Por Andrés Timoteo / Columnista
PASAPORTE VERDE
Es gratuito, bilingüe y temporal. Puede expedirse digitalmente para mostrarse en la pantalla de un teléfono móvil o de una tableta generando un código QR para que sea leído cuando se requiera su comprobación o sobre papel para aquellas personas que no utilizan dispositivos electrónicos portátiles. Además es un documento tres en uno porque contiene los datos de la vacuna anti-Covid recibida por el portador, los resultados de las pruebas de antígenos a las que ha sido sometido y la certificación que ha superado la infección pandémica.
Su nombre oficial es Certificado Verde Digital, pero ya todos lo llaman “Pasaporte Verde” y a partir de junio debe ser portado por los residentes de los 27 países que integran la Unión Europea para poder viajar en el continente. Hay quienes lo han denominado despectivamente como “el pasaporte de la peste” y han acusado que es discriminatorio aunque en realidad su portación no es obligatoria.
La salvedad es que la persona que lo presente estará exenta de someterse a los test clínicos para detectar el Coronavirus en aeropuertos, terminales portuarias y estaciones de trenes y autobuses transfronterizos así como evitar someterse a cuarentena al ingresar a un país. Su vigencia será mientras dure la pandemia y concluya la vacunación.
La Comisión Europea que es el órgano de gobierno de la UE aprobó el miércoles de la semana pasada el proyecto para establecer el “Pasaporte Verde” que será expedido en inglés y en el idioma respectivo del país de cada portador y por el momento solo son aceptables en dicho certificado las vacunas aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), es decir las europeas y norteamericanas y no se contemplan las inyecciones rusas ni chinas.
Un pasaporte epidemiológico, dicen los impulsores, ayudará a facilitar el libre tránsito de las personas sin el riesgo o la sospecha de que sean portadores del SARS-CoV-2 y, por ende, potenciales transmisores. ¿Se imagina un pasaporte de este tipo en América? Es algo casi utópico en primer lugar por la desorganización entre las naciones y en segundo por el caos que es la vacunación.
Sin embargo, dada la magnitud del problema epidemiológico tarde o temprano se debería buscar un mecanismo para garantizar el libre tránsito sin el riesgo de dispersar la plaga gripal. Por lo pronto, en México no es urgente el pasaporte sino las vacunas. La población se está inmunizando con donaciones de terceros -sobrantes, les llaman,como el que acaba de enviar Estados Unidos- y con algunos lotes baratos de China y Rusia.
No han llegado los cargamentos que el gobierno anunció que compraron -en diciembre y enero- a los laboratorios norteamericanos y europeos, aunque el trasfondo no es el acaparamiento ni el chauvinismo inmunitario de las grandes potencias sino que nunca se hicieron tales adquisiciones, solo fue propaganda para engañar a la opinión pública ante el desastre sanitario que se tiene. Suena feo hasta escribirlo, pero es la verdad: en México se están vacunando con las sobras de otros países.
UNA TRAS OTRA
En Córdoba y Orizaba se registra un caso peculiar -por no decir sospechoso- ya que a pesar de que ambas ciudades ocupan el tercer y cuarto lugar en el número de infectados y fallecidos por la Covid-19 todavía no llegan los lotes de vacunas para comenzar a inmunizar a la población y aún más, Fortín de las Flores, un municipio intermedio, será el primero en iniciar la campaña de inyecciones.
De Orizaba se podría tener explicación pues en el manejo partidista que se hace del proceso de vacunación sonaría lógico que La Pluviosilla sea castigada por el enfrentamiento entre el alcalde con licencia Igor Rojí y el gobierno estatal, pero lo extraño es el retraso en Córdoba donde la alcaldesa Leticia López ha sido más que zalamera con el régimen cuitlahuista y hasta se volvió operadora del morenismo. ¿Qué pasa allí?, ¿ya le perdieron la fe en Palacio de Gobierno?
La versión que se maneja tras bambalinas es que Morena no tiene las números a su favor para los comicios del 6 de junio, el diputado local Rubén Ríos Uribe no levanta en las preferencias de los ciudadanos y los malabares de López Landero y el “panismo marrón” tampoco arrojan buenos augurios. Entonces, no tiene caso de acelerar la vacunación para no darle un margen de publicidad al todavía gobierno “panista”. ¿Será?
Lo que sí es evidente es la precariedad que hay en el morenismo. Vaya, están tan desesperados que hasta llamaron de la ultratumba al truculento empresario Raúl Arróniz para colocarlo entre los aspirantes a la candidatura por la alcaldía. Sirviente por años del duartismo y la fidelidad, este señor tiene una trayectoria personal rebosante de oscuridades. Imagínenselo gobernando después de Leticia López. Una plaga tras otra. ¡Dios guarde la hora!, han de estar diciendo los sufridos cordobeses ante tal escenario. Risas.
EL REY DESNUDO
Ayer en la Ciudad de México se firmó el “Acuerdo Nacional para la Democracia” con el presidente, Andrés Manuel López Obrador, como convocante y los 32 gobernadores del país -incluyendo a dos mujeres mandatarias, las dos Claudias, la de Sonora, Claudia Pavlovich, y la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum- así como los titulares de la Fiscalía General de la República (FGR) y la Fiscalía Especializada para Delitos Electorales (Fepade).
Es un pacto a la antigua, al gusto del mandatario en turno como en los tiempos de Carlos Salinas de Gortari y de buenas intenciones, con un voluntarismo sobre lo que ya está contemplado en las leyes. En términos genéricos, un pacto ocioso -como aquí ya se ha dicho- ideado como una herramienta propagandística del régimen. Para cuidar las elecciones de la intromisión del crimen organizado y del uso de recursos públicos lo que se requiere es aplicar la ley que ya castiga estos actos, como también se ha insistido.
Pero como todo acto propagandístico tiene sus mensajes ondulantes y visibles: al mismo fue invitada la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) -Pavlovich habló por ellos-, pero no la Alianza Federalista que integra a los gobernadores que abandonaron la Conago y son férreos críticos del lopezobradorismo. Claro, ellos asistieron pero a título personal porque su organización fue ignorada.
Lo mismo sucedió con el Instituto Nacional Electoral (INE) que a pesar de ser el organizador y regulador de los comicios, su titular Lorenzo Córdova fue excluido porque está enfrentado a la “cuarta transformación”. ¿No es ilógico que se margine a uno de los actores principales? Bueno, la exclusión tiene congruencia desde las intenciones del presidencialismo imperial: al caudillo no le agrada el árbitro porque le estorba en su pretensión de que el balón, la cancha, las reglas, los jugadores, los banderines y el silbato sean manejados por él mismo.
En Xalapa, el pasado lunes se firmó un pacto similar y fue casi una experiencia literaria ver al mandatario en turno, Cuitláhuac García, presidir el acto protocolario en el patio central de Palacio de Gobierno. Si recurrimos a la alegoría prosística, cualquiera bien pudo haber gritado: ¡el rey está desnudo!, como lo hizo el chiquillo en el cuento de Hans Christian Andersen.
La historia del escritor danés se ajusta a lo que sucede en el régimen cuitlahuista pues los costureros de la corte le hicieron creer al gobernante que vestiría un traje especial con una tela mágica que solo pueden ver los dignos de la nobleza, en este caso a los ‘chairos’ de la “cuarta transformación”, pero como en el cuento ¡todo resultó nada! A García Jiménez lo hicieron caminar en pelotas exhibiendo sus miserias.
Y el sastre del desastre en su corte tiene nombre y apellido, es una suerte de ‘primer ministro’ de opereta, Patrocinio Cisneros, el secretario de Gobierno, encargado de convocar y organizar el dichoso acuerdo. Este señor llamó a firmarlo en medio del apaleo judicial contra los críticos, las chapuzas con dinero y programas públicos, y la carencia mínima de la diplomacia para garantizar la gobernabilidad. De ahí que el resultado fue un fiasco completo: el gobernante firmó un pacto intestino, sin la oposición, lo que le resta efecto.
Más caricaturesco fue que su ‘ministro’, Cisneros Burgos -al que los mordaces ya bautizaron como ‘el Capitán Cavernícola’- en la ceremonia de ayer llamó a todos para ejercer ¡la legalidad y la civilidad política!, ¿a poco no es poético? -risas y más risas-. ¿Qué pasará con el famoso ‘Acuerdo por la Democracia”en Veracruz? Nada, así de simple. El nuevo traje del reyezuelo es invisible, no existe.
Ah y en la lógica del quehacer político, el fracaso del lunes ameritaba que al funcionario responsable lo echaran de la corte, pero en Veracruz es al revés, hasta lo pusieron a emitir el discurso principal. Entonces, si bien parece un cuento, lo que sucede en la entidad no es literatura sino caricatura.