¿FALSA CRÓNICA?
No son erráticos los análisis de algunos columnistas sobre la incompatibilidad de las cifras e identidad de las personas que supuestamente han sido “rescatadas” por las autoridades estatales luego de estar reportadas como “desaparecidas”, es decir, secuestradas por el crimen organizado. En las últimas semanas el gobernante en turno, Javier Duarte de Ochoa, presentó ante los medios informativos y se tomó la fotografía con aparentes víctimas de este delito o sus familiares, pregonando que la acción de la Procuraduría de Justica y de la policía estatal permitió su retorno.
Es más, en la última exhibición el propio mandatario hasta enfatizó que no se trataba de un montaje sin que nadie se lo hubiera preguntado. ¿Por qué demandar credibilidad cuando se habla con la verdad?. Algo no huele bien, dijeron desde el inicio los agudos compañeros periodistas que cubrieron el evento, y efectivamente, el seguimiento a la misma aumentó las dudas. Consultados al respecto, integrantes de organizaciones civiles y cercanos a los gobiernos estatal y federal – que por obviedad piden la reserva de su identidad- afirman que la mayoría de esas 186 personas supuestamente rescatadas por la policía veracruzana no aparecen en los registros vigentes.
Las listas de personas desaparecidas que tiene la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) no coinciden con lo que reporta el gobierno veracruzano. Los 186 rescatados tampoco son reconocidos por las organizaciones no gubernamentales que desde hace años documentan los casos de personas desaparecidas en Veracruz, entre ellas el Colectivo por la Paz con Justicia y Dignidad con sede en la ciudad de Jalapa que ha acompañado a personas que buscan a sus familiares plagiados. Estos casos que son clamados por la sociedad civil no corresponden a los difundidos por Duarte de Ochoa.
¿Qué sucede?. Hay quienes ponen en duda la veracidad de los supuestos rescatados y sería grave, extremadamente grave que el gobierno de Duarte de Ochoa en el afán de remontar el desprestigio y los cuestionamientos hacia su aparato policiaco y de procuración de justicia, recurra al invento de historias. Es un tema muy delicado porque no se debe jugar con el dolor de una familia que tiene un integrante desaparecido pero las especulaciones no cesan por lo endeble de la versión oficial. Además de que no hay coincidencia entre los “rescatados” por el duartismo con los registros federales y las asociaciones civiles, otro dato que siembra la duda es la violación expresa a todos los protocolos de salvaguarda de las víctimas de un delito.
Estos protocolos, tanto estatales como nacionales e internacionales, prohíben exhibir ante los medios informativos a las víctimas del delito o a sus familiares porque eso los expone a posibles represalias de los grupos delincuenciales que los tenían plagiados. ¿Por qué arriesgar la integridad física de alguien que afortunadamente escapó o fue rescatado de un futuro incierto?, ¿No es actuar en contra de las víctimas al colocarlas en una situación de alta vulnerabilidad?. El proceder irresponsable del gobernante y de su procurador agranda más la incertidumbre sobre la veracidad de esas víctimas, comenta un abogado veracruzano que ha sido asesor de instituciones judiciales tanto estatales como federales.
“Si realmente fueron víctimas de secuestro, difundir su identidad y su rostro los coloca en peligro inminente de una vendetta. Hacerlo solo podría tener explicación cuando no hay riesgo de que estas personas sufran acoso o más atentados de sus excaptores. ¿Y cómo es eso?, pues que nunca hayan estado secuestrados y por lo tanto no corren riesgo alguno”, suelta sin más el jurisconsulto. ¿Será una falsa crónica del duartismo?, se le pregunta. “No lo sé – responde- y tal vez no se sabrá nunca porque es casi imposible que permitan conocer los expedientes y auditar los procesos de investigación para corroborar si son víctimas reales”, responde. “Lo cierto es que todo está muy raro”, concluye.
¿FOTON REMASTERIZADO?
Más allá de la opinión de los bien enterados, la lógica del contexto también se contrapone a la información optimista de la procuraduría veracruzana. Si lo que buscan es un golpe mediático para rescatar la desastrosa imagen del gobierno estatal por qué no empezaron con los casos más sonados que levantaron revuelo en la opinión pública. Por ejemplo, siguen sin aparecer Salvador Salazar Gómez, hermano de la cantante de Televisión Azteca, Toñita, que fue plagiado en abril en Tantoyuca por supuestos policías bermudianos.
Tampoco ha sido rescatado el joven Gerson Quevedo, hermano de Alán Quevedo, exportero de la filial Sub-17 del equipo de futbol Tiburones Rojos, mismo que fue asesinado el 15 de marzo pasado junto con su cuñado, el taekwondoín Miguel Caldelas Morales cuando negociaban su rescate. Vaya, ni siquiera han podido traer de regreso a las primas del secretario de Gobierno, Erick Lagos que están reportadas como desaparecidas en el municipio de Isla desde hace tiempo. ¿Entonces?. Todo mueve al recelo y hay quienes ligan este asunto de los 186 “rescatados” con un tinglado para elevar la alicaída popularidad de la administración estatal.
Es más, afirman esta posible maniobra se parece mucho a las usadas en el sexenio de la fidelidad. Una de ellas fue la disposición de recursos públicos –se habla de más de 300 millones de pesos- para el pago del “rescate” de unos veinte empresarios secuestrados. El mismo innombrable lo presumió en una entrevista radiofónica a nivel nacional pero nadie sabe y nadie supo quienes eran esas víctimas. La coincidencia general es que fue el pretexto para saquear al erario en nombre de falsas víctimas de la delincuencia. El otro caso que viene a la memoria es el de aquel actor contratado por el innombrable para hacerse pasar como ejecutivo del corporativo chino Foton para engañar a empresarios de la zona sur.
A esos empresarios y medios informativos el falso inversionista de Foton – firma a la que le regalaron las instalaciones del Agrocentro Siglo XXI, y que fue otro montaje- les dijo que le inyectaría millones de dólares para instalarse en el parque industrial “Puerto México” de Coatzacoalcos pero el teatro se le cayó cuando este supuesto accionista se emborrachó en un bar y contó a los parroquianos que en realidad era un comediante de medio pelo radicado en Hollywood California y lo contrataron por su físico asiático. El actor dijo que aceptó representar el papel de un ejecutivo de Foton porque quería aprovechar para conocer Coatzacoalcos, lugar de nacimiento de la actriz Salma Hayek.
El titular de ese parque industrial era nada más y nada menos que el llamado Suegro del Sexenio, Antonio Macías, quien se prestó al engaño con el comediante hollywoodense, organizado por el exgobernante. ¿Los supuestos rescatados será la versión remasterizada del caso Foton?. La presentación de los supuestos rescatados se pareció mucho a un episodio del programa de Laura Bozzo y la duda hierve ya que al gobernante en turno no le faltan consejos de familiares y antecesores en eso de levantar tinglados.
SEGUNDAS VERSIONES
En unas semanas se cumplirán seis meses del actual gobierno municipal que encabeza el panista Tomás Ríos Bernal y el balance es pueril. No hay obra pública importante, no hay programas innovadores y tampoco transparencia en el manejo de los recursos públicos. En contraparte los escándalos han sido al por mayor. El último de ellos fue que literalmente atraparon a los funcionarios municipales con el bocado en boca al conocerse que tan solo en el último trimestre se gastaron 35 mil pesos en comilonas que dieron en restaurantes de la ciudad. ¡Cuánta desvergüenza!
A lo anterior se adiciona el incremento impúdico de sueldos para los ediles y personal de confianza, que el yerno de alcalde Ríos que fue incrustado en la nomina y con sueldo de lujo –seguramente para ahorrar para la boda-, que la contable personal de Ríos la colocó como Oficial Mayor para ahorrarse el sueldo que le pagaba por administrar sus negocios particulares en un claro conflicto de intereses y que su directora de Turismo amenaza con encarcelar a los reporteros que la pretenden entrevistar.
También ha sido noticia el acuerdo insano que mantiene con un rotativo local para beneficiarlo con publicidad en el centro histórico sin contar con numerosos conflictos con vendedores ambulantes, maestros, defensores de los animales, colonos y demás. En resumen, el primer semestre de Ríos Bernal en palacio municipal sido más de pifias y escándalos que de resultados a favor de los cordobeses quienes seguramente ya están reflexionando sobre la certeza de aquella frase muy popular en el cine y la literatura de que nunca fueron buenas las segundas versiones, en este caso la repetición de Tomás Ríos que en campaña presumió experiencia en gobernar.
Ah y sobre la majadera actuación de los regidores Paola De Aquino, Guillermina Fernández, Iván Antonio Espinosa y Juan Antonio García Regules quienes en días pasados se robaron las letras de esta casa editorial que se exhibían en el parque 21 de Mayo no hay mucho que decir. La sabiduría popular nunca se equivoca y en ellos cae al dedillo aquella máxima de que “si quieres conocer un indito, dale un huesito”. Claro, con una disculpa expresa para los hermanos indígenas, que en su mayoría son gente decente y de buena fe, por compararlos con estos individuos cuyo cerebro es del tamaño de un chícharo.