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El minutero: Los Ba-Bozzos

Superiberia

 

LOS BA-BOZZOS

 

No es nuevo el lucro que la empresa Televisa hace de las tragedias ocasionadas por el paso de los meteoros en el país, ahora ocurrió en Guerrero donde la conductora peruana Laura Bozzo acudió a grabar un teledrama usando helicópteros y personal del gobierno del Estado de México. Lo ha hecho siempre –aunque ahora es un escándalo nacional luego de que fue exhibido por la periodista Carmen Aristegui y la revista Proceso- y en Veracruz hay anécdotas de la propia Laura Bozzo a la cual le han costeado, con el dinero de todos los veracruzanos, varios espectáculos grabados en zonas de desastre que dejaron huracanes en años anteriores y hay muchos que han padecido el trato déspota de la locutora.

La peruana es insufrible, trata mal a sus colaboradores y también a los que son asignados para ayudarla. Por ejemplo, la periodista xalapeña Yamiri Rodríguez que en el año 2009, cuando todavía trabajaba para Televisión Azteca Veracruz, fue designada a acompañar a Bozzo en una estancia que hizo a la entidad y según sus propias palabras Bozzo -que en ese año todavía estaba en TV Azteca a donde llegó tras ser expulsada de Perú y fracasar en el intento de difundir su programa en Estados Unidos- no solo es prepotente y grosera sino también su aspecto físico es fatal, no se baña y despide un olor fétido -¿o será que ya se está descomponiendo?- .

En ese año, la conductora vino al reclusorio de Pacho Viejo en Coatepec para entrevistar a una mujer que había ocasionado la muerte de su hijo al golpearlo y sentarlo en un hormiguero como castigo. El Gobierno estatal corrió con todos los gastos. Un año después, en el 2010, ya en Televisa, Bozzo regresó a Veracruz para hacer lo mismo que hizo en Guerrero: montar un show fingiendo que ayudaba a damnificados por el huracán Karl en el sur de la entidad y para eso utilizó helicópteros y personal del gobierno fidelista que durante varios días la trasladaron y estuvieron pendientes de ella en lugar de dedicarse a rescatar damnificados.

Pero eso no fue todo pues hay otro caso oscuro que implica el supuesto uso de dinero público para satisfacer los caprichos de la locutora. El 5 de octubre, Bozzo denunció que le el robo de un anillo de diamantes en el hotel donde se hospedaba en el puerto de Veracruz. ¿Quién viaja a una zona devastada y llena de damnificados con un anillo de ese precio? Es la incongruencia de esa señora que puso levantó una denuncia ante el ministerio público pero luego de estallar el escándalo mediático el asunto quedó en silencio, no se volvió a saber más del mismo. ¿Qué ocurrió? Extraoficialmente trascendió que el innombrable optó por pagarle los 18 mil 500 dólares –unos 250 mil pesos- que, dijo Bozzo, costaba el anillo para detener los señalamientos sobre la inseguridad en Veracruz.

Es decir, en lugar de usar ese dinero para llevar ayuda humanitaria a los damnificados se los regaló a la “Señorita Laura”. ¿No es una “sinvergüenzada”? Lo peor es que la peruana amenaza con regresar al estado para montar otro espectáculo televisivo sobre la desgracia ya que en días pasados escribió en su cuenta de Twitter: “Un abrazo a toda mi gente de Veracruz terrible lo que esta (sic) pasando (sic) estamos organizándolos para ir para allá a apoyar (sic) los quiero”. Seguramente el Gobierno estatal ya tiene listo el helicóptero y el personal que la llevará a las zonas dañadas para que haga su teledrama como en Guerrero, con cargo al erario.

Pero Laura Bozzo no es la única que ha hecho uso indebido de helicópteros y aviones en Veracruz, hay que recordar las grabaciones que se difundieron sobre la conversación entre el ex gobernante y su esposa en la que se ponían de acuerdo para utilizar un avión estatal, al que el innombrable le dice “el nuestro” para un viaje de placer al que trasladarán a su familia y a los empresarios Alberto Turrent –dueño de la fábrica de puros en San Andrés Tuxtla, y su esposa Celina, así como a Luis Barquín, uno de los constructores más beneficiados durante la fidelidad.

Y qué decir del famoso “helicóptero del amor” – una nave Eurocopter AS 365NS- a la que el innombrable subía damiselas para, supuestamente, sostener amoríos en pleno aire, de acuerdo a la información difundida en su momento por un periodista orizabeño. Una de las protagonistas de esos vuelos candentes fue una subdelegada de la SEV en Orizaba. También la empresa Telever, filial de Televisa, tenía –y tiene- los helicópteros del Gobierno del Estado a su disposición para trasladar a reporteros y camarógrafos a diversos puntos del estado, haya inundaciones o no. Las naves son para evitar la molestia de los comunicadores de viajar por tierra.

El ex conductor y actual diputado electo del PRI, Tonatiuh Pola puede dar testimonio de ello pues era uno de los consentidos con los traslados aéreos, siempre fue una especie de Bozzo de la fidelidad y del duartismo, pues. De la misma forma durante las inundaciones del 2007 cuando se desbordó el río Pánuco al norte del estado, un helicóptero de Protección Civil del estado fue destinado todo un día para trasladar a un reportero local desde el puerto jarocho, llevarlo a la zona de desastre y después aterrizar en Costa Esmeralda donde comió mariscos en un restaurante de lujo para después regresarlo a la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, con su respectivo embute.

El último exceso se dio el pasado 2 de agosto cuando el subsecretario de Gobierno, Marlon Ramírez y su esposa, utilizaron un helicóptero, también de Protección Civil para viajar desde Xalapa a Boca del Río a presenciar el partido de futbol de los Tiburones Rojos contra el Cruz Azul en el estadio Luis El Pirata de la Fuente. Este funcionario de medio pelo es tan abusivo y cara-dura que no quiso trasladarse vía terrestre pues entres sus allegados presumía su reciente nombramiento en el gabinete duartista y como es sabido, todos los que están alrededor del cordobés viajan en el aire nunca en el suelo pues eso se lo dejan a los pobres. Son historias de los ba-Bozzos aldeanos.

 

LOS VERDADEROS INFILTRADOS

 

En otro tema, actualmente hay una campaña mediática contra los maestros que protestan contra la reforma educativa ya que desde el gobierno estatal se difunde la versión de que están “infiltrados y manipulados” por docentes provenientes de Oaxaca y Michoacán, la cual es un insulto para los educadores locales los que les dan un estatus de blandengues e incapaces de organizarse y salir a defender sus derechos laborales. Aunque haya brigadistas de otros estados los maestros veracruzanos no son tontos ni timoratos sino gente pensante que está en todo su derecho a alzar la voz y tomar las calles ante la ley mañosa que los afectará.

Lo insólito es que los que se queja de los “infiltrados” de otros estados corren el riesgo de morderse la lengua ya que entre ellos mismos hay personajes foráneos que son más dañinos que los docentes que salen a las calles para reclamar lo justo. El gran incongruente es el diputado priista Flavino Ríos Alvarado que lanza acusaciones contra los oaxaqueños pese a que son sus paisanos. El señor no nació en Veracruz sino en San Juan Guichicovi, Oaxaca, y siempre ha ocupado cargos de elección públicos – de elección popular y hasta de gabinete pues fue secretario de Gobierno en el último tramo del sexenio de Miguel Alemán- engañando a todos con su origen veracruzano y violando la constitución del estado.

Las vueltas que da la vida, ahora el oaxaqueño Flavino Ríos ataca y descalifica a sus coterráneos y pide castigar a los maestros veracruzanos que los imiten. Ríos Alvarado olvida la cruz de su parroquia, dirían los viejos. Otro caso es el de la alcaldesa porteña Carolina Gudiño Corro que también ocupó cargos de elección popular engañando a todos que era veracruzana cuando en realidad nació en Tuxtepec. Aún así fue impuesta por medio de un fraude electoral en el Ayuntamiento de Veracruz y las consecuencias de que gobierne alguien que no tiene amor por la ciudad están a la vista: las arcas municipales están saqueadas mientras que Gudiño y sus hermanos son millonarios.

Y qué decir de otro paisano suyo, José Murat, ex gobernador de Oaxaca, que lleva dos sexenios como consejero del gobierno veracruzano y ha hecho todo tipo de negocios al amparo de los mandatarios en turno, el innombrable y el cordobés, especialmente al recibir contratos multimillonarios de obra pública para sus empresas constructoras –en las que comparte acciones con el innombrable– Ese sí es digno de enviarle a la Policía para que lo expulsen porque no solo mal-aconseja a los despachantes de gobierno sino los influye para que le permitan cometer tropelías.

Otro infiltrado de cuidado es Gabriel Deantes Ramos, subsecretario de Finanzas y Planeación quien también es primo del ex alcalde de Tuxpan y hoy secretario de Desarrollo Social, Alberto Silva Ramos y compadre de la vocera estatal, María Gina Domínguez, el cual es originario de Tamaulipas y acumula historias de saqueo al erario con la complacencia del gobernante en turno. Y no solo ha cometido pillerías en la Secretaria de Finanzas sino en las mismas encomiendas electorales a favor del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de las cuales han dado pésimos resultados, aunque eso sí, del dinero que le dieron no se volvió a saber nada. El funcionario saquea en el partido y en la administración, sostienen sus biógrafos.

 A la saga de invasores foráneos que padecen los veracruzanos está otro personaje exquisito que llegó en bancarrota y ahora es millonario. Se trata del toluqueño Jorge Carvallo, actual secretario particular del cordobés Duarte. Pese a su origen mexiquense la fidelidad lo hizo dirigente de los priistas veracruzanos, luego lo convirtió en diputado plurinominal y lo sentó en la presidencia de la Junta de Coordinación Política para manejar los dineros legislativos y ahora con en la actual administración es el que guarda los secretos del gobernante en turno. Carvallo o es más peligroso que los maestros oaxaqueños y michoacanos juntos pues donde se para desaparece todo lo de valor. Lo mismo se puede decir del sinaloense Enrique Jackson que permanece en Veracruz desde el sexenio pasado como asesor del despachante de Palacio de Gobierno y de paso haciendo negocios con el erario.

 Y la cereza del pastel en todo este rejuego es el propio secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita quien no es veracruzano sino chilango. Vaya ironía: el encargado de aporrear a los maestros a los que se acusa de estar influenciados por foráneos es originario del Distrito Federal y es uno de los que más estragos ha causado en la entidad. En fin, los supuestos maestros oaxaqueños y michoacanos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que tanta irritación provocan en los duartistas, son inofensivos comparados con todos estos personajes que están incrustados en los espacios gubernamentales de la entidad. Ellos son los verdaderos infiltrados que desestabilizan a Veracruz.

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