyes Heroles, el fondo es la forma y el tricolor lo prefiere escondido que a  la luz pública porque la tiña se pega.

De los otros candidatos plurinominales del PRI es más de los mismos: eternos vividores del partido, entre ellos el propio dirigente nacional Cesar Camacho Quiroz y la secretaria general Ivonne Ortega, también exgobernadora de Yucatán-, también van juniors y recomendados como Sylvana Betrones Sánchez,  hija de Manlio Fabio Beltrones y el vocero de la Presidencia, David López- y se colocaron a personajes que son cuotas a sindicatos y grupos de movilización de votantes como Fernando Espino Arévalo, secretario de los Trabajadores del Metro en el Distrito Federal y Guillermina de la Torre, conocida como la “reina de la basura”, dirigente de los pepenadores en la capital del país.

De la Torre también es  madre de Cuauhtémoc Gutiérrez, exdirigente del tricolor en la Ciudad de México  que fue destituido por manejar una red de prostitución desde las oficinas partidistas. Vaya fama. Y en esa lista el tricolor lleva hasta cómicos como Carmen Salinas quien seguramente será la encargada  de distraer la atención  con chismes y escándalos en San Lázaro en lugar de legislar y fiscalizar el ejercicio del poder público.

 

INVENCIBLE

Siguiendo con el tema político pero ahora en Veracruz con un fenómeno muy particular que se genera con el caso de la periodista Marijose Gamboa que tras recibir el amparo de la justicia federal fue liberada del penal de Tuxpan  la tarde del viernes después de más de siete meses de prisión pues el gobierno estatal le negaba la libertad bajo caución luego de que el 12 de julio del año pasado se vio involucrada en un accidente automovilístico que provocó la muerte del joven tatuador José Luis Burela López.  

Hay que recordar que hubo una campaña mediática para hacerla pasar como asesina dolosa y para enlodarla, justificando así el sesgo en la indagatoria para mantenerla encarcelada más como castigo a su periodismo crítico que por el accidente y la muerte
de Burela López.

Y en esas  vueltas que da la vida, tal campaña mediática para envilecerla resultó todo lo contrario porque Marijose Gamboa adquirió una presencia inaudita en el imaginario colectivo. 

Ser una presa política  la catapultó entre la ciudadanía y ahora ella misma es un fenómeno mediático. Inmediatamente al conocerse su liberación, la columnista recibió sendas invitaciones de varios partidos para convertirse en candidata a la diputación federal en el distrito de Veracruz Urbano – entre ellos el Movimiento Ciudadano y se habla también del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena)- pues su popularidad es tanta que ganaría sin dificultad a la abanderada del PRI, Ana Guadalupe Ingram, exreina del Carnaval y diputada local con licencia.

También arrasaría a la candidata del PAN, Gabriela Ramírez, regidora con licencia del ayuntamiento de Veracruz. 

En teoría, Marijose tendría que contender por Acción Nacional como lo hizo en el 2013 por la diputación local pero ese partido ya cerró la etapa de elección de candidatos y solo tendría oportunidad si la abanderada elegida, Gabriela Ramírez,  renuncia a su postulación, cosa que no sucederá porque todo saben que es una candidata a modo, comprada por el tricolor para facilitarle el triunfo a la priísta Ingram Ballines.

Entonces, la postulación de Marijose Gamboa sería por otro partido y todavía hay tiempo suficiente para inscribirse y no tiene impedimento legal y eso significaría la derrota inminente de ambas contrincantes. Así, el gobierno estatal que encarceló y difamó a Marijose Gamboa terminó siendo su mejor publicista porque la convirtió en una mujer muy popular. 

Es por ello que  los priistas hoy tiemblan ante la posibilidad de que la periodista acepte la invitación de los partidos opositores. Quién lo dijera:  hoy Marijose también sería electoralmente invencible. 

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