PALURDOS
Hay dos políticos veracruzanos que a pesar de arrastrar historias personales nada decentes siguen ocupando cargos de representación popular, uno a nivel federal otro a nivel local y desde esas trincheras han emitido declaraciones que han devenido en verdaderas ofensas para la ciudadanía. No se puede alegar que los dos carezcan de inexperiencia pues ambos llevan una larga carrera y están a punto de ser inscritos en el padrón de adultos mayores. Uno es el senador Héctor Yunes Landa y el otro es el diputado local, Eduardo Andrade Sánchez, y ambos postulados por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Los dos son tan palurdos que abren la boca sólo para decir tonterías.
La más reciente de Andrade Sánchez –hermano del ex compositor Sergio Andrade y ex cuñado de la cantante Gloria Trevi, ambos presos durante un tiempo por perversión, secuestro y violación de jovencitas- y presidente del congreso local tiene que ver con la insurgencia magisterial y para descalificar las movilizaciones de los docentes que defienden sus derechos laborales y la escuela pública ante la llamada reforma aseguró que el PRI es mayoría tanto en el Congreso de la Unión como en la legislatura veracruzana y por lo tanto no les interesa que los maestros estén molestos o en protesta en las calles porque nada de eso cambiará sus votos a favor de las modificaciones legales.
Aún más los retó a que si están molestos por la reforma aprobada pues que no voten por el Revolucionario Institucional. Así de simple. “Si quieren votar por otro partido en la próxima elección que lo hagan, porque en este momento la mayoría aprobó las modificaciones legales de la reforma educativa”, afirmó sin empacho. Traduciendo esas baladronadas, entonces la llamada reforma educativa es algo así como “La Ley de Herodes: o te chingas o te jodes”, porque los maestros no tienen otra opción que aceptarla. Sin embargo, los mismos compañeros de partido de Andrade vieron con preocupación el desprecio hacia los maestros y han querido matizar esas declaraciones afirmando que el diputado plurinominal pudo haber hecho esas declaraciones bajo la influencia de alguna bebida espirituosa a las que es muy aficionado.
Todos conocen sus problemas de alcoholismo –en el año 2000 cuando el PAN ganó las elecciones presidenciales y él era senador, se introdujo al estudio de Televisa y le hizo un escándalo a pleno aire, borracho obviamente, al conductor estrella Joaquín López Dóriga- y de ahí que Andrade porta varios sobrenombres dados tanto por sus correligionarios como por sus opositores y hasta por los periodistas que han cubierto la fuente legislativa. Todos ellos lo han sufrido en sus etapas etílicas y por eso unos le dicen “El Chupitos” y otros “El Siete Copas” -pues al séptimo vaso desconoce hasta a los de casa. Pese a ello, la excusa del alcoholismo del diputado para minimizar el desprecio a los maestros tampoco les funciona, al contrario revela que es cierto ya que la sapiencia popular enseña que “los niños y los borrachos siempre dicen la verdad”. ¿No creen?
El otro priista, Yunes Landa, es igual de zafio. La boca lo traiciona y hace un mes declaró que no es necesaria una consulta pública sobre la reforma energética que impulsa su partido y con la cual se pretende privatizar Petróleos Mexicanos pues los mexicanos ya habían votado por el PRI y al hacerlo, votaron tácitamente el proyecto para cambiar leyes en materia energética. “La gente no sólo vota por la persona, vota por la propuesta y creo que la consulta ya la hicimos”, dijo el boquiflojo. Lo anterior viene al caso porque Yunes Landa es el ejemplo de esos priistas tramposos que por el hecho de ocupar un cargo de elección popular piensan que tienen un cheque en blanco para vender la patria.
Ayer en la marcha multitudinaria realizada por el ex candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador en el Distrito Federal contra la reforma energética del copetón Enrique Peña Nieto, se aludió a este tipo de políticos inescrupulosos que buscarán dar un albazo para privatizar a Pemex al reformar los artículos 27 y 28 de la Constitución sin consultar al pueblo. López Obrador llamó a Peña Nieto a pedir la opinión de los ciudadanos sobre el tema y dejar sea la voz popular la que decida modificar o no el texto constitucional. La consulta popular con carácter vinculatorio es posible, sóplo hace falta voluntad política, dijo el tabasqueño.
Citó que no es correcto que los diputados y senadores y el mismo Peña Nieto aleguen que tienen representatividad popular para cambiar la Constitución Política porque nunca expusieron a los ciudadanos la propuesta de cambiar los artículos 27 y 28 durante sus campañas electorales. Por ello ni el Poder Ejecutivo ni el Legislativo tiene legitimidad para tomar esa decisión sin consultar a los mexicanos. Nada más cierto y el pueblo tiene derecho a opinar sobre su patrimonio energético. No hacerlo será refrendar la traición y soplarle a la hoguera de la insurrección que ya está encendida.
EL IMPRODUCTIVO
Por cierto, el caso del senador Héctor Yunes Landa es patético pues ni siquiera desquita el sueldo que le pagan por “ocupar”, entre comillas, una curul ya que ni siquiera asiste a las sesiones de la Cámara Alta. De acuerdo al estudio realizado por la consultora Integralia sobre la productividad del Senado, del mes de septiembre del 2012 al mes de abril de este año Yunes Landa es el tercer legislador con menor porcentaje de votaciones. Sólo un 41 por ciento de votos en todo ese periodo. Peor aún, en lo que va del presente mes de septiembre, Yunes Landa se encuentra en el cuarto lugar de los cinco senadores más faltistas. Tiene 73.8 por ciento de ausentismo.
Está un lugar más arriba de la hija de la ex lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo y senadora de Nueva Alianza, Mónica Arreola –a la que por cierto, destituyeron como secretaria general del PANAL el pasado fin de semana- y debajo del priista Joel Ayala Almeida, líder de los burócratas del país que ocupa el primer lugar de faltas y de los senadores del PAN y del PRD, Martha Elena García Gómez y Sofio Ramírez Hernández.
¿Para qué le pagan entonces al señor Yunes? Cobra más de cien mil pesos cada mes por no hacer nada, ni siquiera para presentarse a pasar lista en el recinto legislativo.
Lo más grave es que el veracruzano ocupa la presidencia de la Comisión de Protección Civil y aún cuando medio país se encuentra afectado por las lluvias e inundaciones que han cobrado la vida de casi un centenar de personas, Yunes no se aparece por ningún lado. En las tres semanas de contingencia sólo ha emitido dos boletines: uno anunciando que pedirá que se agilice la entrega de recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden) a los estados afectados y otro para pronunciarse a favor de que el ex alcalde de Boca del Río, Salvador Manzur se convierta en líder del PRI en Veracruz.
Totalmente irresponsable, Yunes Landa no ha dicho una sola palabra del cuestionamiento hacia los tres niveles de Gobierno –federal, estatales y municipales- por incumplir con los protocolos de protección civil que hubieran evitado muchas de las tragedias. En pocas palabras, es un legislador que no le sirve al pueblo, no le sirve a nadie.
LA PACIENCIA DISMINUYE
Las protestas de los maestros y los productores cañeros han provocado que muchas personas lleguen al límite de su paciencia. Si bien ambos tienen una justificación: el magisterio está en contra de la reforma educativa mientras que los agricultores buscan un subsidio de 7 mil millones y que les paguen a 250 pesos la tonelada de caña, en éste último caso el fin no justifica el medio porque sus acciones, primordialmente la de bloquear totalmente la autopista y la carretera federal Córdoba-Veracruz, afecta a miles de usuarios que buscan llegar a ambos lugares. Los maestros en sus últimas acciones ocuparon las casetas de peaje y dejaron el paso libre a los automovilistas.
Ha habido dos días de calamidades en ambas rutas pues los cañeros cortaron el tránsito en los dos carriles, perjudicando severamente a cientos o quizás miles de personas que tienen la necesidad de viajar y que no tienen la culpa de lo que acontece a los productores cañeros. Estos piensan que con interrumpir el tráfico vehicular presionan a las autoridades para atenderlos pero no es así, el único afectado es el pueblo que nada tiene que ver con el asunto. A los funcionarios no les interesa ni les perjudica porque ellos viajan en aviones y helicópteros. Se ve claramente que al Gobierno federal no le interesa resolver el conflicto, porque si fuera así ya hubieran despejado la autopista negociando con los manifestantes.
¿Qué es lo que espera las autoridades federales y estatales para intervenir en este conflicto?, ¿qué alguien agote su paciencia, se desespere y arrolle a los paristas para poder despejar las carreteras o qué haya un accidente de consecuencias para “tapar el pozo”?, se preguntan muchos. El país está hecho un caos, las manifestaciones y los desastres naturales se han conjugado para nuevamente oprimir a terceros. Muchos opinan que es necesaria una legislación para penalizar y regular estas acciones bajo el argumento que “ahora cualquier persona puede marchar, manifestarse o bloquear calles y carreteras sin ningún problema porque la ley –o la laxitud de las autoridades- se los permite”.
¿Por qué mejor no llaman a cuentas a los líderes corruptos que se quedan con las cuotas de los trabajadores y los venden al mejor postor? Es necesario que este México cambie, la libertad que nos han dado no la convirtamos en libertinaje, urge que los Gobiernos estatal y federal intervengan antes de que ocurra una desgracia de magnitudes, reiteran muchos de los afectados con el bloqueo a la autopista pues algunos quedaron varados el sábado pasado hasta diez horas. Son variadas las opiniones en torno a este tipo de protestas pero la mayoría coinciden en un punto, la falta de oficio de los que ostentan el Gobierno estatal para negociar y resolver con prontitud estos problemas que generan afectaciones a miles de veracruzanos que no tienen relación con esas situaciones y que se convierten en rehenes de las mismas.