CASI EN EL BAÑO
Acorralado por las protestas de los maestros disidentes y la decepción que campea en todo el territorio nacional hacia su administración, el copetón Enrique Peña Nieto hará su informe del primer año como Presidente de la República encerrado en la “casa”, es decir Los Pinos. No podrá ingresar a Palacio Nacional ni al recinto legislativo de San Lázaro donde lo esperan ansiosos los educadores en rebeldía. Primero cambió la sede de su informe al Auditorio Nacional como si fuera un artista y también se le cebó. Después comenzó preparativos para refugiarse en el Campo Marte, sede del Ejército, lejos de la protestas y custodiado por las armas y desistió ante la crítica generalizada.
Finalmente se quedará en Los Pinos donde “hablará a la nación” -así, entre comillas porque en realidad se dirigirá a un pequeño grupo de invitados que garanticen que no le harán rechiflas y le aplaudirán, además será apoyado por las televisoras para pintar un escenario alejado de la realidad- y será hasta el próximo lunes 2 de septiembre, es decir, un día después de que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong entregue el informe escrito ante el Poder Legislativo. Inédito y ridículo es el asunto ya que por vez primera un Presidente de la República está atrapado en la mansión oficial, sin poder acudir a ningún otro sitio público. Le huye a la turbamulta.
Ya el panista Vicente Fox había experimentado el repudio popular cuando en el primero de septiembre del 2006 tuvo que cancelar su llegada a la Cámara de Diputados para entregar su último informe de gobierno y también ese año se vio obligado a trasladar la ceremonia del Grito de la Independencia a Dolores Hidalgo, Guanajuato pues el plantón contra el fraude electoral de ese año que tenía invadida la Plaza de la Constitución se lo impidió hacerlo desde el balcón de Palacio Nacional. A su sucesor, el también panista Felipe Calderón también le tocó el repudio cuando tuvo que entrar por la puerta de atrás y a hurtadillas para tomar protesta como Presidente de la República en diciembre de ese mismo año.
Tampoco se atrevió a acudir a San Lázaro para dar su último informe de gobierno el año pasado y envió a su secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, a entregar el legajo de documentos a los diputados y senadores. Tras la seguridad de las cámaras televisivas, Calderón dio un mensaje desde el patio central de Palacio Nacional. Por lo menos pudo realizar el evento de aplaudidores y lambiscones en la sede del Poder Ejecutivo no como Peña Nieto que se llevará la fiesta a Los Pinos para no exponerse a las airadas protestas. “El miedo no anda en burro”, dirían los viejos del pueblo, y ahora sí, al mexiquense hasta el copete se le puede despeinar si llega a exponerse al pueblo.
Las redes sociales no lo perdonan y desde hace más de una semana se inició una campaña de repudio por parte de los internautas (#fuerapeñanieto1smx) tanto en Twitter como en Facebook que cada día suma más adherentes. El brincoteo de sedes para rendir su primer informe de gobierno será tomado, sin duda, como un triunfo de los cibernautas. El pronóstico es que a como van las cosas, para el 2014, Peña Nieto terminará dando su segundo informe de gobierno en el baño de Los Pinos o en cualquier otro sanitario, pues es su sitio preferido para refugiarse cuando la turba lo persigue. Así lo hizo en la universidad Iberoamericana durante la campaña electoral cuando los estudiantes lo acorralaron. La inercia finalmente se dio y en este 2013, Peña casi acaba en el baño y aunque suene guarro, es una ingeniosa coincidencia. ¿No creen?
POR EL RETRETE
Sin embargo, más allá de la anécdota sobre la graciosa huida en el intento de dar su informe gubernamental, lo más grave no es que Peña Nieto llegue a sus primeros nueve meses de gobierno -tomó protesta en diciembre del 2012 pero rinde su primer informe en septiembre como lo marca la Constitución- con la revuelta de los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) sino el nivel de descomposición en que se encuentra el país. El mexiquense no ha podido cumplir sus promesas de campaña y su estrategia de maquillar la realidad en los medios informativos, especialmente la televisión, no fue suficiente.
En materia de seguridad sigue la violencia en todo el país y pese a las capturas de algunos capos del crimen organizado, la ciudadanía sigue padeciendo ejecuciones, secuestros, extorsiones, tráfico de estupefaciente, robos y amenazas todos los días. A la par está el surgimiento de grupos de autodefensa en zonas rurales, también llamados guardias comunitarias, que son el resultado de la incapacidad de las autoridades para garantizar la seguridad en muchas partes del país, que ahora están bajo control de los grupos delictivos. La última estadística levantada señala que en los primeros nueve meses del regreso del PRI al Gobierno federal ha habido más muertos que en el último año de Calderón Hinojosa. Continúa el mismo “Estado fallido”, pues.
A esto se adiciona el desaseo para sacar supuestas reformas estratégicas con la complicidad del PAN y PRD en el famoso Pacto por México, que está sustituyendo al Poder Legislativo y que a nadie tiene conforme, ni siquiera a los militantes priistas, panistas y perredistas. También el rechazo generalizado a la simulación por desbaratar cacicazgos sindicales y escarmentar a personajes odiados por ser emblemas de la corrupción, y el ejemplo fue el
el encarcelamiento de la lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo que fue parte de una venganza política más no de la impartición de justicia, pues no se ha tocado a otros líderes gremiales o ex gobernadores que son verdaderos pillos. Por ejemplo, al ex mandatario de Veracruz que es un pájaro de cuentas lo pretenden hacer embajador de Grecia, según filtraron en la prensa nacional ayer.
Es más, ha liberado de culpas y le devolvió el dinero mal habido uno de los hombres más cuestionados de México, Raúl Salinas de Gortari, hermano del más innombrable de los innombrables, Carlos Salinas. En fin, en México la economía está en picada, los salarios en su peor momento, la recesión galopante y la pobreza aumenta día a día y por si fuera poco, ya está iniciado el intento de vender las paraestatales Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo que incrementa el nivel de crispación de todos los mexicanos. El tema energético sin duda será la siguiente hoguera que podría convertirse en un incendio porque ya no serán sólo los maestros los que salgan a las calles sino muchos miles más: el pueblo indignado.
En resumen, los nueve meses del copetón en la silla presidencial parieron un México con rebelión civil y al borde del colapso. Aquellas palabras dichas por Peña Nieto el primero de diciembre del 2012 con las que prometía ser un “presidente democrático” que ejercería “un gobierno abierto, que hable con la vedad, que pida opinión, que escuche a la ciudadanía y tome las mejores decisiones respetando todas las voces” no han sido honradas. Tampoco la arenga de que cambiaría el paradigma de la violencia en el país garantizando justicia e inclusión, dos cosas que llamó “las bases del pacto social” de su gobierno.
Mucho menos esa promesa de reconstruir el tejido social para que los mexicanos puedan vivir en paz. Lo único que el copetón ha cumplido, por decirlo de alguna forma, es esa frase con la que finalizó su discurso de toma de protesta hace un año: “es tiempo de mover a México” ya que, efectivamente, los mexicanos se están movilizando pero en su contra. El resto del discurso se fue por el retrete.
BARRUNTOS DE GUERRA
En las últimas horas los europeos han vivido una especie de zozobra ante la posibilidad de que la Unión Europea junto con Gran Bretaña y Estados Unidos emprendan un ataque militar en Siria, país ubicado en el Medio Oriente y que desde hace meses registra una revuelta interna -alimentada, según los analistas, por Occidente- para derrotar al presidente Bashar Al-Assad. Francia participaría en los ataques a centros militares y de inteligencia sirios. El pretexto es el supuesto uso de armas químicas contra rebeldes y la población civil por parte del régimen de Assad, aunque el mismo está lleno de cuestionamientos. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha retrasado un dictamen para apoyar la intervención militar, la misma que se esperaba para este jueves o más tardar para el fin de semana.
Empero, el parlamento británico dio un revés al gobierno de David Cameron, quien propuso el bombardeo a Siria y prohibió a su país participar en el ataque, lo que ha atrasado el mismo. En la Unión Europea también hay división entre los cancilleres para respaldar el inicio de otro frente de guerra en Medio Oriente. Eso ha dado un respiro pero no ha menguado el temor pues si bien los franceses no han alterado su vida cotidiana pese a los barruntos de guerra, el miedo no se va. Y la zozobra no es porque el ejército galo vaya a la guerra sino por las amenazas de los extremistas árabes para realizar ataques terroristas en el corazón de Francia como respuesta a un bombardeo en territorio sirio.
Es el mismo temor soterrado que se mantiene desde enero pasado cuando Francia invadió Malí, en África, para atacar blancos de la organización extremista Ansar Al Din, brazo de Al Qaeda en el Magred Islámico. Así están las cosas por estos rumbos donde soplan los vientos de guerra y es el tema principal de las conversaciones en universidades, cafeterías, centros de trabajo y por supuesto en el ámbito de la prensa.