Andrés Timoteo
columnista
MEDALLISTAS DEL HURTO
Lector, sorpréndase: durante el 2019 el alcalde más ladrón de la zona centro no fue la cordobesa Leticia López Landero sino hubo otros dos arriba de ella de acuerdo con el reporte del Órgano de Fiscalización Superior (Orfis). Vaya, si estuviéramos hablando de las ‘Olimpiadas del Hurto’, López Landero sería la ganadora de la Medalla de Bronce pues está en tercer lugar – conforme a la auditoria de la Cuenta Pública del 2019, se repite, pues es posible que en el 2020 y en este 2021 rompa su propia marca y se lleve la presea de oro-.
A la panista -por fuera, pero morena en su corazón y mañas-, el Orfis le detectó un presunto daño patrimonial por 25.1 millones de pesos. Es decir, cada mes del 2019 se robó 2 millones de pesos, a razón de 70 mil pesos diarios. El otro edil más cacos es el perredista Serafín -los lugareños le apodan “Será Ruin”- González Saavedra de Coscomatepec quien cometió daño patrimonial en ese 2019 por 30.1 millones de pesos.
Pero la Medalla de Oro se la llevó otro perredista, Juan Carlos Mezhua Campos de Zongolica quien, de acuerdo al Orfis, se habría birlado 41 millones de pesos. Si que tiene mano larga ese edil. Lo peor es que tanto el zongoliqueño como el coscomatepecano o sanjuanero, como se les conoce a los de esa localidad, son reincidentes en saquear el erario pues en la revisión de la Cuenta Pública del 2018 también cometieron daño patrimonial. Mezhua Campos acumuló 4.9 millones y González Saavedra 1.6 millones de pesos.
Ese par de alcaldes desde el primer año de gobierno comenzaron a robarse el dinero público y a estas alturas del 2021, el último periodo presupuestal de su gestión, ya deben ser veteranos en el hurto. Por su lado, hay que decirlo, la cordobesa López Landero solo tiene observaciones y recomendaciones en ese 2018. El cuarto lugar en el medallero de los ‘uña larga’ es para el orizabeño Igor Fidel Rojí quien habría cometido un daño patrimonial en el 2019 por 18.5 millones de pesos, aunque en el 2018 solo tuvo observaciones técnicas de parte del auditor estatal.
La posición número cinco es para otro perredista, Baldomero Montiel Esteves de Mariano Escobedo quien tiene un faltante de 16.2 millones de pesos y en el sexto está el ayuntamiento de Atzacan con 13.8 millones -este caso es especial y requiere un análisis aparte porque el alcalde Misael Lorenzo Morales falleció a principios de este 2021 y en teoría no hay a quien cobrarle lo robado en el 2019-. El séptimo lugar fue para la priista-verde, Balducina Tejeda de Huatusco que cometió un saqueo por 13.7millones de pesos.
La huatusqueña también es reincidente en depredar la tesorería municipal pues el año anterior, el 2018, el Orfis le detectó un faltante por 6.4 millones de pesos. En total, durante los dos primeros años al frente de la alcaldía de Huatusco, doña Balducina se embolsó más de 20 millones de pesos. ¿Cuánto dinero ha de llevar con el ejercicio del 2020 y lo que va de este 2021? Por eso quería que su esposo Miguel Ángel Sedas le heredara el ayuntamiento para continuar robando a gusto.
El octavo lugar es para otro reincidente en el latrocinio, el panista Antonio Mansur Oviedo de Fortín de las Flores que presenta un daño patrimonial de 10.4 millones de pesos y en el 2018 fue de 336 mil pesos. Acá le aplica el dicho del exalcalde de San Blas, en Nayarit, Hilario Ramírez, el popular “Layín”, quien aseguró que “robó poquito”, aunque en el caso del charro Mansur solo fuel primer año porque el siguiente se despachó con la ‘cuchara grande’.
Uno semejante es el también panista Miguel Ángel Castelán Crivelli de Ixtaczoquitlán pues en el 2019 tiene un saqueo financiero de 10.7 millones de pesos mientras en el 2018 solo fueron 494 mil pesos o sea que en su primer año de gobierno al igual que el fortinense solo “robó poquito”. Y finalmente el décimo lugar fue para otro panista, Eduardo Rojas Camacho de Amatlán de los Reyes quien se había embolsado 7.6 millones de pesos.
Al hablar de millones y millones de pesos robados, cifras y más cifras, la gente se puede confundir por eso siempre hay que hacer comparaciones, aunque muchos afirmen que éstas son odiosas. Pues bien, tomando el problema sanitario más dramático de la actualidad que es la falta de fármacos para las quimioterapias contra el cáncer, estos diez alcaldes de la zona centro tan solo en el 2019 se habrían robado 187 millones de pesos lo que alcanzaría para costear 2 mil 330 tratamientos oncológicos.
Lo anterior si se hace el cálculo de seis sesiones de quimioterapia por tratamiento y un precio promedio de 80 mil pesos por ellas. O sea, con ese dinero se pudo haber salvado la vida a más de 2 mil 300 niños y adultos con cáncer. En lugar de eso, el dinero municipal habría ido a parar a las cuentas bancarias de los funcionarios, casas, ranchos, automóviles, viajes de placer y demás excesos que se puedan dar con el dinero ajeno.
ERICK Y ERICA, MEGACACOS
Al escudriñar el reporte del Órgano de Fiscalización Superior sobre la Cuenta Pública del 2019 hay un hiper-medallista en las ‘Olimpiadas del Hurto’ en la zona centro y se llama Erick Sánchez Ibáñez, rector de la Universidad Politécnica de Huatusco (UPH) quien cometió un daño patrimonial a la institución por 8.1 millones de pesos. Sin embargo eso es, entrecomillas, poco respecto a lo robado en el 2018 cuando fueron ¡¡111.1 millones de pesos!!
Es escandaloso, en dos años casi 120 millones de pesos saqueados, aunque hay una explicación muy maloliente: Sánchez Ibáñez es el operador del titular de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), Zenyazen Escobar, el que verdaderamente está detrás de los latrocinios en el área educativa y la UPH tan solo es una de las instituciones donde el funcionario estatal realiza negocios fabulosos o,mejor dicho, tumultuarios.
La cuña de Escobar García sobre el rector Sánchez en la operación de los desfalcos financieros se llama Erica Rodríguez López, a quien el secretario impuso como secretaria académica de la UPH, a pesar de no cumplir con la currícula académica. A la señora le tiene absoluta confianza porque además es su pariente ya que Rodríguez López es prima de su esposa, Liliana López Coronado. Los bien enterados dicen el matrimonio Escobar López es insaciable.
Nuevamente recurriendo a la comparación con esos 120 millones de pesos que Erick y Erica saquearon de la Universidad Politécnica de Huatusco se pudo costear el tratamiento completo de quimioterapia para mil 500 niños o adultos enfermos de cáncer. ¿Cuánto habrán saqueado ese par de pillos en el 2020 y en lo que corre del 2021? Sin duda, Erick y Erica deben ser llevados a juicio por ese robo estratosférico. Claro, también al patrón de ambos, Zenyazen Escobar.
LLAMADO A LA RESISTENCIA
Leer te permitirá no creer el cuento de que el país está en la “cuarta transformación”, que el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador es un líder progresista y democrático o que el jalapeño Cuitláhuac García es una “bendición” para el estado y mucho menos que es honesto. Leer también evitará que creas los dichos de los negacionistas de la pandemia de Covid-19 y los ‘anti-vacunas’ que aseguran que detrás de ambas hay un complot de las élites para dominar el mundo.
Lo anterior si lees la prensa seria y dejas de atenerte solo a lo que se difunde en las redes sociales. Ahora, leer libros -literatura, ciencia, arte, ensayos, historia- no solo te liberará de eso sino que te hará mejor persona y un bien valioso para la sociedad. Leer es un acto de autodefensa personal, de entrenamiento intelectual y un evento social porque al hacerlo también beneficias a los que están a tu alrededor.
Es certero cuando dicen que leer es una acción de resistencia en tiempo aciagos y hasta un ejercicio de protesta, especialmente ahora que el intelecto y el lenguaje se han ido podando para adaptarlo a los muros del Facebook, a los 140 caracteres del Twitter, los mini-vídeos del TikTok o la bazofia -en su mayoría- del YouTube.
Leer también es, por supuesto, un acto de salvación. Siempre lo ha sido en contextos como el mexicano en el cual la movilidad social depende de la preparación académica del individuo. Además, a México le hacen falta soñadores que son el primer estadio para ser pensadores y creadores, pero no se puede ser pensador si no se tiene conocimiento y para tenerlo hay que informarse y para informarse el mejor camino es la lectura.
El comentario viene al caso -no podría dejarse pasar- por las declaraciones que hizo la semana pasada el director de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Max Arriaga, quien se lanzó contra los lectores afirmando que muchos lo hacen como un “goce y consumo capitalista”. Claro, es otra barbaridad más en boca de un ‘chairo’ ensoberbecido por el poder, de esos que hoy abundan por todos lados. Es, también, la esencia de morenismo gobernante cuyo patriarca tropical es abierto oponente a la preparación académica y al pensamiento.
Leer es veneno para ellos y entonces con la lectura se les puede enfrentar, por eso leer es un acto de aguante en esta época, se insiste. La reflexión se cierra con las palabras del escritor francés Daniel Pennac -autor de “La felicidad de los ogros”, imperdible- que ha dedicado parte de su vida a redactar para los jóvenes y niños, para que lean. En su libro ensayo-manual “Como una novela” -también imperdible-, Pennac llama a no tenerle miedo a la lectura y resume así el consejo para las nuevas generaciones:
“Cada lectura es un acto de resistencia. ¿De resistencia a qué? A todas las contingencias. Todas: sociales, profesionales, psicológicas, afectivas, climáticas, familiares, domesticas, gregarias, pecuniarias, ideológicas, culturales o umbilicales. Una lectura bien llevada salva de cualquier cosa, incluso de uno mismo. Y, por encima de todo, leemos contra la muerte”.
Desde este espacio llamamos a la resistencia: ¡Todos a leer que el mundo se va acabar y este país se caerá a pedazos si se lo dejamos a los analfabetas guindas! ¡Leyendo digamos NO a las obscenidades de los ‘chairos’! Sacar un libro frente a un lopezobradorista es como mostrarle una cruz a un vampiro, así de simple. ¡Hagámoslo!
