OCURRENCIAS
La semana pasada fue muy intensa, no porque hubiera avances de gran valía en la vida política del país y de Veracruz sino porque los disparates que lanzaron muchos personajes del ámbito público revelaron la ñoñez, desocupación y cara-dura de los que ocupan cargos de representación popular. Desde la propuesta para una Ley Chicle del orizabeño Juan Manuel Díez hasta la intención del espurio Felipe Calderón para acabar con el nombre de la nación – ya lo hizo físicamente con el país- y dejarlo en una sola palabra, atropellando el pacto federal que dio origen al nominativo Estados Unidos Mexicanos.
Calderón no sólo quiere mochar el nombre del país – costumbre arraigada en los panistas desarraigados pues su antecesor Vicente Fox recortó el escudo nacional, para formar el sello personal del foxismo: el águila mocha- sino anda por todo el país repartiendo culpas de su guerra contra el narcotráfico que dejó casi 100 mil muertos y un número similar de desaparecidos. El panista dice ahora que la andanada bélica que ensangrentó al país fue “en defensa propia” y que no tiene porque “cargar” con los muertos que produjo. Vaya cinismo de quien hizo de la muerte su aliada y la convirtió en el espíritu sexenal.
¿Qué dirán hoy todos aquellos que en el 2006 votaron por él o se ufanaron de que se apropió de la silla presidencial pisoteando las reglas de la democracia?. Muchos de los que hace seis años defendieron al espurio también pasaron a ser “víctimas colaterales” de su manotazo al avispero, lo sufrieron en carne propia o en seres cercanos que hoy ya no están para contarlo. Ayer domingo regresó Calderón al norte de Veracruz donde lanzó otra ocurrencia más: que salvó a Petróleos Mexicanos (Pemex) de la quiebra, cuando todo el mundo sabe que su intención fue venderlo. No tiene vergüenza.
Pero siguiendo con las ocurrencias, después de proponer el castigo para quienes mastiquen chicles y lo tiren en la calle, al priista Diez Franco le vendría bien impulsar una ley para poner impuestos sobre el número y tamaño de las ventanas o la propiedad de mascotas como perros y gatos como en la época porfirista, y de paso volver a las tiendas de raya. Vaya que el legislador orizabeño no tiene en qué ocuparse y recurre a cosas insulsas. La recomendación urgente es que despida al asesor que le está regalando su sueldo de 75 mil pesos para que le quite el analfabetismo legislativo porque no le funciona, va de mal en peor.
Otro que anda por las mismas es René Fujiwara, diputado federal por Nueva Alianza y nieto de la sempiterna dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, quien propuso crear el delito de “Violencia en el noviazgo” y castigar los pellizcos, manos sudadas, plantones, burlas y hasta las peticiones de “prueba de amor” entre los enamorados. Nada más le faltó proponer que se oficialice el papel del chaperón para que los susodichos no se coman la torta antes del recreo. ¿No creen?.
En Xalapa no se quedan atrás y ahora la alcaldesa Elizabeth Morales se sacó de la manga una feria de pueblo denominada “Primer Festival Xalapa Vive: Diversión, color y sabor”, que es la versión disfrazada del programa “Mercado Próspero Adelante” para cachar votos e inundar las plazas públicas, en este caso el hermoso pero inseguro Parque de Los Berros, con vendedores ambulantes, puestos de garnachas, verdulerías y chácharas chinas. En eso se gasta el presupuesto la comuna Xalapeña en lugar de aplicarlo a ordenar el ambulantaje, combatir las pandillas que tienen asolada la ciudad, reparar las calles y controlar el tráfico vehicular que ahoga a la capital veracruzana.
Otra ocurrencia la tuvo el inefable Héctor Yunes, quien descubrió el hilo negro al señalar que México es uno de los países más corruptos del mundo. El senador apenas se dio cuenta del asunto y se cuelga del anuncio del copetón Enrique Peña Nieto sobre la creación de la Comisión Nacional Anticorrupción para anunciar que tal calificativo se acabará por arte de magia. Este señor ve el burro y se le antoja el viaje porque con todo lo ajeno se quiere promocionar pero camina en terrenos movedizos pues si en realidad funciona dicha comisión podría ser uno de los investigados por el desfalco de más de 500 millones de pesos de la Caja de Ahorro del ingenio El Modelo en La Antigua. Bien dice que para tener la lengua larga, hay que tener la cola corta.
Y para cerrar la semana de ocurrencias, están las declaraciones del alcalde cordobés Francisco Portilla Bonilla que apurado por defender a los subprocuradores, agentes ministeriales, policías y empresarios que fueron exhibidos por la revista Proceso como involucrados en actividades delictivas, se voló invocando la máxima jurídica sobre la presunción de inocencia contenida el artículo 12 de la Constitución Política de los Estados Unidos Méxicanos se establece que “toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe lo contrario”.
A las carreras para acallar el escándalo y el abogado Portilla Bonilla – claro, abogado de cuello blanco porque nunca se ha parado en una barandilla a defender un caso- lanzó que “nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario (SIC). ¿El señor piensa que es lo mismo Chana que Juana?. En lugar de exigir una investigación a fondo y castigo para los responsables, limpiando así a la procuraduría veracruzana plagada de estos malos asuntos, el notario Portilla se erigió en defensor de oficio de los indefendibles, algo así como El Abogado del Diablo.
Pero las ocurrencias del munícipe cordobés no paran allí. Ahora para quedar bien con el gobernante estatal y previendo que el próximo año será su ultimo en la nómina pública, azuzó a directivos y padres de familia de la Escuela Secundaría General número 3 para pedir que el plantel lleve el nombre del progenitor del mandatario estatal. Portilla no tiene en qué ocupar el tiempo pues en sus zalamerías se pasará a jorobar a la escuela y a los estudiantes. Ahora, sí como dicen los alumnos de esa misma escuela: que no se azote que hay vidrios en el suelo. Por supuesto que rechazan la intención de usar al instituto para hacerle la barba al gobernante en turno.
NI UN PASO SIN HUARACHE
Se confirmó que el proceso de venta del equipo del club deportivo Tiburones Rojos de Veracruz al hombre más rico del mundo, Carlos Slim, se encuentra parado luego de que el empresario puso una serie de condiciones para comprar el cardumen de charales que fue en lo que convirtieron al equipo de futbol en la que la fidelidad y la prosperidad. Hasta donde se sabe, las dos condiciones principales de Slim – quien el viernes se paseó en Veracruz acompañando al todavía presidente Felipe Calderón en su gira visita a la escuela naval de Antón Lizardo, Alvarado- tienen que ver con proyectos alternos de negocios en la entidad.
Una es que el gobierno estatal libere los permisos de construcción de la llamada Plaza Sendero en el puerto de Veracruz, la cual está detenida porque el proyecto ocuparía parte de los humedales conocidos como Tembladeras, que cuenta con una declaratoria de protección estatal obtenida a finales del sexenio pasado tras la múltiples protestas de organizaciones ecologistas. La segunda es que el Grupo Carso o sus empresas satélites tengan participación en la organización de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014.
Por algo Slim ha acumulado tanto dinero pues no da paso sin huarache y en el caso de los Tiburones Rojos, el magnate no está dispuesto a regalar su dinero para que el gobierno estatal se adorne con sombrero ajeno. En reiteradas ocasiones, Slim ha expresado a los negociadores del gobierno estatal que el equipo de futbol está en su peor etapa y para levantarlo se requerirán varios millones de dólares para revertir el saqueo al que fue sometido en los últimos ocho años y convertirlo en un equipo de primer nivel. Es ahí donde se atoró la resurrección de los escualos.