¿CHARLESTON O CHARLATÁN?
A Fernando Charleston Hernández lo promocionaron como un experto que llegaría a enderezar los balances financieros en Veracruz y terminó transformado en lo que es, un cuenta-cuentos. Sus historias preferidas son los “cuentos de la prosperidad” que no pasan de ser eso pero además, es un mal cuentista porque a excepción de su jefe, el gobernante en turno, nadie más le cree ni los alcaldes ni proveedores ni mucho menos los ciudadanos.
En su comparecencia ante los integrantes del Congreso local, el pasado 20 de noviembre, el funcionario aseguró que la economía veracruzana es dinámica y que el gobierno estatal privilegiaba la disminución del gasto público. Además sostuvo que la recaudación doméstica -es decir, el dinero que se obtiene localmente sin que llegue de la Federación- había aumentado en más de 2 mil 700 millones de pesos.
Si lo anterior fuera cierto no estuvieran los maestros en las plazas públicas y frente a las oficinas gubernamentales reclamando por que no se les han pagado ni sueldos ni aguinaldos. Tampoco los derechohabientes del Instituto de Pensiones del Estado (IPE) estarían denunciando públicamente las deudas de esa dependencia y la falta de pago de sus pensiones. Los alcaldes no amagarían con movilizaciones públicas porque la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) los tiene ahorcados al retenerles los recursos de la famosa bursatilización del Impuesto sobre la Tenencia o Uso Vehicular.
También los campesinos se han cansando marchar y exigir que se liberen fondos enviados por la Federación para diversos proyectos agropecuarios, los cuales prácticamente están cancelados ya en este año debido a que el gobierno duartista se negó a entregarlos. El chanchullo en este punto es claro, la Sefiplan recibe las millonarias ministraciones pero como tiene que poner una parte proporcional -el famoso Pari Passo- antes de transferirlas a los beneficiarios, no lo hace.
Sólo retiene los fondos federales en cuentas bancarias lo suficiente para que generen intereses con los que se quedan -porque sólo un ingenuo creería que ese dinero ganado va a parar a las arcas estatales- aunque después tengan que devolver los montos federales. Los ordeñan, pues, para su beneficio mientras que los productores ven perdidos sus proyectos de financiamiento y deberán esperar el otro ejercicio fiscal para intentar obtener los fondos que los ayuden a impulsar sus actividades.
Y no sólo en el rubro agropecuario sino también en los dineros destinados a infraestructura pública como lo denunció en días pasados el diputado federal, Uriel Flores Aguayo. El legislador gestionó ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) un fondo por 15 millones de pesos del Ramo 023 que serviría para la construcción de calles, banquetas, escalinatas y andadores en Xalapa pero hasta la fecha la Sefiplan mantiene retenidos esos recursos a pesar de que la Federación los depositó desde el mes de octubre. Respuesta: los están ordeñando en los bancos.
Otro cuento próspero de Charleston Hernández fue el intento frustrado de inmovilizar las cuentas bancarias de los contribuyentes morosos con el fin de elevar la recaudación fiscal. La propuesta estaba contenida en el proyecto de Ley de Ingresos para el año 2014 pero fue filtrada a la prensa por quienes tuvieron acceso a ese documento y el teatro se les cayó aunque de por sí era improcedente porque sólo una instancia federal, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) por un mandato judicial puede congelar los fondos bancarios.
La intención existió. No fue ni confusión ni rumor de mala fe. Era la “idea genial” del cuenta-cuentos Charleston Hernández que le endulzó el oído al gobernante estatal, Javier Duarte –sorprendentemente también “experto” en finanzas y que se tragó el cuento- para recurrir al terrorismo bancario-fiscal con el fin de obligar a los contribuyentes a aportar el dinero a las maltrechas arcas estatales. Días después del escándalo en la prensa el cuentista tuvo que recular y a través de un boletín negar la intentona bajo la excusa de que hubo “interpretaciones erróneas” al proyecto que se analizaba en el recinto legislativo.
Charleston volvió a recurrir a la mentira para menguar la descalificación popular ante la propuesta de aumento de salarios en el gabinete estatal, desde el sueldo del propio Duarte de Ochoa hasta el de sus secretarios de despacho, directores, coordinadores y demás burócratas de alto rango.
La noticia de que Duarte y su camarilla se aumentarían el sueldo en un 8 por ciento ocasionó el repudio en la opinión pública y entonces el titular de Sefiplan salió a desmentir la especie pero unos días después la aplanadora priista y sus cómplices en el Congreso local aprobaron ese incremento salarial.
Así, el titular de la Sefiplan ha ido de mentira en mentira, de cuento en cuento y de ocurrencia en ocurrencia a tal grado que muchos proponen que cambie su apellido de Charleston a Charlatán lo que iría a la perfección con su perfil. Todas las falacias de este funcionario han sido para tratar de ocultar lo evidente: el desastre financiero y la incapacidad tanto de él como de sus predecesores -el flemático Tomás Ruiz González y el fugaz Salvador Manzur-. Van tres titulares al hilo de esa dependencia en menos de tres años del duartismo y el boquete monetario no mejora.
La deuda pública se elevó como la espuma, no hay dinero para pagar proveedores ni para entregar becas, pensiones ni aguinaldos. Las finanzas estatales están en situación de calamidad y entonces, el “economista” Charleston lo único que puede hacer para salir al paso es emitir cuentos de prosperidad, dignos del 28 de diciembre, el Día de los Inocentes. El ejemplo más claro de lo anterior estuvo en el discurso que emitió ante los legisladores el 20 de noviembre.
Sostuvo que la administración de Duarte de Ochoa es austera, transparente, honrada, seria, eficiente, ordenada y responsable, y remató con una frase digna de ser labrada en un monumento de piedra color rosa: “Nuestro compromiso es con el presente de los veracruzanos y con el futuro de los que aspiran a tener, aquí, la posibilidad de desarrollar su talento y realizar sus sueños”. ¿No es tierno?, ¿A poco no es digno de un cuento de Navidad aunque detrás de esas dulces frases esté una historia macabra en la que los ogros voraces se roban el dinero y los sueños de los veracruzanos?
LAVADO Y ENGRASADO
Pese a su desastrosa administración que llevó a Xalapa a pasar de ser conocida como la “Atenas Veracruzana” a una ciudad sucia, bombardeada de baches, saturada de comercio informal, con más de cien pandillas operando en las colonias populares, sin obras de relevancia, estrangulada por el tráfico vehicular y presa del crimen organizado, ahora a la alcaldesa Elizabeth Morales le quieren lavar la honra de forma mediática.
Desde el lunes pasado, cuando presentó su último informe de gobierno con cifras maquilladas que intentan exponer una falsa bonanza financiera -en realidad las arcas están igual de saqueadas que la mayoría de los ayuntamientos donde gobernaron los pillos emanados de la fidelidad- desde Palacio de gobierno se ordenó una campaña de “lavado y engrasado” para prepararla a asumir la titularidad del Comité Organizador de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014.
Basta echar un vistazo a los potenciadores mediáticos de la prosperidad para entender a que a Morales García la encomian con falsedades ya que los jalapeños sufren las consecuencias de la gestión de esa alcaldesa irresponsable, veleidosa y extremadamente vanidosa que navegó de escándalo en escándalo durante los últimos tres años. Sin embargo, la señora cuenta con un padrino poderoso que la protege para que no quede fuera del presupuesto y así se ha dicho que en la primera semana de enero se convertirá en la directora de la organización de esa justa deportiva.
El padrino se llama Mario Vázquez Raña, magnate de empresas periodísticas y cacique vitalicio del Comité Olímpico Nacional. Fue el mismo que le consiguió la candidatura a Morales García para la alcaldía xalapeña en el 2010 aún cuando el innombrable la repudiaba y pretendía imponer a su entonces secretario del Trabajo, Américo Zúñiga -que hoy es edil electo- y ahora de nueva cuenta Vázquez Raña sale a su rescate y maniobró para que en lugar de que fuera juzgada por el latrocinio cometido la mantengan conectada a la nómina estatal.
Para ello, previamente Dionisio Pérez Jácome presentó su renuncia al comité organizador según los transcendidos de prensa, aunque en realidad, dicen los enterados, el mismo Vázquez Raña lo echó vergonzosamente del cargo por el retraso en la construcción de la infraestructura deportiva que arriesga la sede de los juegos e incluso se mantiene la especie de que serán cambiados a Guadalajara porque en Veracruz se robaron el dinero para la construcción de villas e instalaciones deportivas.
Con la honra lavada y engrasada por los comentarios columnísticos y notas informativas a modo, Morales García sustituirá a Pérez Jácome, y entonces se dedicará a viajar y a gastar el erario cuando debería estar en calidad de presentada ante un Ministerio Público para responder por el saqueo de las arcas municipales. Es decir, el premio es el destino de los corruptos en el mundo de la prosperidad y ejemplos sobran: ahí está el terrablanquense Francisco Portilla Bonilla, que desfalcó el Ayuntamiento cordobés, el boqueño Salvador Manzur, el tuxpeño Alberto Silva o el pozarricense Alfredo Gándara así como muchos otros pillos más a los que se les sigue engordando el bolsillo.
EL SOLSTICIO
Está en su recta final el 2013. En la tercera semana de diciembre, hay fechas importantes en cuestiones astronómicas. El pasado martes 17 hubo luna llena en el signo de Géminis mientras que el sábado 21 de diciembre a las 17:11 horas se registrará el solsticio de invierno y es el tiempo en que el sol en el cielo se encuentra en un punto de mayor distancia respecto al Ecuador de la Tierra. Así los días son menos luminosos -amanece tarde y anochece temprano- y por ende, el frío se expande en la mayor parte del norte del orbe terrestre.
Con ello, comienza formalmente el invierno para todos los países que se ubican al norte de la línea del Ecuador y paralelamente, ese mismo día tiene lugar el Solsticio de Verano en el sur del Ecuador y para países del sur de África y del sur de América es verano, con días muy calurosos. La Navidad en esos rumbos se celebra con noches calurosas, muy alejadas de la imagen tradicional de la nieve, el frío y los gruesos abrigos.
Un tradicional villancico de Brasil, en América del Sur, recuenta cómo son las navidades en esa parte del planeta: “Aquí los campos cubiertos de nieve/ no los conocemos más que en foto/ No hay pinos sobre la montaña/ sólo decoramos los árboles de mango/ Santa Claus no viene en trineo/ pero para todo el mundo hay un regalo/ Aún así hay Feliz Navidad / y juntos cantamos como una hermanad/ aunque en el ambiente reine el calor y la humedad”.