- Por Andrés Timoteo / columnista
¡QUÉ BONITA FAMILIA!
Los antiguos griegos le llamaban Uróboro que significa “la serpiente que se muerde la cola”, un concepto de más de tres mil años que describe un circulo vicioso sin fin. El propio reptil se devora y al mismo tiempo se autoinyecta veneno y eso describe casi perfectamente a la familia López Landero de Córdoba, hoy imbuida en un pleito intestino por el poder político. Bueno, más bien por el dinero ajeno, el de los cordobeses.
La situación ha llegado a lo grotesco. El candidato a la alcaldía del Partido Movimiento Ciudadano (MC), Tomás López Landero, anunció que se amparará judicialmente para poder tundir con epítetos a su propia hermana, la edil Leticia López, anticipándose a una denuncia por violencia de género como acostumbra la desocupada alcaldesa. Incluso antes de tramitar el amparo, el hermano matraquea a su parienta: “Es la madre de la corrupción”, le dijo.
Aquí es necesario citar una estrofa del “Corrido del Pueblo y el Mal Gobierno” que escribió el extrañado Oscar Chávez: “No creas que me das la llave/ de un conocimiento inmenso,/ no sé por qué te haces menso/ si todo el mundo lo sabe”. Todos los cordobeses saben quién es y qué hace Leticia López Landero, pero presenciar un canibalismo entre hermanos rebasa el mal gusto y se cae en lo patético.
Ya antes de definirse las candidaturas se conoció que desde el ayuntamiento, la hermana hostigó a los seguidores del hermano, o sea la serpiente mordiéndose la cola. Pero hay quienes dicen que ese pleito filial es fingido, parte de un plan maquiavélico para mostrarse como enemigos y jugar en doble cancha partidista para ver qué ganancia sacan. Podría ser, pero sólo si tuvieran la inteligencia suficiente para tal cosa -lo que no se les nota a simple vista porque ambos son demasiado básicos-, aunque la lectura a bote-pronto es el pleito de los López Landero es por un botín mal repartido.
Por supuesto, en el mismo hay cosas que no se pueden ocultar. Una, es un pleito con violencia intrafamiliar. Tomás López es el clásico macho agresivo que se tunde verbalmente a su propia hermana porque le roba espacios políticos. Dos, la hermana ladina tampoco repara en arremeter contra su carnal ni deja de hacer tropelías. El tercer asunto es que aunque la alcaldesa esté a las patadas con el hermano, nadie puede negar que es una madre ardiente con sus retoños, a los que enseña a vivir del erario.
Ya es noticia vieja que al hijo varón, Isaac Luz, lo colocó en la quinta posición de las candidaturas plurinominales de Acción Nacional para una diputación local, lo novedoso es que a la hija la puso como suplente de una regiduría en la planilla del abanderado de la alianza PAN-PRI-PRD al ayuntamiento, Juan Martínez Flores.
Es decir, la señora juega en dos bandas e incluso perdiendo su partido de membrete -porque en realidad es operadora del morenismo-, sale ganando porque sus vástagos se colarían en la próxima legislatura y ayuntamiento. En fin, ni cuál hermano irle, ambos son tremendos pillos y como dijera el cómico Pompín Iglesias II: ¡Qué bonita familia! -aclaración para los despistados: el adjetivo “bonita” es ironía porque estos tipos son desagradables de formas y de modos-.
LA SÍNDICA ‘MOCHES’
Pero si de guarros se trata, los de enfrente no cantan mal las rancheras. El candidato morenista a la alcaldía, Martínez Flores lleva como propuesta de síndica a Vania López González, una exreportera de Córdoba -¿alguien la conoció como tal?, ¿alguien le leyó algún artículo que haya escrito? Bueno, así se ostenta ella- que forma parte de la llamada “Mafia de los Moches” en el congreso local pues ella y su hermana Itzel López son propietarias de varias empresas informativas creadas súbitamente para exprimir los recursos financieros del Poder
Legislativo.
Esta mafia la encabeza otro cordobés, Aldo Valeriano Zamudio, cuya fama cuenta que antes de convertirse en jefe de comunicación social de la legislatura se dedicaba a vigilar las entradas de los antros -era ‘cadenero’, pues- pero su cercanía con el exdiputado local y ahora secretario de Educación, Zenyazen Escobar lo llevó a incrustarse en la nómina legislativa y hacer negocios por todos lados.
A través de las hermanas Vania e Itzel, el vocero parlamentario creó por lo menos cinco “empresas periodísticas” -Revista Perfil, Nación Política, CX Noticias, Tsunami Veracruzano y 24 Veracruz- a las que mensualmente paga casi un millón de pesos, no importa que sean ‘fantasmas’ y no tengan lectores ni abonados y apenas se traten de alguna página web o una cuenta en la plataforma Facebook. El Buen Tono ha dado cuenta que algunos de esos medios informativos ‘fantasma’ cobran también en el ayuntamiento de Leticia López Landero.
Originalmente había trascendido que Aldo Valeriano sería síndico o regidor de la planilla morenista, pero finalmente mandó a su socia y prestanombres, Vania López a la sindicatura. Imagínense lo que hará esa dupla Valeriano-López con los dineros de la comuna cordobesa si es que llega a ganar Juan Martínez Flores. ¡No dejarán piedra sobre piedra y hasta los lapiceros se van a
embolsar!
Pero el asunto no para ahí porque hay una lectura de fondo. Las hermanas Vania e Itzel López González son parientes de Liliana López Coronado, esposa del secretario Zenyazen Escobar García. Incluso, Itzel López es funcionaria de la SEV. Pues bien, el secretario Escobar estaba supuestamente enemistado con el candidato Juan Martínez y apoyaba al diputado local -el ‘dipucheves’- Rubén Ríos Uribe en su pretensión de ser candidato a la alcaldía cordobesa y quien ahora está impugnando la designación del legislador federal con licencia.
Todo indica que el grupo morenista que lidera Zenyazen Escobar dejó sólo a Río Uribe en su quejas y pleitos y ya negoció con Martínez Flores. La señal es que la sobrina política del secretario va en el primer lugar de la planilla del candidato morenista. Así se confirma que estos morenistas son ‘canela fina’ en esos de los enjuagues y las traiciones. La mala noticia es para los cordobeses porque si se confían y votan por Morena, tendrán a una “Síndica Moches” con las uñas bastante largas a partir del año venidero.
NO ANDA LA YUNTA
Los campesinos lo saben muy bien y lo explican mejor: cuando la yunta no quieren andar – se “achanta” dicen en la Cuenca del Papaloapan- no queda de otra que arrear los bueyes a golpe de vara. Solo así caminan los animales. Eso exactamente sucede con los diputados del congreso local, porque la semana pasada hubo un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que invalidó la disolución del ayuntamiento de Mixtla de Altamirano y ordenó restituir al cabildo, así como liberar la tesorería que fue intervenida por el gobierno estatal.
A pesar de que las sentencias de la SCJN son inatacables, es decir, que deben cumplirse obligatoriamente porque es la última instancia judicial, la presidenta del congreso, Adriana Linares Capitanachi, morenista para no variar, se negó a hacerlo alegando que “tenía otros datos”. Lo mismo el presidente de la Junta de Coordinación Política, el también morenista Javier Gómez Cazarín quien aseveró que “iban a esperar la resolución final”. Vaya, a estos señores solo les falta rebuznar como ya se ha dicho porque su ignorancia es tremenda.
Por supuesto que cayeron en desacato y el propio ministro presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar ordenó cumplir la sentencia o de lo contrario se procedería a la destitución de la presidenta parlamentaria y se le llevaría a los tribunales por incumplir un mandato judicial. A estas horas ya debe haber retornado el ayuntamiento a Mixtla de Altamirano con la presidenta sustituta, el suplente del síndico -porque el propietario de la formula está en la cárcel- y la regidora original. A los bueyes de la yunta legislativa les estuvieron que enseñar la vara para que caminaran.
El paso siguiente será llevar ante la justicia a los integrantes del Concejo Municipal nombrado por la legislatura y encabezados por Crispín Hernández Sánchez -los vocales son Socorro Alba Sandoval Cuevas y Xicotencatl Atlahua Temoxtle, Lorenzo Tlehuactle Zopiyactle, Senoria Orea Méndez y Ángel Amador Cano – quienes resultaron unos verdaderos granujas. Se robaron el dinero municipal, hicieron negocio con los cargos y agredieron a la población. En pocas palabras, el remedio que dispusieron los diputados para Mixtla de Altamirano salió peor que la enfermedad.
¿Y quien era presidente de la mesa directiva en el congreso local cuando se procedió a la desaparición de poderes en ese municipio y se nombró ilegalmente a los concejales? Acertaron, el cordobés Burrén…digo Rubén Ríos Uribe, otro que no rebuzna porque no se sabe la tonada o se enojan los asnos de cuatro patas. Risas.
MONSEÑOR COPPOLA
Un tema que no debe obviarse por lo que representó es la visita que la semana pasada realizó a Orizaba el nuncio del Vaticano, Franco Coppola quien después de su recorrido por la zona volcánica repitió lo que ya ha dicho sobre México: “no es posible que un país que no es pobre tenga a más de la mitad de su población en la pobreza”. También destacó el clima de la violencia que es producto del descuido gubernamental desde hace años -complicidad con la mafia, le faltó decir-. El binomio pobreza-violencia debe ser combatido con educación y conciencia social, señaló.
Monseñor Coppola sabe de lo que habla porque ha sido nuncio en países africanos y asiáticos también lacerados por esos cánceres. Aunque con tiento diplomático, hay que reconocer que es uno de los poquísimos nuncios enviados a México por Roma que no evaden el tema social y lo exponen públicamente. Igualmente es significativo que Veracruz haya sido el lugar visitado luego de que estuvo varios días, a finales de abril, en Aguililla, Michoacán, uno de los puntos infernales por la violencia derivada la lucha entre cárteles del narcotráfico.
Sus homilías en aquel lugar no tienen desperdicio, pero lo más importante es el significado de su presencia en tierra de nadie: la alta jerarquía de la Iglesia va hacia esos sitios a solidarizarse y confortar a quienes están atrapados allí. Los acompaña de cierta forma y aunque por algunas horas o días su estancia les regala un poco de tranquilidad. Entonces habrá que pedirle a monseñor Coppola que visite Córdoba, Coatzacoalcos, Pánuco y otros puntos veracruzanos que son verdaderas sucursales del
infierno, ¿no creen?