- Por Andrés Timoteo / columnista
OLA DOS: TOQUE DE QUEDA
El 11 de marzo se conformó el Consejo Científico de Francia, un grupo de once expertos entre infectólogos, virólogos, epidemiólogos, urgenciólogos, antropólogos y sociólogos para asesorar al Elíseo -el palacio de gobierno-en la lucha contra la pandemia de Coronavirus. Cuatro días más tarde, este Consejo recomendó decretar el estado de emergencia y el confinamiento general de la población.
Así se hizo y el 16 de marzo todo el país entró en un impase que duró tres meses. A pesar de que fue una medida draconiana, resultó efectiva para menguar la primera ola pandémica porque se logró menguar y contener las infecciones y los fallecimientos. Actualmente en Francia hay 32 mil 700 decesos y la cifra ha permanecido con elevaciones leves desde mayo. Sin embargo, hoy siete meses después, el Consejo Científico vuelve a sugerir una medida no tanto totalitaria pero sí extrema: un eventual ‘toque de queda’ para contener la segunda ola pandémica.
El médico Jean-François Delfraissy, catedrático de la Universidad Pierre y Marie Curie y presidente del Consejo Científico lo dijo el sábado a la televisión francesa: “es necesario hacer todo para evitar el reconfinamiento (total), si en ciertos momentos es necesario habrá que tomar una decisión sobre algo intermedio, un ‘couvre-feu’ (toque de queda) por ejemplo”.
Lo anterior significa restringir la movilidad de personas y vehículos en un lapso del día, especialmente la tarde y noche, con el objetivo de evitar la exposición al contagio. La sugerencia dada por el doctor Delfraissy resuena no solo en los pasillos del Elíseo sino en todo el país galo ahora que la segunda ola de la Covid-19 tiene a todos con los ‘pelos de punta’. El sábado, el mismo día de la sugerencia del ‘toque de queda’, se registraron 26 mil nuevos infectados, cifra no vista desde marzo en la primera oleada. De sábado a domingo fueron 16 mil 100 nuevos casos y 54 decesos.
Desde el pasado fin de semana también se decretaron en alerta máxima a las ciudades de Lyon, Grenoble, Saint-Étienne y Lille y a las cuales se sumarán, mañana martes, Toulouse y Montpellier. Hay que recordar que desde la semana pasada París, Marsella, Aix-de-Provence y Guadalupe, está última en las Antillas Francesas, en América, también fueron decretadas en alerta superior por el numero desbordado de infecciones.
Otro dato que intensificó la preocupación de los científicos es que durante el fin de semana se reportaron 7 mil 916 pacientes en hospitales cuando la capacidad es de 5 mil camas. Claro, no todos están en terapia intensiva ni requieren un respirador artificial -el parámetro de las ‘camas-Covid’ es porque cada una tiene garantizados los ventiladores, equipo de reanimación y médicos al pie-, pero la ocupación en los nosocomios es un indicador de que la situación epidémica se agrava rápidamente.
La referencia de comparación con México es que el Consejo Científico de Francia asesora al gobierno, pero no está sometido a este. Es más, sus integrantes han criticado abiertamente muchas medidas oficiales frente a la pandemia como la de privilegiar la reactivación económica sobre la salud de la población. El mismo fin de semana, el doctor Delfraissy calificó la estrategia gubernamental como “una olla de presión a punto de saltar (por los aires).
Es decir, los expertos que aconsejan sobre la pandemia a la autoridad francesa ni por equivocación se comparan con el subsecretario de Salud en México, Hugo López Gatell quien escondió bajo de escritorio todo lo científico y utiliza la zalamería y la obediencia ciega para agradar al tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, al grado de decretarlo inmune al contagio y a la transmisión de la Covid-19, y, por supuesto, maquillar las cifras reales de infectados y muertos. Lo que se tiene en México es un lambiscón y mentiroso conduciendo la estrategia gubernamental contra la pandemia.
De la otra parte, el gobierno francés tampoco se limita a escuchar solo al Consejo Científico, sino que ha recurrido a expertos independientes para asesorarse cuando considera que requiere otras opiniones calificadas porque las decisiones impactarán a toda la nación. Prueba de ello es que el presidente Emmanuel Macron se ha reunido en dos ocasiones – en abril y mayo- con el doctor Didier Raoult, director del Instituto Hospital-universitario de Marsella y uno de los pioneros en el uso de la cloroquina en el tratamiento de los enfermos de la Covid-19.
GRIPE O HAMBRE
En el resto del continente europeo también hay medidas emergentes por la segunda ola pandémica. En España, además de Madrid que lleva una semana en un encierro parcial, las provincias de Navarra y Cataluña impusieron más restricciones para tratar de contener los contagios. En la primera se redujo un 30 por ciento la movilidad y se prohibieron reuniones con más de seis personas. En Cataluña se pidió a las empresas volver al teletrabajo y a las universidades a las clases en línea durante quince días.
Italia ha puesto bajo alerta a las regiones de Lombardía, Campania, Lacia -donde está Roma, la capital-, Véneto y Emilia-Romaña, y prolongó el estado general de emergencia sanitaria hasta enero del 2021. En todo el país es obligatorio el uso de cubrebocas en el exterior y las multas por no usarlo se fijaron entre los 400 y mil euros -10 mil y 25 mil pesos-. Alemania y Reino Unido también han decretado alerta y confinamientos parciales, así como cierre de bares y salones de fiesta en varias regiones.
Por cierto, en Europa los investigadores coinciden en dos pronósticos de susto. Uno, la vacuna contra el Coronavirus no llegará en este 2021 y el azote de la epidemia se prolongará hasta el verano de ese año. Es decir, en agosto o septiembre del 2021 se podría comenzar a salir del atolladero vírico. Para América Latina -incluido México- el plazo se duplicaría o triplicaría debido a la falta de seriedad en las medidas sanitarias. O sea, por allá de agosto del 2023 México vería la luz al final del túnel pandémico.
Lo peor es que seguirán empeorando las secuelas en salud y economía. Las primeras tienen que ver con los decesos, y ya se llevan más de 83 mil, y la segunda porque se prolongará el desplome de las actividades comerciales y empresariales, así como la desaparición de fuentes de empleo y reducción de salarios. México pasaría de 40 a 56 millones de personas en extrema pobreza según un estudio de la UNAM. Deducción: al pobre que no lo mate la gripe, lo matará el hambre. Así de terrible el avenir.
EL VODEVIL MARRÓN
Es una comedia lo que sucede en el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) pues el sábado debieron tener un nuevo dirigente nacional tras el proceso demoscópico para medir la popularidad de los aspirantes y resulta que hubo “empate técnico” entre los diputados federales Mario Delgado y Porfirio Muñoz Ledo. Solo cinco décimas separaron a los representantes de las tribus más fuertes: los moderados -de Delgado- y los ‘puros’ y reaccionarios -de Muñoz Ledo-. Y se vino la barahúnda.
Ante ello, el Instituto Nacional Electoral (INE) ordenó una tercera ronda de encuestas para el desempate, como prevén las reglas aceptadas y firmadas por los participantes. Sin embargo, al viejo estilo priista con toques de “chairismo”, la tribu que respalda a Muñoz Ledo exige que se respete el resultado -risas- y Muñoz Ledo alega fraude como en 1988 y el 2006. El falso discurso se cae porque las encuestas no son votaciones sino mediciones que requieren un puntaje mínimo de diferencia para darles certeza.
Los reaccionarios también recurrieron a la vieja práctica del priismo de ‘la cargada’ con una carta firmada por diputados federales y locales y senadores exigiendo que Delgado “reconozca el triunfo” de Muñoz Ledo. Solo les faltó gritar “¡Voto por Voto, encuesta por encuesta!” Asunto más que hilarante pues de los 41 legisladores, al menos 12 fueron veracruzanos, lo que confirma que el gobierno de Cuitláhuac García está en esa corriente y usando el aparato estatal para apoyarla.
La respuesta de enfrente fue demoledora numéricamente porque 254 parlamentarios, cinco veces más, sacaron otra carta abierta respaldando a Delgado y exigiendo que se respeten las reglas de desempate. Así, el sainete marrón continúa ad infinitum. Morena ya lleva dos años sin poder renovar su dirigencia y en pleitos internos que desmienten las diferencias que presumían con los viejos partidos. Son igual de cochinos, pero además son trompudos, dirían los viejos del pueblo.