Cordobizado
Hace un par de días los integrantes del congreso local eligieron como nuevo consejero del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información (IVAI), a Fernando Aguilera de Hombre, quien se desempeñaba como secretario de acuerdos del mismo organismo. En este proceso de renovación se confirma es que el IVAI se “cordobizará” pues sería presidido en los próximos años por el abogado cordobés Luis Ángel Bravo Contreras, quien en julio del 2011 se convirtió en consejero y ahora fue “destapado” por el mismo Aguilera como el próximo titular del organismo.
La presidencia de ese instituto deberá renovarse la semana entrante luego de la salida de la anterior presidente y consejera, Rafaela López Salas, catedrática de la Facultad de Derecho en la Universidad Veracruzana y quien fue una de las fundadoras del IVAI. Su consejería la obtuvo gracias al padrinazgo del exgobernante estatal, el innombrable, que la premió por haberle redactado una tesis para recibir una maestría. Eran los tiempos en que ese personaje “tenía el pinche poder en la mano” al grado de que recibía títulos honorarios obtenidos por otros.
Antes de López Salas estuvo como presidenta del instituto, Luz del Carmen Martín Capitanachi, hermana de Daniel Martín Capitanachi, uno de los funcionarios que más fueron acusados de corrupción en el sexenio del gobernador Miguel Alemán Velasco, pues desde la Dirección de Reordenamiento Urbano y Regional de la entonces Secretaría de Desarrollo Regional (Sedere), de la que fue titular, hizo negocios fabulosos con los cambios de uso de suelo y permisos de construcción.
Y qué decir del primer presidente del IVAI, Álvaro de Gasperín Sampieri, quien pese a su militancia panista fue ungido en el 2008 como parte de la “concertacesión” entre el Partido Acción Nacional (PAN), entonces dirigido por Alejandro Vázquez Cuevas y la fidelidad. Ambos, Vázquez Cuevas y el innombrable, acordaron crear ese organismo y entregarle el control a los azules en el contexto el famoso Pacto de Gobernabilidad por el que fluyeron millones de pesos y tráfico de influencias para los que ocupaban la cúpula partidista del blanquiazul.
De Gasperín Sampieri es originario de Córdoba y ahora, otro cordobés se colocará al frente del IVAI. El futuro titular del organismo está ligado directamente a la actual administración estatal. Ahora, tras los periodos de control del panismo, de los alemanistas y de los fidelistas en el instituto, comenzará la era de los duartistas. La expectativa es, por supuesto, el desempeño que tendrán y los resultados que ofrecerán a la ciudadanía.
El paÌs de las burradas
Qué mejor retrato del México actual, bajo el gobierno del copetón Enrique Peña Nieto, que la distribución de libros de texto para las escuelas públicas con 117 errores ortográficos, mismos que se utilizarán para el ciclo escolar 2013-2014. ¿En qué nación del mundo se entrega material erróneo a las nuevas generaciones?. En México, claro. Es el país de las burradas pues burro es el presidente Peña que no puede recordar ni siquiera tres libros que haya leído, desconoce el nombre de escritores, capitales de los estados y hasta de las dependencias bajo su cargo, y asnos son también sus subalternos.
Aún con la serie de errores, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ordenó la distribución de 233 millones de libros y los funcionarios de la misma afirman que aprovecharán las fallas en los textos para que maestros y alumnos aprendan corrigiéndolas. No hay duda que además de orejones son sinvergüenzas estos señores. En el gobierno federal se destinan millones de pesos para la impresión de los libros, se pagan muy bien a los redactores y aún así lo que editan es deficiente. El descuido en la formación académica de sus niños es un atentado contra el pueblo y ningún país que se diga preocupado por su futuro lo puede permitir.
Sin embargo, aunque parece chusco el caso y uno más en la serie de pifias de los burócratas, el mismo devela una situación más preocupante aún: parte de la trama para desmantelar la educación pública y gratuita, la cual inició desde hace veinte años y en este sexenio tiene una de sus etapas más adelantadas pues se logró aprobar la reforma a las leyes que la involucran. Nadie desconoce la ensayada estratagema de castigar a empresas paraestatales o rubros bajo responsabilidad del Estado para dar la impresión de que son inservibles, incosteables o incorregibles si no se entregan a la iniciativa privada. Así lo hicieron en su momento con Teléfonos de México (Telmex), con el sistema ferroviario, con los bancos, las minas, los puertos y ahora van con la educación y por supuesto, con la “gallina de los huevos de oro”, Petróleos Mexicanos (Pemex).
No es fortuito el deterioro del sistema educativo nacional, mismo que en la primera mitad del siglo pasado fue un orgullo pues se logró abatir el analfabetismo y dar un viraje a la movilidad social a través de la formación académica. La reducción de presupuestos para construir escuelas, contratar maestros, otorgar becas, vigilar la excelencia en la enseñanza, estimular a mentores y alumnos y garantizar que todos los niños y jóvenes puedan cursar su formación elemental, básica, intermedia y superior, tiene como trasfondo el negocio que se hará –y ya se hace- al no dejar más opción a los mexicanos que pagar por una formación académica “de calidad”, así entre comillas, como la que brindan los consorcios privados.
Esa alerta la han hecho sonar los maestros que, preocupados no solo por su devenir laboral sino por el futuro de las nuevas generaciones, han salido a la calle a defender el derecho constitucional a una educación obligatoria, gratuita y laica. Los educadores en protesta también son objetos de campañas de desprestigio y agresiones porque son los que pueden detener las ansias de los empresarios y políticos para hacerse del botín que representa tal rubro. Por lo tanto, la burrada de los libros de texto no es casual ni involuntaria sino expresamente concebida. Los abogados penalistas definirían que se hizo con premeditación, alevosía y ventaja.
La vendimia energÈtica
Por cierto, hablando de Pemex y las ansias para privatizarlo, recientemente el excandidato presidencial y actual líder del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador acaba de revelar que aún antes de la famosa reforma energética que tanto cacarea el gobierno peñista ya está en marcha el plan para vender el complejo petroquímico Pajaritos, localizado en Coatzacoalcos, al sur de la entidad. Ya antes, la senadora perredista Dolores Padierna había advertido que la empresa beneficiada por el gobierno federal en el proyecto de venta de Pajaritos es Mexichem.
El impulsor de tal vendimia es el director general de Pemex, Emilio Lozoya, quien fue consejero de la empresa ibérica Obrascon-Huarte-Lain (OHL), que ha hecho numerosos negocios en México, sobre todo en rubros de la construcción y concesión de autopistas de peaje. En España, OHL, fue una de las financiadoras del Partido Popular (PP) y de Mariano Rajoy, actual presidente del gobierno español, envueltos actualmente en un escándalo de corrupción al recibir durante años dinero ilegal y llevar doble contabilidad para evadir al fisco. Ayer jueves, Rajoy compareció ante el parlamento de su país y con una desfachatez impresionante se negó a renunciar como lo exigió la oposición. Es más, aseguró que no ha cometido ningún delito y es puro como una paloma blanca. Vaya, no sólo en México hay de estos políticos cara-dura.
Pero regresando al tema de la posible venta de la terminal de Pajaritos, ésta es la punta del plan privatizador del PRI con apoyo del PAN y el ala oficial del PRD. Lo interesante es que se tendrá que ver la reacción de los mexicanos y en especial de los veracruzanos para defenderlo. Veracruz es reconocido nacionalmente por defender la patria de las invasiones extranjeras y ser bastión histórico de la resistencia popular. Ahora se aproxima la oportunidad para otro ejemplo nacional ante la intentona de rematar el patrimonio energético. Muy por encima de la locura senil del panista Vicente Fox, hoy resuena aquellas estrofas de la canción La Paloma Juarista: “ Cuánta falta nos hace Benito Juárez/ para desplumar aves neoliberales”.