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EL MINUTERO PEDAGOGÍA POPULAR

Superiberia

Fue un caso inédito en el maltrecho contexto político de la entidad: un grupo de ciudadanos que están cansados del mal gobierno que se ejerce en Fortín de las Flores se presentó en el palacio municipal a exigir cuentas a sus gobernantes, comenzando por el síndico que realiza funciones de alcalde interino, Lucio Otilio Flores. Ellos lograron el compromiso del cabildo para destituir a cuatro funcionarios que siguen obedeciendo las órdenes del edil con licencia, Armel Cid de León para cometer actos arbitrarios.

Los manifestantes sorprendieron a los funcionarios municipales que esperaban que la población fortinense fuera indiferente ante el desastre que hay en el Ayuntamiento. 

 

Ahora se verá si cumplen con el compromiso empeñado de echar de sus cargos a los funcionarios cuestionado que ocupan la Secretaría del ayuntamiento y las direcciones de Obra Pública, del Agua y de Comercio, respectivamente.

 

Se sabe que ayer hubo una contra-manifestación financiada por el alcalde con licencia para tratar de revertir ese acuerdo y proteger a esos funcionarios. Incluso el mismo Armel declaró a la prensa que el alcalde en funciones ¡¡no tiene autoridad y que él sigue mandando!! Mucha desvergüenza, ¿no creen? 

El señor no aprende que ni siquiera él manda –aún si estuviera en funciones- pues constitucionalmente el mando lo tiene el cabildo y en el cabildo se firmó ese acuerdo que debe ser respetado.

 

No cumplir con esa minuta será atizar la hoguera que se encendió y que puede levantar sus llamas hacia otros servidores públicos, y claro, el clima político tampoco está para provocar a la ciudadanía que ya recurrió a la manifestación directa pero que puede desquitarse en las urnas electorales ya que los comicios federales están a la vuelta de la esquina. Lo que hace Armel Cid de León, supuestamente apoyado por su suegro, el cafetalero Domingo Muguira Revueltas es descomponerle el escenario al Partido Revolucionario Institucional (PRI).

 

Su injerencia en el ayuntamiento fortinense juega en contra del candidato priista a la diputación federal, Marco Antonio Aguilar Yunes quien también es compadre del gobernante en turno. Ellos, el síndico en funciones de munícipe, Otilio Flores, el alcalde con licencia Cid de León y su suegro, Muguira deben entender la pedagogía popular: cuando el pueblo se cansa no hay dinero ni influencia que sean suficientes para protegerse de la turbamulta.

 

PEDAGOGÕA ELECTORAL

 

Ya lo exigieron en el puerto de Veracruz. La maestra Carolina Eugenio Aragón, candidata a diputada federal en el distrito de Veracruz Urbano por el Movimiento Ciudadano pidió al árbitro electoral la realización de debates públicos entre los aspirantes a la representación distrital y por supuesto que le asiste la razón porque hay muchas cosas que los candidatos deben explicar tanto en sus catálogos de propuestas como en sus historiales
personales.

 

Urge debatir porque hay muchos asuntos pendientes que los que desean convertirse en representantes populares deben aclarar a la ciudadanía. 

 

Se equivocan aquellos que afirman que los debates electorales solo deben tratar asuntos de plataformas electorales y constreñirse a leer o repetir como loros las promesas de campaña. No, el debate electoral como el debate político- que debe ser permanente en toda democracia participativa- tiene que ser de amplio espectro pues los ciudadanos tienen el derecho de conocer no solo las propuestas sino también a quienes las promueven.

 

La teoría política es amplia en el tema. Es cierto que se ha escrito mucho pero no lo suficiente porque en sí los debates son algo nuevo en el ejercicio democrático moderno. 

 

Comenzaron en la década de los sesenta en Estados Unidos, después el ejercicio llegó a Europa y apenas en los años noventa arribaron a los países latinoamericanos. 

Hay que recordar que en México el primer debate presidencial se dio en 1994 entre el priista Ernesto Zedillo, el panista Diego Fernández de Cevallos y el perredista Cuauhtémoc Cárdenas.

 

Desde entonces se han reproducido a nivel estatal, distrital y municipal como un instrumento valioso para comparar proposiciones en la gestión gubernamental
o legislativa.

 

Según los teóricos, los debates son algo pedagógico porque los ciudadanos aprenden las propuestas de los candidatos y sirven para medir su capacidad como expositores. 

 

Con ellos, dice el politólogo Fernando Ruiz Hernán, se conoce la capacidad mental de los candidatos para abordar los temas, por muy difíciles que sean, y se cuantifica su preparación académica y sobre todo política para saber responder todo tipo de preguntas.

 

No es un espectáculo – aún cuando llegue a abundar el lodo y los golpes bajos- sino una demostración sobre el material del cual están hechos aquellos que aspiran a representar al pueblo. 

 

Una cosa muy interesante dice el investigador catalán en su obra Vademécum para debates electorales pues afirma que “se ha dicho que los debates no se ganan, que solo se pierden todos. 

 

Habrá que añadir que casi todo el daño que se recibe en un debate es auto-infligido”.

 

¿Qué significa lo anterior? Que son los mismos participantes de un debate los que se provocan daños ellos mismos, no el contrincante. Ellos mismos se exhiben como ignorantes, impreparados, intolerantes si no conocen sus mismas propuestas y sus alcances, si no tienen la capacidad para manejar señalamientos hostiles ni la experiencia en el trabajo político y administrativo para arropar la oferta electoral. 

 

Ellos mismos y no el adversario son los culpables de hacerles pasar un ridículo cuando no tienen la autoridad moral ni política para sostener algún tema en el tapete mediático.

 

Así, el que pierde el debate es el que no puede defender su propuesta ante los electores ya sea por carencia de capacidad política o por un historial personal que carece de decencia o buenos resultados. Tampoco nadie debe espantarse por los ataques abiertos en un debate porque el orden moral entra al rejuego.

 

Ojo, lo anterior no significa mezclar la vida privada con la pública sino el desempeño público con el electoral, lo que es perfectamente válido e incluso necesario para que el debate sea completo.

 

El candidato que rehuya al debate o exija condiciones a modo –formatos cerrados, eliminar las réplicas y contrarréplicas, audiencia limitada o preguntas fáciles- lo hace por ser incapaz política, moral e intelectualmente. Así de sencillo. 

 

Y todos los conceptos anteriores vienen al caso porque son el refuerzo teórico de lo que dijo la maestra Eugenio Aragón en el oficio que presentó ante el consejo distrital del INE: “Los ciudadanos tienen como prerrogativa ejercer el derecho constitucional del sufragio siendo indispensable para ellos contar con la información necesaria que le permita realizar un ejercicio objetivo de las diferentes ofertas políticas que participan en la contienda electoral”.

 

Urgen los debates y urge que todos los ciudadanos en Veracruz lo vean o los escuchen. Urge la pedagogía electoral para conocer –y escudriñar- al candidato y lo que propone, y también para cuestionarlo, para obligarlo a abordar temas que muchos veracruzanos exigen conocer, para aclarar asuntos que han quedado en la oscuridad y para tratar temas que han impactado negativamente a las mayorías y en los que están involucrados esos que ahora quieren una curul federal.

 

Por ejemplo, urge que el candidato panista en Córdoba, Juan Fernando Perdomo explique porque pertenece a un grupo de funcionarios que en el ayuntamiento han hecho de la opacidad y la corrupción una forma de desempeño público. Que explique por qué se prestó a la charada en el interior del PAN para imponerlo sin
observar las reglas. 

 

Urge también que el priista Aguilar Yunes diga sobre los recursos que desde palacio de gobierno en Jalapa se destinan a su campaña y su cercanía al gobernante en turno que le impide criticar todo lo mal que se ha hecho en la administración estatal.

 

En Orizaba es urgente que el priista Fidel Kuri Grajales explique el uso del equipo de los Tiburones Rojos con lo que viola las reglas de la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut) y dónde fueron a parar los 540 millones de pesos que se habían destinado para la construcción de un estadio en esa ciudad. No hay que olvidar que los del gobierno estatal lo acusaron hace poco más de un año de habérselos embolsado.

 

 CÕNICO Y SINVERG‹ENZA

Hablando de Kuri Grajales, éste se encuentra en aprietos pues el traslado de los jugadores del equipo de futbol Tiburones Rojos hasta Orizaba para abrir su campaña ya es escándalo nacional no solo porque la Femexfut anunció que analiza si sanciona al consorcio deportivo sino porque en las redes sociales corre sin cesar el video de un programa deportivo donde el ex jugador y actual comentarista Carlos Albert llama “cínico y sinvergüenza” al candidato priista. (https://www.youtube.com/watch?v=Ur6Ry9WHvCo). Al conductor lo podrán tachar de muchas cosas pero nunca de mentiroso.

 

A ese programa, Kuri Grajales llamó telefónicamente para defenderse pero se exhibió aún más: ante el escándalo quiso responsabilizar a su hijo, Fidel Kuri Mustieles de ser quien trasladó a los jugadores asegurando que era para agradar a los orizabeños pero sin ningún sesgo electoral.

 

No sirve ni para mentir pues los futbolistas recorrieron La Pluviosilla el mismo día en que inició su campaña proselitista y por otro lado, también usó al equipo desde que se fue a registrar como precandidato en la sede estatal del PRI cuando portó el uniforme oficial del mismo. Ahora impúdicamente lo niega.

 

Pero no solo es eso sino también mintió al aire porque a los conductores los quiso sorprender diciendo que estaba en La Perla donde “tenemos todo pavimentado, invertimos mucho dinero, cuando fui diputado federal bajé muchos recursos para acá”. 

 

No tiene vergüenza al adornarse con lo inexistente. En La Perla están en la pobreza y cuando el señor fue diputado federal los mismos lugareños se quejaban de que nunca regresó al poblado donde prometió mil cosas sin cumplir.

 

El mentiroso Kuri también muestra el cobre: le pide a la prensa no hacer caso del uso electoral del equipo y mejor dedicarse a resaltar los resultados en los campeonatos y que el portero de la escuadra fue llamado a la Selección Nacional. Dijo que “no confundan a la gente ni quieran revolver las cosas”, y descaradamente exigió: vamos a hablar cosas positivas. Traducción: distráiganse con el espectáculo del futbol y no se fijen en las tropelías electorales. Mucha cara-dura. ¿No creen?

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